Yaces en el lecho como una flor quebrada
Pálida e inmóvil
La madrugada se escurre por la ventana.


No te percatas lo que ocasiona tu fatal belleza
Primitiva y sensual
En el corazón de los hombres.
Te ríes con desenfado y despreocupación
Mientras los hombres ansían poseerte.
Eres un breve arroyo
Que corre alegre y se aleja
Nadie puede echarte lazo.
Posees la libertad e insolencia de la juventud
Todos te aman y desean
Más tú no amas a nadie en particular.


Se llena la mañana de perfumadas flores
Y corro hasta donde alcanza tu mirada


Los caminos se han hecho para buscar olvido
El hombre es un animal que recuerda poco.


En tu belleza tan grande como el mar
Se disuelve mi amor y poesía
Somos aquellos a quienes nadie espera y jamás se buscan

Porque los dioses hablan otro idioma
Y la mañana es el hoy que está en tus manos


Seguiré el paso de la lluvia
Caminaré junto con el viento
Y te buscare entre las sombras de los árboles


Déjame ser camino
Tránsito para el olvido
La madrugada más limpia
En que se pierda tu mirada.


Porque el fuego de mi espíritu
Quedo atrapado en tu mirada,
Y la suave calidez de tu cuerpo
Me encandilo para siempre


Me consumo sin arder
Lentamente por dentro
Cada vez que te veo,
El fuego tiene tu nombre y todas tus señas
Dulce Camireña.


Orilla no tocada
Del principio y del término
Interminable travesía
Con nostalgia y con deseo
Capitán de un barco sombrío
Enfilas el rumbo
Hacia el mismísimo olvido.

Posees el encanto de lo remoto
Solo te poseo por instantes,
Tu bella sonrisa
Se pierde en una inasible lejanía.
En tu lado son posibles todos los sueños
En el mío transcurren grises los días.
Allá puedo ser otro
Alguien por ejemplo
A quien tú ames.


Tu mirada me baña como la luz de la mañana
Y más tarde tu cuerpo me espera en la penumbra
Para hacerme perder la razón entre tus dulces gemidos de placer.


Somos una suma de pérdidas y hallazgos
De sentimientos, amores y personas
Encallados en playas lejanas.
Todos buscamos sentirnos amados sin pagar ningún precio.
Atribulados poblamos parques y caminos
Mendigando un mendrugo de amor
A la mayoría nunca le llegara el amor
Y a unos pocos los alcanzara muy tarde
Y lloramos como niños.
Yo mismo te extravié en una habitación en penumbras
Cuando te entregaste con delicada pasión
Y luego me contaste que tal vez de irías a España, con tu madre
Y jamás volví a verte,
Desde entonces te volviste un número telefónico
Al que llamé inútilmente tantas veces.
Y viviré condenado a buscar esa delicada pasión
Con que te entregabas, en cada mujer que conozca
Y solo yo sé que será una búsqueda inútil de antemano.
¡Ah los dioses no contestan
A los simples mortales!
El pasado me persigue con sus fauces abiertas
Un enorme campo de espigas
Onduladas por el viento
Son los caminos trajinados estos años
Camino hacia Santa Cruz o hacia Camiri
Buscándote inútilmente
Quiero volver a escuchar tus gemidos
En la habitación llena de penumbras
Y las estrellas centellantes iluminan ahora el camino interminable
Siento el sabor de tus besos en mi boca y tus gemidos en mis oídos
El beso, la caricia y el deseo, solo eso llevo, solo eso cargo
En este camino inacabable
Todo es una ficción y una mentira
Somos los viejos que hace poco se reían de los años
Ya no puedo copular cuatro veces seguidas como antaño
Y sin embargo terminas rendida cuando te hago el amor
Los sueños, el placer, el olvido todo junto, todo uno
Quimera, realidad a quien le importa
Solo me importa el placer de mi carne
Alimentarme con tu delicada sensualidad
Y verte desfallecer una y otra vez llena de amor
Llena de semen y sudor
Mis brazos a tu alrededor
Y tú diciéndome palabras soeces en el oído
Eres mi puta querida, mi puta joven, mi puta ingrata
De tu ombligo, tus piernas largas y tus ojos achinados
Hice canción y poesía
Belleza guaraní
Vendrá otra vez el día a vestirte de flores y de hojas
Y este verano número 21 para ti
Lo vivirás conmigo cabalgando en la penumbra de tu habitación
Ya vendrán muchas noches de soledad y de recuerdo
Pero ahora solo quiero penetrarte hasta que de desboques
Y mirarme el fondo de tus ojos grises
Dilatados de infinito placer
Mientras tus largas piernas me atrapan por la cintura
Deseando no soltarme toda la noche
Mientras allá afuera la tarde se va tornando noche
Y te vas quedando dormida en mis brazos
Te voy llevando hacia mi reino
De música, placer y poesía.


Esta noche
Como otras de las 19 mil noches de mi vida
Pienso en ti
Como antes pensé en otras que también ame
A pesar de que en este instante te embriagas con otros
Cabalgas en sus camas
E incluso lloras por alguno que no te merece
Heme aquí escribiendo poesía para ti
Oh Musa malagradecida


Quisiera tatuar unos versos perfectos
Sobre la suave piel de tus muslos
Y que mañana muy temprano
Leyéndolos por enésima vez
Recordarás que fui yo
El que unió a tu belleza la poesía.


Cuantas veces, bebiendo solo en algún bar
Alce mi copa brindando por ti
Tal vez en ese instante tú bebías también con algún cliente
Sin siquiera recordarme.


Oh perfecto amor
Escurridizo, inalcanzable
Solo existe en mi imaginación
Porque tú no eres perfecta
Ni eres el amor.


Nunca pude conseguir que me amaras
Ni siquiera un poquito
A lo más
Logre arrancarte la exquisita música de tus quejidos de placer
Solo pude conseguir que tus suaves jadeos
Quedaran grabados para siempre en mi memoria
Nada de amor, solo placer, absoluto placer
Sin remordimientos ni reproches
Ni más ni menos


Recuerdo perfectamente el trayecto hacía tu local
Poblado de altos árboles
Y calles empedradas
La reja de metal oscura
El sonido del timbre
Y el verte aparecer al fondo
Alta, achinada siempre sonriente
En tu apretado jean o tu breve minifalda
Luego la penumbra de la habitación
Verte desnuda y extenderte en la cama
Mientras tus senos generosos me invitaban a besarlos con locura
Y el placer de saberte excitada y mojada
Sin querer soltarme todavía
Teniéndome apretado contra ti
Hasta que por fin caías rendida de placer y de cansancio
A mi lado como una tierna puta enamorada.


Danzan las nubes en el cielo
Se agitan las ramas de los árboles
En torno a mi bailas como una diosa pagana
Las voces del pasado buscan redimirse
En el constante movimiento de los seres y las cosas


Y la lluvia y los caminos
Siempre me llevan a ti
Las casas viejas se extienden por el sendero
Y eres calor y refugio de un hombre viejo


Arrié hace tiempo las banderas de mi juventud
Hoy llevo solo un pequeño pendón
Con tu nombre y un pequeño corazón grabado en él
Es todo lo que puede sostener mi brazo


No me esperen este abril
Estaré buscándola inútilmente
Por todas las casas alegres de esta ciudad
Y me sorprenderá la lluvia en este vano intento.


Las ramas, las hojas y las flores que alguna vez guarde para ti
Se van secando detrás de la puerta
Mientras un día más muere en la ventana.

El tiempo tiene tu rostro
Tus manos y tu aliento viven en la lluvia que me moja
Las huellas de tus pisadas están grabadas en el pasto tierno
Y el olor de tu sexo son las flores salvajes del infierno.


Oh baby
Dulce miel
Ambrosia
Son tus besos
En mi boca


Eres puta
Re-putísima
Tú lo sabes
No me quieres
No quieres a nadie


A quien le importa
Si acabas en una acequia
Muerto por la ayuda de alguna maldito
Nadie sabrá cuanto la buscaste
Cuanto la quisiste


Eres solo un cliente para ella
Un punto
Y pasas como pasan todos
En silencio y para el olvido
La puta no ama a los clientes
Los desprecia.


El río Piraí lleva dibujado en su lomo
Los árboles y el cielo de Santa Cruz
Lento y manso a veces
Corre marrón hacia el infinito


Tu voz convertida en canto
En brisa y rumor de árboles
Y todo lo demás silencio
Y un corazón triste y enamorado


Y la hierba crece alrededor
De la fuente en medio del patio
Y el pájaro canta
Temprano en la mañana


Y la tarde es un río inmenso
Que arrastra recuerdos infinitos
Amores truncos y muchos olvidos
Que golpean en el centro del pecho.