Y la lágrima cae
en el abismo
fausto y cruel
de un sollozo ensordecedor.

Murmuran las quimeras
que imaginamos,
ancladas al teléfono
que un día como cómplice,
susurró la palabra amor.

Y caen mis rodillas
al libido cemento,
mientras mis manos contienen
tan putrefacto dolor.

Creer que tenía en ellas tu cariño,
y despertar al día
en que ya no era más tu amor.

Un golpe en mis entrañas
a gritos te llamaba,
mientras tu me decías
- te quiero corazón.

Y seguida,
una frase inclemente
expresa tu clamor.
- pero no soy para ti.

Clavase tu aclaración infame,
en mi débil corazón,
llevándome al suplicio,
de destruir los sueños,
saber que no es amor.

Y caen como ríos,
lagrimas en mi almohada,
y mi alma te llama,
se retuerce de dolor.

¿En donde estas cariño?
¿A donde se fue el sueño
que un día nos unió?

Pregunta mi olvido,
cuando te recuerda,
¿en donde esta ese hombre
al que llamaste amor?