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Inicio / Cuenteros Locales / kaworuNagisa / Réquiem para una entidad vacía

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Hay un canto que desafina en mi interior, no hay armonía, sólo un sonido deliciosamente angustioso.
Cuando el firmamento es un mar de cuchillos no hay nada que hacer, no cesará hasta herir inexpugnable y fatalmente a mi alma, que agoniza frente a mi.
Parpadeo y observo con temor que los cuchillos adoptan la forma de manecillas de reloj, entonces infinitos tiempos la torturan y arrasan con ella,escupiéndole legiones de verdades. Temiendo lo peor la cubro en un abrazo, lavo sus recuerdos con mentiras piadosas y en su estado agonizante, aún es capaz de esbozar una sonrisa.

Siento una brisa fresca que acaricia mi cuerpo...luego me doy cuenta que es sangre invisible...mi alma me mira, ya no sonríe, me dice:
"de muchos colores será tu vida" y que superaré este dolor oceánico que comparte conmigo...pasado un tiempo se desvanece, y lloré, lloré como nunca antes llorara un hombre, lloré de debilidad, de impotencia, lloré abrazos temblorosos y una despedida que nunca se realizó.

Los días pasaron y yo seguía alimentándome de angustia y temor, hasta que mi sueño me abofeteó primaveras y cerezos en flor, a través de él, sentí sus caricias en mi rostro desconocido ya sin alma
pero aún con el sueño de ella...
Caricias tibias y una nueva sonrisa imaginaria me salvaron de morir por segunda vez.
Hoy desperté y alguien susurrando dijo mi nombre, me rogó que no me levantara, que no era conveniente salir aún al sitio donde se cruzan todos los destinos.
Me sumergí desde entonces en un tedio eterno, sin crepúsculos.


Catorce noches y ningún día retumbaban en mi envase vacío. No sabes cuánta falta me haces, mis pensamientos construyeron catedrales
porque saben que siempre estarás muy dentro de mi.
Me di cuenta que se estaba consumiendo mi vida.
Oí a lo lejos, los gemidos de unas campanas
¿De qué se lamentan? pasó un tiempo y los afligidos sonidos fueron cada vez más inaudibles, comprendí entonces que el péndulo de mi vida estaba por detenerse...
Estoy preparado ¿no? Inhalo por última vez ese suave y craquelado suspiro nocturno...¡vámos!

Texto agregado el 12-05-2013, y leído por 209 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
07-05-2018 Una experiencia intransferible : la muerte. Así la define Martin Heidegger. Le podemos dar un sentido aunque sea escribiendo como lo has hecho. Marthalicia
10-01-2014 Un texto que gime, que desfallece y se lamenta, que toca conciencias y aborta sensaciones que no alcanzan a crearse... dolorosas y sangrantes brotan y agonizan. lluviadeabril
12-07-2013 Perdidos en la infima molecula que es nuestro propio universo de sentimientos incomprendidos ... dust
13-05-2013 Muy lindo, vibrar en el sufrimiento, debemos ser algo así como locos, o humanos gregorzamba
12-05-2013 "Nunca preguntes por quién doblan las campanas?"... (Hemingway) Muy conmovedor, tu desolación brilla en tus letras.***** girouette-
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