-¿Me puede contar alguna anécdota divertida?
-Si quiere le cuento lo último que me pasó
-Dele
Estaba sentado esperando que se hagan las 14:00 para concurrir por una solicitud y no quería parecer apurado. Llegado el momento me acerque y toque el timbre.
-¿Quien es?
-Soy Dios
-¿Qué andaba buscando?
-Alguien por aquí requirió de me presencia
-No se hubiera molestado, eran solo nimiedades
-Para mi nada es trivial, cuénteme
-Lo que ocurre es que mi hijo es hincha de un club de futbol y quiere que su equipo gane y va perdiendo 2:0.
-¿Me deja pasar?
-Por supuesto, aunque le pido disculpas porque mi casa esta un poco desordenada
-No se moleste, me llaman de todos lados y en las peores condiciones. Si no le molesta ¿podemos ver lo que resta del partido con su hijo?
-Para nada, pase y fíjese si puede hacer algo
Realmente el equipo que alentaba el párvulo no acertaba una, pude haber hecho algo al respecto, pero mis colores eran los del equipo contrario, y no pude evitar una aplastante victoria del equipo de mis amores por 6:0
El niño comenzó a gritar y me hizo salir de su casa ni bien termino el cotejo.
Me dio la sensación de haber creado un ateo, pero los colores son los colores.

OTREBLA