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Inicio / Cuenteros Locales / Darkyharry / NDEE - Cap 3

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Eran eso de las 10 y media cuando comenzamos con el registro completo del análisis de polisomnografía. La entrada anterior en esta bitácora que llevamos en conjunto con Samuel indica a grandes rasgos algunos datos importantes que logramos rescatar esa noche. Si gustan pueden revisarla. Contiene información basada en los resultados que arrojó el examen y según mi criterio, una pequeña reseña de lo que, insisto, para mí, fue esta primer impresión del paciente y su enfermedad. Digo enfermedad con atribución por concepto médico de una anomalía basada en parámetros "normales" de un paciente que no posee estas experiencias y no lidia con trastornos al borde de lo esquizoide durante su vigilia, ni estado REM, o descanso a través del sueño. Para diferenciar mi diagnóstico médico/profesional de la entrada anterior, en ésta, seré más coloquial e indicaré lo que mis ojos y mis sentidos percibieron durante el transcurso de la noche y el horario en que las máquinas comenzaron a arrojar los datos de los que hablé anteriormente. Hice una grabación posterior al examen que trataré de resumir en esta entrada.

NSM entra en estado de vigilia cercano a las 23 horas y 5 minutos. La frecuencia de sus latidos y movimientos oculares indica que su cuerpo está en proceso de descanso y algunos espasmos y movimientos de piernas y pies también lo confirman. Durante los siguientes 20 minutos el paciente registra una apertura mandibular sin despegar los labios, como si aglutinara una gran cantidad de aire en la zona. Respira normalmente y no se ven datos raros en las mediciones que se van realizando.

Pasada la media hora y según reloj, las 23 con 53 minutos el paciente registra la primer marca de agitación relevante. Su pulso al minuto se eleva por los 120, pero a pesar de esto, aún no se ven movimientos extraños. Los movimientos mandibulares se mantienen pero no es un parámetro anormal por ahora. Sin embargo, me tomo la atribución de decir que el cerebro del paciente está tratando de oxigenarse de alguna forma dada la posición en la que se mantiene el cuerpo de éste: Abrazado a sí mismo, cercano a una posición fetal completa, empuñando sus manos contra el pecho con sus muñecas cruzadas. Una posición que según mi parecer es demasiado asfixiante para un periodo de relajo y descanso como debe ser normalmente una sesión de sueño. La temperatura de la sala de examen es de unos 20º -21º, agradables para el periodo de término de verano de hace 2 semanas casi y un poco más bajo de la media de temperatura que ha hecho durante estos días de comienzos de Abril.

A la hora se registra por reloj 00.07 am la primer anomalía destacable de lo que sería mi primer experiencia crítica con el paciente. A pesar de estar tapado completamente hasta el cuello y dentro de una sala controlada térmicamente, el cuerpo registra una baja de temperatura considerable. Abrupta y a pulsos, NSM comienza a descender de los 35º a los 30º, con diferencias de tiempo casi cronometradas durante unos 20 minutos cada 4 minutos para finalizar en una quinta baja que marcó 28º. Todo esto sin traducirse en ninguna manifestación física ni alteración en las marcas de los demás resultados hasta el momento. No hubo baja de presión, no hubo movimientos ni espasmos para intentar subir la temperatura a través del inconsciente dormido, no hubo indicio alguno de que la temperatura de su cuerpo le molestara en ningún momento durante esos 20-30 minutos de fluctuaciones calóricas. Vuelve a la estabilidad con hora registrada 00.35 am. A la hora esto era lo más raro que había pasado y me mantuve atento a los indicadores de las otras máquinas tratando de comparar las métricas con los resultados que arrojaba el termómetro. Estuve muy atento a cada diferencia de número significativo que viera sin obtener ninguna relación directa con los otros números controlados durante el examen. Estuve en ello alrededor de 15 minutos y fue justo ahí, cuando terminaba de tomar los últimos valores de ese espacio de tiempo cuando a través de la cámara vi como el paciente abría los ojos por primera vez en un sueño sin interrupciones durante 2 horas y pasadas. Justo en ese momento comenzó, lo que ahora llamamos con Samuel y apegado a la teoría de muchos otros caso que fuimos revisando con el tiempo, la presencia de la Entidad.

Quiero volver a hacer hincapié en que trataré de ser lo más descriptivo posible y no dejar pasar ningún detalle de lo que fue esta experiencia. Debo recordar que fuera de todo lo registrado y visto tanto por Samuel como yo está ahí para que lo vean, lo comenten y lo analicen como ustedes quieran. La idea de este registro, por parte de ambos, es que en algún lugar del mundo pueda servir a la ciencia y desentrañar un misterio de la naturaleza del cuerpo humano y de la propia mente en estados donde nuestra conciencia pierde el control y logra generar imágenes, alucinaciones y crear cosas que a nuestros sentidos los supera y sobrepasa al momento de tener que lidiar con estos eventos. Es realmente increíble que nuestro propio cuerpo nos traicione de esta forma y haga hacernos pasar por este tipo de vivencias que terminan convenciéndonos de cosas que realmente no existen al punto de pasar a un plano físico. Es ahí donde sigo diciéndome a mí mismo que debe haber una cura para este mal, o este nivel de mal, conocido mundialmente ya, pero jamás extirpado por completo. Varios casos anegan al generación de sueños en los pacientes con somníferos poderosos o hasta psicotrópicos para que puedan "dormir bien", sabiendo que realmente están embobándolos y controlando la química cerebral destruyendo la naturaleza del descanso real. Pero bueno, eso es otro tema que va de la mano con la ética médica y el proceso de ser objetivo en la decisión del bienestar del paciente.

Volviendo a la descripción, registro a eso de las 00.51 am un movimiento increíblemente veloz e inhumano visto desde mi punto de vista a través de una cámara calórica con un delay de 2-3 segundos por imagen. Este movimiento se traduce en un giro de la cabeza del paciente hacia el lado derecho de la habitación, considerando que la cama está pegada a la muralla izquierda de la sala, con la entrada a los pies de ésta viéndolo desde la cámara, que se encuentra sobre la esquina superior derecha del pabellón, inclinada unos 40º apuntando hacia la cabecera. Entre el equipo que registra los datos y el paciente hay un pasillo de 1 metro y 30 cm donde puede caber una persona parada, en la misma muralla izquierda a la cual está pegada la cama donde se encuentra el paciente hay una ventana con cortinas gruesas para eliminar la luz exterior. Detrás de la cabecera, hay un pequeño velador con un vaso de agua el cual dejamos por pedido de NSM. Espero puedan imaginarse bien las dimensiones y ubicaciones de la habitación ya que lo que describiré a continuación tiene directa relación con los movimientos registrados tanto del paciente como de los aparatos pegados a él y del entorno que lo rodea.

Al ver este movimiento, me giro para hacerle una seña a Samuel de lo que acabo de ver, mientras presiono el botón de grabación de audio que captura la cámara a través de un micrófono integrado. Samuel comienza a observar detenidamente la pantalla que va conectada directamente con esta cámara y trata de subir el volumen para oír mejor lo que sucede al interior de la habitación. El giro se vuelve a repetir 2 veces en menos de 3 segundos y vuelve a aparecer el movimiento mandibular de oxigenación. Las máquinas, con hora 00.54 minutos comienzan a registrar anomalías críticas de pulsos cardíacos y respiratorios, sus ojos, que a pesar de la oscuridad y la calidad de la imagen se ven absolutamente abiertos y dilatados. A pesar de ello y de la alteración exagerada de su cuerpo, su cara no se ve estresada ni con cambios extraños salvo la inflación de sus mejillas producto de la acumulación de aire que anteriormente nombré, asumiendo que es aire lo que está conteniendo en la cavidad bucal. Las pulsaciones se disparan a 132 por minuto y el cuerpo del paciente sigue inmóvil en su estado de REM alterado. Posteriormente se nota a través de la imagen el movimiento acelerado e irregular de sus pupilas aún dilatadas apuntando hacia varios lados sin seguir un patrón específico hasta que se detienen de golpe tras contar 34 de estos movimientos en unos pocos segundos. Samuel sigue tomando nota a pulso sin ver cómo está escribiendo en su cuaderno, tratando de no despegarse ni un segundo de lo que está presenciando a través de la imagen que produce la pantalla. El sonido aún no indica alteraciones de voz ni ruido de ningún tipo. Ambos estamos en silencio y al menos a mí, la calidad de la experiencia y lo vertiginosa que se puso la sesión después de estos eventos, me sedujo de sobremanera generándome una especie de escalofrío de placer y temor. Una sensación sublime que se tradujo en un sentimiento de extrañeza y vicariedad por el paciente. Sabía que si decía alguna palabra, Samuel se desconcentraría y probablemente perdería el hilo de lo que anotaba, así que seguí también anotando y calculando mentalmente la estimación correcta de los datos que arrojaban las máquinas conectadas en sincronía con NSM. Pasaron tantas cosas en tan poco tiempo que realmente me sorprendí al volver a ver mi reloj en la muralla y ver que habían pasado nada más y nada menos que 2 minutos. Lo que sucedió a continuación se escapa de lo científicamente explicable sin volver a tomar los datos como parámetro de medición: El paciente comenzó a tener espasmos regulares cada 2-3 segundos y la cama comenzó a vibrar acorde a estos movimientos. Drásticamente el cuerpo del paciente se enderezó completamente y se ubicó acostado de espalda, totalmente tieso. Logramos detectar una compresión de párpados muy forzosa que reflejó un dolor interno imperceptible para nosotros pero demostrado a través de la pantalla, que se tradujo por sincronía con la hora a la que fue detectada con un disparo de valores del electroencefalograma. En ese momento me paré de mi asiento y logré ver como un movimiento se divisaba sobre los cobertores de la cama del paciente. Miré a la puerta, la ventana y nada parecía haberse abierto. El paciente seguía completamente quieto y con sus ojos cerrados. Sus párpados comenzaban a relajarse y todo indicaba que estaba a punto de sufrir una descompensación por los valores de pulsaciones, temperatura e iluminación de zonas del cerebro que por lo general no se activan durante la noche estando dormido. Creí que el paciente estaba al borde de un ataque de epilepsia, pero no había movimiento en su cuerpo a pesar de que todos los datos indicaban una descarga eléctrica de sobre nivel. Su boca seguía cerrada y aún no se escuchaba nada raro más allá del sonido que generó la cama al moverse cuando sufrió la seguidilla de espasmos. Ya habían pasado 5 minutos y para mí eran horas. Demasiadas cosas en muy poco tiempo.

Con tiempo marcado 01.09 am, tuvimos el primer registro sonoro proveniente del paciente, el cual abrió la boca y balbuceó unas sílabas inentendibles. Samuel por primera vez en casi 15 minutos despegó sus ojos de la pantalla y me miró. Su cara me decía que no entendía, al igual que yo, lo que NSM intentaba decir en su sueño/pesadilla/trastorno. Giró su cabeza para poner su oído derecho lo más cerca al parlante que teníamos en la oficina y fue cuando me dijo: "Fernando, se escucha viento desde cerca". Me acerqué al parlante y noté ese sonido como de ventilación corriendo, traté de identificarlo como el sonido de una de las máquinas, pero recordé que están herméticamente selladas dentro de un cajón aislante semi transparante para que no generen ruido y molesten al paciente durante este tipo de sesiones. Miré a la pantalla de nuevo tratando de acercarme más al parlante y detecté que el sonido provenía de NSM. Cuando Samuel logró reconocer también que era nuestro paciente el que estaba generando el sonido nos extrañó entonces el cómo estaba balbuceando cosas sin cortar esa permanente emisión ventosa que pasaba a través de lo que asumimos era su garganta. Un sonido de viento profundo sin carraspeo, completamente ininterrumpido, como si sus pulmones y todo su sistema respiratorio estuviesen funcionando en lo que se conoce como respiración circular, empleada para tocar algunos instrumentos de viento utilizados para oxigenar el cuerpo. Subí el volumen y Samuel pudo escuchar mejor las sílabas que nuestro paciente estaba diciendo: Bod kiu atro nid jei lun tar go. Si nuestros oídos no fallaron esa noche, creemos que están escritas de esa forma y aún no tenemos idea de qué idioma o conjunto de lenguas se trata. Simplemente lo dejamos escritos para que quede registro en papel de lo que creímos escuchar de la grabación. Este conjunto de sílabas se repitió por unos 20 minutos y justo antes de la última fase que reconocimos con Samuel, ya que hubo una segunda alteración de valores en los registros y lo marcamos como un hito en la sesión a eso de la 1.21 am que fue cuando presenciamos lo que por lo general se conoce como una parálisis de sueño propiamente tal donde pudimos registrar un cese completo del estado descansado del cuerpo del paciente y los índices y esquemas que acompañaron la sesión comenzaron a indicar que NSM estaba de vuelta en el estado de vigilia. Sus ojos estaban completamente inmóviles y notamos que hasta sus párpados no se movían por lo que pudimos presenciar actividad acuosa ocular que derivó en un "llanto involuntario". Sus pupilas seguían tan dilatadas como la primera vez que abrió sus ojos durante el examen y presenciamos lo que también ya habíamos visto en otros casos: el paciente a pesar de no tener ningún peso ni cuerpo sobre él comienza a enterrarse en la cama como si existiese una presión o una fuerza encima. Consideramos acercar la cámara un poco más para tratar de notar el movimiento y efectivamente vimos como estaba incrustándose sobre el colchón sin explicación lógica, más que decir que su presión muscular y actividad electro-neuronal, generaron que su cuerpo reaccionara de esa forma ante la imagen que posteriormente nos describió el paciente durante la mañana cuando terminó la sesión. Este movimiento involuntario de hundirse a sí mismo, concluyó con una liberación de energía jamás vista por mí o por mi colega en ninguna otra sesión anterior en la que haya sido testigo o profesional como estuvo presente esa noche. Las imágenes que vimos en cámara lenta, mostraron un salto de al menos 40 centímetros sobre la cama que al volver a caer hicieron que el paciente despertara totalmente desorientado (puede que sea por la poca costumbre a la habitación donde se encontraba), agotado y vulnerable a estímulos que aún estaban demasiado plasmados en su mente. Lo vimos dar 2 pasos antes de que colapsara pidiendo ayuda. Algunos de los cables de los electrodos que tenía puesto fueron cortados por el peso de la caída. Samuel y yo interrumpimos la sesión para levantarlo y volver a acostarlo mientras seguía inconsciente a pesar de que sus signos indicaban total normalidad en el funcionamiento de su cuerpo. Durante 30 minutos después de recostarlo nuevamente en la cama, traté de volver a conectar los electrodos cortados y colocarlos en su lugar mientras el paciente se encontraba inactivo. Posterior a esto, no hubo ningún otro registro extraño durante el resto de la noche. Cerré la entrada a las 2.06 am. El paciente se despierta solo a las 5.54 am, toma el vaso con agua y se lo bebe completamente. Samuel está inquieto por ir a interrogarlo, pero le pido amablemente que espere hasta el alba. Al rededor de las 7 am, salgo a comprar desayuno y comimos junto con el paciente.

Samuel registrará la entrada siguiente donde describe las preguntas que le hizo a NSM y también parte de lo que pudo anotar en su cuaderno mientras miraba las imágenes grabadas a través de la cámara.

Texto agregado el 14-06-2016, y leído por 46 visitantes. (1 voto)


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