Ya no pienso en poesía,
he perdido a la musa...
El alma que invadía
los sueños esquivos
los proyectos pendientes,
se ha esfumado de mi.

Me encuentro acaso
demasiado lejos de todo,
aquello que me inspirara
a soñar despierto con algo
que se ha tornado vacío, roto.

Ya no pienso en poesía,
me dedico a vivir, ¿feliz?
tristemente alejado así,
de las quimeras que un día,
en qué me sentí solo, construí.

He perdido a la musa,
me he llevado la vida en ello,
desperté en una nueva realidad,
lejos de el soplo de inspiración
que me hacia soñar con encontrarle.

Crecí, dejé de vivir mis sueños.
Anduve dormido volando sin saberlo,
y ahora que despierto me doy cuenta,
espero dormir de nuevo, ahora...

Para seguir soñando con la vida,
que un día soñé y en cierto modo tuve,
hoy que me doy tarde cuenta
que no tiene caso vivir de este modo.


Sólo resta pensar que algo bueno vendrá,
a sacarme de mi encierro mecánico,
enajenado, vacío y mundano...
Y vuelvo a tomar pastillas para hallar a la musa perdida,
porque si no existe, dudo que pueda seguir despierto, en una vida tan vacía.