Cierro los ojos a cal y canto y se llena de sombras la habitación. En el interior de la noche el aire no se mueve. Entonces, dibujo con los dedos siluetas en el vacío. Se desvanecen. Veo correr sobre el blanco ardiente de las paredes blancas de Vejer una muchacha de negro, mordiendo un clavel rojo entre los dientes. No la puedo sujetar porque también es una sombra incandescente. Estoy sentado en el salón dorado del Mexuar, leyendo el final del Ulises. Estoy sentado en una lonja de Aljeciras donde los ojos de cal no los puedo abrir ni cerrar.
Juan Yanes
Texto agregado el 30-01-2013, y leído por 123
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Lectores Opinan
31-01-2013
Pronuncias Vejer y me evocas esas calles morunas con las que he enamorado a más de una señorita en noches estivales. Donde vuelvo cada verano. Solo una pega: Algeciras es con g. Cierra los ojos a menudo, así disfrutaré cuando te leo. Lekapi
31-01-2013
¿Será que el hombre de tanto imaginarse por allá, se fue y se convirtió en escultura bajo el sol de Aleciras? Eusebiox
30-01-2013
imagenes evocadoras del prototipo de la mujer española, de los blancos pueblos del sur calcinados por el sol. Me ha gustado, pero ir a la lonja de aljeciras con los ojos cerrados a cal y canto...NO LO VEO. elisatab
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