Me quiero así llena de luna y agua. Me quiero chorreando lágrimas por no poder soportar la inmensidad del cielo y el Rio cuando se juntan en el horizonte de la Isla. Porque me conmueve el eterno suceder de los días. ¿Para qué dormis? Nada se detiene, y se viene haciendo todo tan rápido que me conmueve; me conmueve el humano y su idilio. La sensación de ser la misma (y aún distinta) desde el nacimiento. La infinita capacidad de ser todo lo que soñamos; y me hiere todo lo que decidimos. Porque así como es, podría no-ser. Pero no, es, somos; acá estamos sintiendo el aire en nuestras mejillas, el frío en nuestra piel. Acá estamos haciendo música sin saber. ¿Qué hace falta saber? Me conmueven pequeño humano, Ser de Fruta Deliciosa, los pequeños momentos que se hacen gigantes. La necesidad de sentirnos en otros cuerpos, y enlazarnos como la luna y el río, como el viento y las hojas, como el fuego que incendia ahora mi noche. Y si me acusan de Soledad que vengan entonces las sombras a abrazarme mientras no-duermo, porque la Luna ilumina mi habitación entera y siento una extraña presencia que no se bien donde está. Pero está. Es. Así como yo soy y estoy acá, sintiéndola...