El le cantaba a las nubes
y solía asomarse cada noche por su ventana,
el tabaquismo era el único que lo acompañaba.

El quería volar entre las nubes,
soñaba con los labios carmesí que probó
de aquella mujer que sus suspiros robo.

Y no les hables del silencio
que cuelga de sus pestañas junto al tiempo.

Ella dibujaba sobre el papel,
corazones y gorriones volando entre el color
y las canciones de un adiós ahogado en dolor.

Ella quería volar sobre el papel,
soñaba despierta con sonreír hasta llorar,
que por su vientre un jardín fuese a aflorar.

Y no les hables del silencio
que cuelga de sus pestañas junto al tiempo.
Se encuentran.

Se tocan.
Se besan.
Y las cadenas que llevan ya no pesan.
Nacieron juntos en diferentes úteros y pierden el habla,
entre el lugar perfecto y el anhelo que ahora es palabra.

Ellos son los olvidados.
Los corazones que..
..una vez fueron violados.

Ellos hablan en silencio,
y ahora entre risas son uno entre cientos.
Solo uno entre cientos.
Entre cientos.