Sara despertó en una habitación oscura, negra literalmente.
Desde la otra habitación se podía oír perfectamente la voz de una niña, cantando una nana.
Sara tenía mucha curiosidad por saber quién era la tal persona, a pesar de que estaba atada podía caminar, y fue saltando a la otra habitación.
Efectivamente, la niña que anteriormente la desmayó y la ató estaba allí, meciendo una cuna, cuya madera estaba podrida, y llena de gusanos.
La niña cantaba una nana:
-1, 2, ahora estoy 3, 4, me escondo, te mato, 5, 6, ya no me veis...Y así continuaba.
-Hola, ¿quieres cuidar a mi hermanita?, quieres, quieres, quieres...-Dijo la niña siniestra.
Sara negó con la cabeza y, le enseñó su "hermanita" era un bebé, pero le faltaba la cabeza, estaba ensangrentado y a pesar de estar muerto, lloraba y gritaba.
Sara salió de la habitación horrorizada y por el pasillo había una muñeca caminando sola con un cuchillo en la mano, y diciendo:
-Te voy a encontrar, ya estoy cerca, estoy en tu país, ahora en tu ciudad, ahora en tu calle, ahora en tu casa, ahora en tu habitación, ahora te e matado. ¡Jugar, jugar, matar, jugar, jugar, matar!.-Decía sin parar.
Sara corrió hasta la puerta de entrada, donde había una mujer vestida de novia, con el pelo muy rojo, y llorando sangre.
La mujer gritaba como si acabase de ver un fantasma, y decía:
-Mi marido, me dejó, hace años, ¡Lo encontraré! y lo arrastraré al infierno con migo.
Sara no podía creer lo que estaba viendo, había visto una niña fantasma, un bebé muerto, una muñeca que caminaba y una mujer olvidada.
Trató de esconderse en una habitación, pero no fue la eligió muy bien, estaba llena de cabezas. Todas con un nombre puesto.
Y en una de un hombre ponía:
"Descabezado"
Sara se rió a carcajadas.
-Jajaja claro, descabezado nunca mejor dicho.
-¿Te ríes de mí?, ¿a caso te parezco gracioso?.-Dijo una voz de hombre.
Sara asustada pregunto:
-¿Quién eres?.
De allí salió un hombre, vestido de negro y ¡Sin cabeza!
El hombre no tuvo piedad, mató a Sara, y ahora siguen esperando a más gente indefensa para matarla.