Una noche estaban todos reunidos con sus bultos y maletas preparadas. Estaba mi hermana y yo.

En el lugar donde estábamos era una mansión con muchas habitaciones para mujeres y hombres... Salí al patio y vi toda la gente preparada para el viaje y mi hermana también estaba lista, solo yo faltaba.

Mi hermana me dijo:

- José, ve y prepara tus bultos antes que nos deje el avión (solo la gente eran más de mil).

Iba aumentando el paso hacia mi habitación e hice todo lo que mi hermana me mandó. Casi no encontraba mi aposento de tan gran mansión que era la casa.

Cuando vuelvo y salgo, vi algo que volaba como si fuera un platillo volador, era cuadrado y muchos se montaron en el, era grande y cabían alrededor de más de 500 personas con sus maletas. Era abierto, que si llovía se mojaban y me quedé pensando que se podían caer.

Muchos otros se fueron en un auto volador, mi hermana, otros más y yo nos íbamos en un avión, sin embargo no encontrábamos el avión. Mi hermana y yo nos perdimos, cogimos otro rumbo donde habían gente extrañas que nos querían perseguir y agarrarnos, huimos y mientras huíamos uno de ellos sujetó a mi hermana fuertemente, yo me acerqué a él y le dije que la soltara, no hice ningún esfuerzo, ninguna fuerza para soltarla de las manos de aquel extraño.

Desde ese momento en adelante, sujete a mi hermana de la mano y jamas la solté hasta que encontramos el avión para ir al viaje.