Todo lo que he amado escapa entre grietas de heridas, filtrándose tristemente enfangadas tras los suspiros sin rostro del ensueño. Tratando de encontrar respuestas en rutas relegadas dejadas por un tiempo marchito. Heridas cicatrizan los recuerdos de lágrimas esculpidas en el suspiro de un cielo ceniciento y marchito.
Todo lo que he amado termina dañado; quisiera encontrar felicidades presumidas entre lágrimas de remembranzas perdidas. ¿Cómo puedo existir después de tus besos?
Pinturas grises escurren tras múltiples espejos de mi alma cuando te veo engredada en las sílabas de un nuevo destino. ¿Cómo puedo existir si mi nombre te es extraño?
Quisiera dejar de existir tras los acordes de una muerte lenta y agónica, sones de errores.
Tiempos horribles que liberen mi respiración de entrega en cada suspiro. Pues sólo hay olvido y dolor que perpetúa tu cuerpo incandecente.
¿Cómo puedo existir después que el tiempo no convalece mis heridas?
Nada, es la respuesta que mi destino determina en caminos relegados. Indiferencia eterna a la pregunta con semillas de respuesta. ¿Cómo rasgar la felicidad si no es entre tu cuerpo desnudo? Me demuele y rescata cada célula de lo que soy; gritando tú nombre.
¿Cómo ser feliz si ya nunca más formaras parte de mi vida? Muerte pavorosa besa los labios intratables de una máscara hinco rompible.
¿Te desvanecerás pronto dolor?
Hoy te vi besando nuevos suspiros. Ya no queda nada, recuerdos extraviados llenando espacios sin ti. ¿Cómo mierda vivir dejando heridas quemando cielos llorosos?
Olvidos golpean mi espíritu, me visitan tras la pregunta que conlleva tormentas en sus respuestas.