Me abandoné a mi mismo
y cada vez que me abandonaba
aparecías tu y éramos universo
nos reconciliábamos en el verso
y nos íbamos por el camino
sin importarnos el polvo y el viento,
abandonarse así era bueno
éramos dos que luchábamos
por toda la humanidad
así el mundo nos ignore,
así nos pongan todas las trampas,
así quieran apagar nuestros sueños
así le pongan zancadillas al verso.
Desde que el mundo era niño
existió la magia y el amor
y desde aquel entonces no han muerto.
ahora son menos frecuentes
pero aún tienen vida
Desde que el hombre mató los sueños
empezaron todos sus sufrimientos
ahora se habla de progreso
y vamos en pleno retroceso
al punto de que nos supera el simio
de que nos sirve haber llegado a la luna
si el alma está en el infierno,
matamos por matar
degustamos la muerte cotidiana
elogiamos el triunfo de tánatos,
Eros está herido de muerte
agoniza en un lecho negro,
la muerte se erige sobre la vida.
Sentimos por fortuna
las pulsaciones de la vida
en medio de tanta muerte,
nos abandonamos al amor
a la poesía, al sentimiento
porque no queremos ser
autómatas de la existencia
que no vivimos, sino que nos viven.

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