El tribunal está en total silencio, el juez mira de nuevo a la niña, está claro que no hay duda la decisión del jurado, pero él sabe que no es verdad, ella no es culpable.

La niña mira al juez, ella sabe, que él también sabe que ella no es culpable, pero las pruebas son lo suficientemente fuertes para debatirlas y lograr defenderla.

El jurado mira a la niña y luego al juez, están impacientes y malhumorados se está tardando más de lo debido en decir la sentencia.

Después de casi dos minutos que parecieron horas, la acusada se levanta de su silla y sale corriendo, es tan sorpresiva la situación que nadie la detiene, es más nadie se mueve de sus puestos.

De pronto la niña vuelve a parecer y lleva a una mujer, que les dice:
-¡Chicos vamos a comer!, no se enojen, Aleja estaba molestando…ella no se comió sus pasteles y su chocolate, solo se le rego un poco en su vestido….recuerden no todo es lo que parece.