Cómo soy un hombre
al que le molesta el calor
en estas noches calenturientas
en que arde el viento y cantan grillos
me levanto y salgo al jardín
y miro a la luna para saber
si va a llover pronto
en esta ciudad caldeada
por las noches crueles
en la que me toca estar.
Dejo mi pedido infructuoso
de aminorar la temperatura
y como consecuencia
he de buscar otras zonas
que se conduelan de mi.
Mientras tanto observo
como se despojan de ropa
las niñas de mi vecindad
y las no tan niñas también.