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Inicio / Cuenteros Locales / curiche / El huaso Raymundo y su ahijado Emeterio, 6° capitulo

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El Raymundo y la tierra.

No hay bautizo aún, llega el colorao, la elecciones y…

“Levántate y mira la montaña
De donde viene el viento el sol y el agua
Tú que manejas el curso de los ríos
Tú que sembraste el vuelo de mi alma.
Levántate y mírate las manos
Para crecer estréchala a tu hermano
Juntos iremos unidos por el tiempo
Hoy es el tiempo que puede ser mañana”
(Plegaria a un labrador; Víctor Jara.
Fragmento)
La vida rural teje sus propios tiempos, luego del casorio al parecer la Ernestina y el Chamelo fueron poco a poco juntando ambas casas, y a los pocos meses Rosamel, estaba en casa de la Titina, la casa era de ella, unas hectáreas pocas que daban mucho trabajo hacerlas producir, eran lomas de secano. El del chamelo no, por que, era inquilino de a pié de la doña.
La Rosa del Raymundo se fue temprano de la fiesta para acostar a sus niñas y dejar que su Ray compartiera con sus amigotes, -como a veces le decía-, éste y su compadre Luterio como no habían probado el asado en el casorio, le entregaron su parte y a la Rosa y a la Lucha con el fin de que les preparasen un “ajiaco” al almuerzo de día domingo, la caña, había que reponer y el ajiaco era lo mejor.
El Emeterio quería quedarse con su paire y su padrino, pero, por ser tan pequeño no se lo aguantaron ni el Ray ni el Luterio, menos la lucha, así que de mala gana y rezongando se fue con las mujeres y era que, se sentía menospreciado el lindo, si le dijo a su padrino. “parino, ¿Por qué me tengo que ir con mi mamá y la mairina Rosa, cuando ellas son mujeres?” –Mírele el lindo, la que aprendió-- dijo la Luisa, lo agarró del moño y pa la casita de la manito con ella, eso por que el lindo, podía esconderse y regresar a la fiesta.
A eso de las 9 de la mañana del domingo, se comenzó a terminar la cazuela y lo poco de asado, el vino también mermaba rápidamente, poco a poco se fue terminando todo, el Raymundo que sabía en donde estaba la titina y el Chamelo, seguían cantándole para que “sacara la vela de la palmatoria”, pero, parece que la titina o estaba muy feliz y no quería salir, lo mismo que el chamelo o tenían algo de vergüenza de salir a esa hora, si eran solteros. (Por que así lo creían) por que por rumbos se usaba que en la mañana los invitados iban a saludar al novio en la cama (algo así como la muestra de la sabana en el medioevo).
En la mitad de la semana supieron en esos campos, que el párroco de la zona, había solicitado permiso al obispado para ir a ver a sus padres, ya que le había llegado un cablegrama desde Bélgica que le informaba que uno de ellos está por fallecer, así qué, fue autorizado a viajar, por lo que se envió a reemplazarlo un cura recién salido el Seminario Mayor , con lo que, Raymundo dijo que se esperaba al cura extranjero por que con el podía conversar, y no hubo caso de sacarlo de allí, por lo que al menos tres meses que sería lo que tardase el padre belga en regresar, siguieron las cosas su ritmo.
Una tarde de invierno pasó el monsiú de a caballo citando a todos para una reunión en las casas el domingo entrante a medio día. Lo extraño era que a esta llamó también a las mujeres mayores.
“Nada bueno se aproxima compadre Luterio”. Dijo Raymundo, “siempre nos ha llamado a nosotros los hombres y ahora a toititos los mayores”
“No se” dijo el luterio, pero, “se me imagina lo mesmo”, “será por las votaciones que vienen usted ha visto compadre (Luterio dice) que cada vez que hay votaciones nos llaman un día antes para decir lo que hay que hacer, pero ahora faltan varios meses”
“Si pues compadre, algo raro hay por que el ministro ha andado nervioso todos estos días y preunta ¿Si ha pasado alguien extraño por las tierras?, y con el fusil listo, y más balas en la canana que tiene, creo que es eso compadre Luterio”
“A mi me ha dicho que cuando vayan venir mis hermanos de la ciudad debo avisarle para saber que vienen visitas, que si no le igo, me echará de las tierras y a cualquier otro que desobedezca sus ordenes” “Luterio, no solo a vos, si también pasó por la casa y le dijo a la Rosa grande lo mismo que a vos”
“Gueno Raymundo, pá que preocuparnos antes, mejor esperamos al domingo”
Llegó el domingo, de tempranito caminó todo el mundo a las casas patronales, allí, en la bodega grande habían bancas largas para que se sentara la gente por que el francés quería que le oyeren clarito y además de mirarlos como siempre desde arriba.
Llegó la hora y apareció el monsiú solo, con un látigo en la mano, el que usaba para las bestias, y con la pistola enfundada en el cinto, de sombrero alón puesto, los otros con sus sobreros o “chupallas” en la mano.
Una mesa larga con vasos y algunas bandejas desocupadas aún, también era parte del paisaje.
Preguntó el francés ¿Si estaban todos? Toitos, dijo Raymundo.
“Bueno, los he citado a todos por que quiero hablar solo una vez, así, como no falta nadie, ninguno luego podrá “hacerse el de las chacras”. Miren, no se por qué la doña no se opuso a que pase el camino por el medio de la parcela, si desde ese mismo día que empezaron a pasar las micros, he llagado gente indeseable, hay uno que se me ha escapado varias veces, creo que hasta se disfraza de “FALTE” o alega anda comprando legumbres del año, pero, nunca compra nada, y viene a meterles ideas extrañas a las cabezas de ustedes, el es “colorao” que anda por acá y si lo pillo lo pasará mal, y si me lo encuentro alejao de acá, de un balazo lo echo, toy autorizao para usar esta cosita, y ya saben que la puntería no me falla” “en el jeep, ando con una pala así que me lo entierro allí mesmito (trata de usar términos de la zona, solo que con su acento francés), no quiero ningún comunista por acá, ya lo saben, y si lo ven, me avisan a mi, no estoy hablando en broma, y ellos, los coloraos, han inventado esa cosa de que la tierra debe ser de los inquilinos, que Reforma Agraria quieren, que escuelas mas grandes, quieren que ustedes, manejen el fundo y los otros fundos, harto les costará, y ustedes no piensen como ellos, estas tierras desde que es Chile han sido de los patrones, y ellos, los patrones, les dieron casa y trabajo a sus abuelos y a sus padres, y ahora a ustedes, las gracias debieran dar por la buena voluntad de la patrona de mantenerlos acá, si hasta le está construyendo casa de ladrillo, y esta, es de adobe de barro, las de ustedes serán mejor que estas, supe que les habló de hacer sindicato, carajo, si sé, que pasa algo así, a todos los que se metan a esa cuestión, los echo al otro día, arriendo una aplanadora y la paso por encima de sus casas y cosas, ya lo saben.
Pero, junto con lo que les dije, aprovecho para contarles que en un par de meses mas hay elecciones de Diputados y Senadores, esto me dijo la doña que les dijera y que su tío Don José Gregorio, va de candidato a Senador, y ya ustedes conocen al caballero, es muy educado, y buena gente con todos nosotros, cuando viene por acá, se acuerda de cada uno y de sus padres que trabajaron para él, así que la doña quiere que todos voten por él, y por su hermano, don Juan Luis, que va para diputado, por ambos hay que votar, ustedes serán beneficiados si ellos salen elegidos.
Ahora para pasar la tarde, la patrona dijo que hiciera unas empanadas y unos pollos fiambres, hay una par de garrafas de 10 litros de tinto para pasar el almuerzo que comeremos ahorita, pero, ¿Quedó todo claro niños?
“Si señor”, sonó de todos, con algo de temor, con algo de sorna en algunos, pero se lo guardaron para si, pa otro momento
“Señor” habló el Raymundo.
“¿Que pasa Raymundo?
“Pasa señor, que mi hermano que se crió en el fundo, desde antes que usted llegara por acá, está viniendo los fines de semana, y la doña, cuando mi hermano se jué, le dijo que, “viniera cuando quiera”, eso monsiú, na más.”.
Bueno, ya lo se.
Ahora, tomemos y hagamos un brindis por el trabajo. Mientras esperamos por las empanadas. Salud, dijo el francés, salud dijo la gente.

“Hágase por fin tu voluntad
Aquí en la tierra, tráenos tu reino
De justicia e igualdad
Danos tu fuerza y tu valor al combatir
Sopla como el viento la flor de la quebrada
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil”
Víctor Jara, Plegaria a un labrador, fragmento)

Luego se almorzó en silencio, no había lugar para brindar o estar alegre, era una obligación estar allí aquella mañana, nadie dijo nada, solo se habló se los corderos, las ovejas, los carneros, del rodeo del año anterior, de que el Chamelo iba seguido a casa de la Ernestina y que ésta andaba feliz, que había recobrado los colores de la juventud ida al salir de la niñez, que el Rosamel era un buen hombre y que parece era seria la cosa entre ellos, Raymundo y Luterio sonreían ya que aun creían en la broma, alguien habló de que las empanadas no estaban tan caldeas como la de la Rosa grande, el pollo fiambre estaba bueno y que el vino mejor, una vez concluida la reunión, poco a poco fueron abandonando el sitio, no había alegría entre ellos, los mas amigos se fueron caminando juntos, un secreto temor los inundaba, ya que alguien había ido con el cuento al monsiú, era verdad que un hombre de mediana edad, se dejaba caer en ciertas tardes y que conversaba con los inquilinos, era de la tierra también, conocía bien el lugar, les hablaba de cosas bonitas, de mejor vida, de mejores condiciones de trabajo, que no era cierto que la tierra siempre ha pertenecido a estos ricos, sino que antes, eran tierras libres en donde vivía un pueblo milenario, con la llegada de los españoles les asesinaron y quitaron sus tierras, que más bien, ellos, los trabajadores, podían vivir sin los patrones y ellos no, los amos sin los trabajadores no son nada les decía, también que debieran aprender a leer, que lo mejor era que los hijos a como de lugar vayan a la escuelita que se fundó, y bueno dijo, si “el jutre” quiere guerra, conmigo no se la va a llevar pelá, le, “va a salir la gata capada”, que no le tengo miedo a las balas y que también sabía disparar, más bien el que debe temer les dijo era el monsiú, que habían ido unos amigos pa Francia y regresarían con noticias, “ya verán ustedes como huye, que no es tan fiero ahora, que antes parece mató mucha gente por allá por Europa”. El colorao, dijo tomaría más precauciones para no embromar a ellos, y se marchó, les dijo que si podían deberían votar por otra gente, que recordaran que el Senador, era tan malo con los trabajadores y finalmente les dijo que hasta en la familia de la doña había alguien que concordaba con las ideas que el llevaba.
Llegó el día previo a la elección, los empleados de la casa patronal prepararon la misma bodega, la misma mesa larga y pusieron sobre ella, bandejas y algunos servicios, no faltaron algunos platos, sobre otra mesa se colocaron las “damajuanas” con vino y chicha, en una parrilla grande se asaba un par de corderos, en los hornos se cocían unas empanadas, el día anterior se cocinaron varios pollones y serían servidos fríos, había un revuelo controlado en la casa de los patrones, estaban alegres, si otro miembro de la familia debutaría en la política como diputado, tan solo les faltaba el general, había un pariente que en Roma fungía como sacerdote llegándose a decir que bien pudiera ser que llegase a obispo, su primer destino como sacerdote fue la parroquia en que está el fundo, de el nos encargaremos en el próximo capitulo. Tal era la alegría en la familia de la doña que hasta ella pasaría por donde sus trabajadores a saludarles y entregarles algunas buenas nuevas, y sonó el campanario llamando a todo el mundo.
Unas cantoras contratadas hicieron su aparición, guitarras, acordeones, tormento y hasta un arpa llevaban para cantarle cuecas.
Bueno, empezaron a llegar de uno o dos, empleados e inquilinos, a la entrada de la casa, ahí mismito abajo del cepo colgado se sacaban el sombrero, algo cohibidos entraban en la bodega, pero, ahora ahí dentro daba vueltas el monsiú, mostraba alegría el hombre, ni sombrero, ni pistola, ni rebenque, si hasta parecía ser humano, cuando ya estaban todos juntos, llegaron el tío y sobrino candidatos, si hasta saludaron a todos los asistentes con un apretón de manos, sonrientes, alegres, irreconocibles los rotos palogruesos, habló el sobrino, que votaran por él, el tío mas ducho en esas lides, habló mas, de que era necesario votar por él, que, el país requería gente de trabajo como él y su sobrino, y luego la patrona, ella con su dura sonrisa, les dijo qué, en la elección le gustaría todos votasen por sus parientes, que si ganaban ella les aumentaría el salario en un 5% y la galleta diaria sería mas grande, que para que les comprasen algo a sus niños, le dejaría un sobre con dinero a cada uno y que el monsiú les entregaría otro sobre para que lo metan en la urna de sufragios, y que como contentos estaban había almuerzo y vino, y que se quedaran en la bodega hasta que las velas no ardieran ya, que al día siguiente a las 9 de la mañana, pasaría por el camino una micro que los llevaría votar en la mañana y los regresaría por la tarde, que podían ir con la familia para luego pasear por la playa, dicho todo eso, se marcharon los candidatos la doña y luego se iría el monsiu, que antes entregó a cada uno un sobre con unos pesitos.
A las nueve de la mañana la micro recorría el camino, subiendo a los votantes, en u par de cruces se detuvo y esperó, hizo sonar la bocina varias veces, en la medida que se sentaban el francés les entregaba el sobre con el voto, (serían esas las últimas elección que se podía hacer eso, más adelante se instauraría el voto único, como el de hoy) llegaron a las mesas a votar, colocaron su firma y en la caseta cambiaban el voto entregado por el presidente de mesa por el que les entregó el monsiú, que curiosamente era exactamente igual que el otro.
En la tarde los recogió y regersaron a sus quehaceres, al llegar al fundo, el monsiú, le dio la última buena, mañana lunes no trabaja nadie, hay asueto.
Con los votos de los fondos de la familia, el senador y el diputado estaban asegurados, así que fueron electos.




Glosario

Ajiaco.- plato típico, muy de día lunes, hecho con tiras de carne asada del día anterior, cebolla y papas, ají, y algo verde, se dice que compone el cuerpo luego de una borrachera de fin de semana.
Damajuana.- botellón de 10 litros
Chupalla.- sombrero campesino hecho de paja de trigo, trenzada y cosida.
Hacerse de las chacras.- decir que no se sabía, lo que cobran

Falte.- Hombre, comerciante que recorría los campos cargado de mil cosas, de su cuello colgaban elásticos, hilos, botones, alfileres, y una y mil cosas, parecía un ekeko del altiplano, por ello le decían El Falte, ya que cargaba lo que faltaba en las casas entre cosecha y cosecha, o entre pago y pago, y en las casas habían faltas y vicios

Faltas.- lo imprescindible para la vida, azúcar, te, manteca la hierba mate etc.…

Vicios.- lo no imprescindible, cigarrillos, vino, café, etc.…

Colorao.- termino para identificar gente de izquierda, en particular comunistas.

Jutre o futre, nombre de una planta de la familia de las orquídeas, de largo tallo, deciase a los tipos de cuello tieso, patrones de diferente índole.

Salir “la gata capá”.- algo así como que le salga el diablo al paso, que se tope con alguien mas duro que si.


Texto agregado el 15-08-2004, y leído por 396 visitantes. (8 votos)


Lectores Opinan
29-04-2007 Mis 5*. Sigo la lectura que es muy bueno el cuento. salambo
08-01-2007 ******* pantera1
26-05-2006 No eres campesino, pero posees alma, conocimiento y el poder de la pluma ***** SorGalim
23-07-2005 Tal y cual eran las elecciones en los predios campesinos, la inclusión de los versos de Victor Jara, le dan al capítulo una notable connotación, hay tanta información en esta historia que se hace difícil pensar que nunca has sido campesino. Te felicito y siguen yéndose mis *s . tronador_68
05-12-2004 La plegaria de un labrador de Victor Jara es una maravilla que emociona, la incluyes en tu texto en el justo momento de la narración. En este capítulo veo más historia de lo acontecido en visperas de la Reforma agraria, y la actitud de los latifundistas hacia sus trabajadores, a quienes veían como un ganado de otra especie. Algunos detalles del desarrollo del cuento como la relación en matrimonio de Rosamel y la Titina y la sorpresa de ser convocados y agasajados todos los mayores, hombres y mujeres, un personaje de la época el " falte " con sus ideas pregonando y otro asado a todo dar para comprar el voto de cada trabajador. Interesante y muy bueno, es como recordar historias de " los viejos ". ***** alamohuacho
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