Epílogo en las tinieblas
Miradas de ojos que no veo
En el paso urbano sin destino
Desenterrando el arte que yo creo

Me guardo en las iglesias
Y me vanaglorió de mi soledad
En medio de la contemplación
Se desvanecen los intentos
De los muertos que me siguen
De memorias que carcomen

Me decoro con el tibio rayo
Que se enreda entre los vitrales
Murmurando en el silencio
La plegaria olvidada
Afuera, en la calle
Nuevamente a la identidad trastornada
La próxima sala de arte
Será entonces el dominio
De lo que habito
Aparece así, la musa perfilada
Delineando en óleos
Y trazos sugerentes
Un exquisito lapso de humanidad
Un verbo en evoluta de encanto gótico
Y un espeso esmalte de atardeceres

Enredada en mis partituras
En mis cuerdas oxidadas
Ahogada en la madera
Escapando al contrapunto

¡Oh! mi gran Alucinación
Dibuja los finales del sol
Del mar extenuado
Y del cielo anudado en sus brillos

Revolotea en mis ojos
Y otórgame el suspiro en terciopelo
Para invertir los gritos del caos
Para delirar con la agonías
Y aniquilar las promesas de los muertos

Deja entrelazar mis manos
Y encontrar las calles ausentes
De mujeres que se fueron
Y de noches que destilaron
Los deseos agotados
Entre los éxtasis y desenfrenos

De amanecidas alucinantes
Que clavaron al pecho
La nostalgia para siempre...
Al fin;
Esta bendita música
Que sosiega el golpear
De los fierros lastimeros
Que aún se retuercen
En mi alma….