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Era mi tío Abraham
Tenía aproximadamente 5 años, estaba en el patio de mi casa en Chiguayante, jugaba bajo un parrón , sorpresivamente levante la vista y lo vi; una tenida de color azul oscuro; brillantes botones ;una hebilla de cinturón que brillaba como el sol, cara sonrojada, gorra militar, era como mis héroes, que salían en la revista OKEY de la época ( 1950) o los valientes marinos de la 2da. Guerra Mundial , amable, distinguida figura, grato tono de voz, con una mirada franca y honesta, que daba confianza y cercanía.
Era mi tío Abraham.

Cuando en mis peleas infantiles con compañeros de escuela, se cachiporreaban, y decían que tenían tíos y parientes, que eran aviadores, militares, abogados,cazadores de leones y muchas otras fantasías de niños , yo de inmediato mencionaba que tenía un tío marino que conocía todos los puertos del mundo y había dado la vuelta a la tierra varias veces, era el más valiente del barco que incluso había desafiado a piratas y bucaneros, resultando siempre victorioso y para más argumento lo emparentaba con Arturo Prat y el corsario negro, pirata muy de moda en esa época y que era mi favorito.
Era mi tío Abraham

Hermano de mi padre y único de los numerosos hermanos que siguió en la FF.AA., específicamente en la marina y en esos años la defensa de costa, ahora infantería de marina.
Un día concurrí a la celebración del 21 de mayo en la Base Naval de Talcahuano, entre el gentío y mi baja estatura, el rugir de la banda de guerra y el pasar de cientos de marinos, carabineros, militares, colegios sorpresivamente entre los gallardos marinos con uniforme impecable y casco de guerra, comandando una escuadra distinguiéndose por su blanca piel vi una cara ya conocida
Era mi tío Abraham

Esperábamos el tren, flecha del sur, que venía de la capital junto a mi tía Irma y sus hijos María, Tete, Elsa y Gloria expectante mirábamos los vagones repletos de pasajeros alguien sonriente nos hizo señas, luego vino el reparto de pastillas y golosinas que él siempre nos regalaba.
Era mi tío Abraham

Yo miraba con respeto y admiración ese precioso uniforme que el llevaba tan dignamente y me decía que cuando fuera grande seria como él y algunas noches en mi infantil mente soñaba estar arriba de un barco navegando por un gran mar azul, lleno de barcos piratas en cuyos mástiles flameaba la bandera negra con una calavera con huesos blancos cruzados, nuestro barco era guiado por un capitán de sereno y firme mando al cual todos los marineros obedecían ciegamente, al mirarle la cara
Era mi tío Abraham

Concurrí al cementerio de Concepción y observe un Adulto Mayor que con un costal de flores visitaba las tumbas de sus diversos familiares inhumados en ese camposanto y en a cada una de esas tumbas, de su madre hermanos y demás parientes depositaba sendos ramos de hermosas y frescas flores con amor delicadeza y respeto
Era mi tío Abraham

En un verano nos juntamos en su querido Puren en casa del Tío Froilán el andaba con su hijo mayor Abraham; tenía una escopeta de caza y me enseño los principios de ese deporte y salíamos los 3 a recorrer esos lares comienzo de la cordillera de Nahuelbuta, en los ratos de descanso y merienda él nos contaba sus andanzas y anécdotas de marinero, de los cuales yo no perdía detalles, pidiéndole pormenores de algunos relatos, nos ensenaba el nombre de árboles y plantas, las cuales para mí que era de la ciudad, cada nuevo nombre tenía un significado según mi imaginación. Cuando junto a mi primo, le hurtábamos a la tía Naty ciruelas, guindas, melones y sandias verdes ,las que comíamos furtivamente y éramos sorprendidos por el en forma amable pero firme nos llamaba la atención
Era mi tío Abraham

Estando en mi casa llego un día con dos plantas de árboles los que enterró en mi jardín y patio, los que se reprodujeron admirablemente, alegrando con su verdor y olor, mi humilde morada, amaba la naturaleza y me imagino que recordaba su Puren natal, al pasar días atrás por esa casa terremoteada y restaurada, aun están gallardamente erguidas como dando testimonio del pasar de un ser humano que amaba la naturaleza.
Era mi tío Abraham

Tío ya descansas en paz, pero el recuerdo que dejaste en tus hijos, sobrinos y demás familiares perdurara para siempre, esos árboles dan fe de tu paso por esta tierra, no solamente los plantaste en mi patio sino también en casa de otros familiares, instituías y tu experiencia te dictaba que era un legado imperecedero que perdurara y serás recordado por ello y muchas cosas más solo tengo un recuerdo honorable de ti, muy serio pero siempre amable ,cariñoso en tu hogar. Mi mente y alma de presunto escritor imberbe, y aficionado no es capaz de aquilatar, dimensionar ni expresar, ni menos colocar en un humilde papel esos sentimientos, para testimoniar a un ser humano que cumplió la misión encomendada por Dios y dejo recuerdos imperecedero de su paso por este mundo, desgraciadamente los seres humanos no mostramos nuestro cariño y respeto por nuestros semejantes, solo nos damos cuenta una vez que ya no están en este mundo y es demasiado tarde para decírselo, era mi héroe y nunca te lo dije. Solo nos queda encargar a Dios que le de nuestro recado porque lo tiene en su santo reino.

Ese era mi tío Abraham
Mayo de 2013

Texto agregado el 14-06-2013, y leído por 118 visitantes. (0 votos)


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