Se apaga el conocimiento,
ya se queda la sabiduría inédita,
solo está la cabeza pensante
como si fuera poca luz
encendida, al punto de morir.

La sombría habla con la luz,
presenta su sombra al despegar iluminaciones
propias construyendo las brumas del mar.

Súbito relámpago negro
se deposita bajo los escombros sonrojos,
decolorados al pulir piedras deshonradas
donde la luz no es luz sino está dormida,
la tiniebla es oscura y los pájaros no cantan.

El sol se esconde,
la noche llega como la mañana,
duermes a veces cuando callas
y en silencio está aquel que habita.

La luz se fue, es muy poca,
coqueta son las penumbras,
pedazos de brillos bajo la luna
y por debajo hacia los enlaces deslumbrantes.

Así es la sombría reinante…