Siempre contigo parte 2

Los días pasaron y una tarde al salir del departamento de Sharid, Rita enfrentó a su padre.
-¿cuantas más?
-¡hija! – responde asustado.
-¿cuantas veces más eh?
-hija déjeme explicarte.
-¿explicar qué? ¿Qué le amueblaste su departamento? ¿Que ese es su nido de amor? Con que cara me dices que me cuide. ¿Tú te cuidas? Ella no es mi mamá pero no se merece esto. No se merece que le hagas esto, que la engañes con esa.
-hija entiéndeme
-¿entender qué? ¿Qué tienes una amante?
-no. Pero…

Rita desapareció, tardó en comunicarse todo ese día. Por la noche Rita visitó a Sharid y la enfrentó

-quien eres – pregunta Sharid al abrir la puerta.
-¿tu? – pregunta Rita
-¿nos conocemos?
-soy hija de Morgan ¿puedo pasar?
-bien. – dijo ella después de una pausa
-quiero que en este momento le hables a mi mamá y le digas donde estoy.

Sharid habló con Margaret para decirle de Rita. Margarte no tenía idea de lo que estaba pasando. Hasta que Morgan le cuenta la verdad como resultado de esto Margaret pierde el control y se sale a dar un respiro.

-¿qué está pasando? – pregunta Margaret
-tengo saliendo con una persona más de 5 meses – dice él.
-¿de qué me estás hablando?
-trato de atenderte todos lo días. Tal vez en esto momentos estamos pasando por algunos problemas, pero no era para que me engañaras.
-entiéndeme. No quieres que te toque, no me das ni un beso. Salimos a la calle y quieres que te tome de la mano, cuando hace unos meses ardíamos de pasión, de amor.
-¿y por eso me tuviste que cambiar por otra?

Al día siguiente después de esa fuerte discusión Morgan se va de la casa y renta un cuarto lejos de casa y lejos del departamento de Sharid.
Morgan, borracho visita a Sharid para reclamarle el daño que le ha hecho.

-hola, tenía días de no verte. – dice ella muy emocionada.
-¿puedo pasar? – pregunta molesto.
-vienes con aliento a alcohol.
-si. ¿Pensaras si quiero sexo?
-no me ofendas. ¿A qué viniste? –ella dice indignada.
-¿porque? Te aprovechaste de mi situación. De la crítica situación en mi matrimonio. Sabes que él no te puede amar como me buscaste, me enamoraste. Y hoy mi esposa no me quiere ver.
-¡perdón! ¿Y dónde quedo yo?
-sabes que me voy – termina el.

Los días pasaron y Morgan seguía viviendo en un cuarto sin ver a su amante, ni a su esposa ni hijos. El tiempo pasó y poco a poco Roberto se fue recuperando con la ayuda de las terapias, Sharid se fue muy lejos de Roberto. Lo dejó solo.
Morgan dejó de ver a Sharid, para pasar a trabajar de tiempo completo y después de un año de reflexión y pagar su grave error regresó a casa para darse una nueva oportunidad con su familia. Ver todos los días a sus dos hijos correr por la casa y ver a Rita todas las mañanas desayunar en la mesa con su pijama y calcetas. Ver todos los días a su esposa y no apagar la llama de la pasión. Y Mantenerse siempre con ella.


Fin.