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Fue ingresado en un hospital psiquiátrico, era el manicomio mas grande de la ciudad, lo llevaron sus parientes para ver si se podía curar de la enfermedad que padecía, pasaba todos los días caminando muy lentamente por los pasillos del hospital, vestía un uniforme de enfermo color blanco, pantuflas color blanco, se perdía en los cuartos y jardines del mismo, miraba al cielo con la vista perdida y decía incoherencias que muchos enfermeros y psiquiatras no entendían en lo más mínimo. Según el reporte médico, padecía de una esquizofrenia aguda, los familiares contaron que la enfermedad le llego de repente y sin previo aviso, la mente se le nubló por completo y empezó a decir frases sin sentido, en su mundo quería arreglar el país, que los pobres ya no fueran pobres, que la paz reinara en todo el mundo, que los políticos fueran honestos, que no hubiera nada de corrupción en el país, antes de padecer la enfermedad fue un eminente catedrático universitario de ciencias económicas, había participado también en muchas políticas económicas impuestas por el gobierno, las cuales elaboró para el gobierno de esa época, eran políticas mas justas y sensatas para la mayoría de la población, pero nunca fueron llevadas a cabo, fueron tachadas de una locura, muchos dijeron que era obra de un chiflado o de algún trastornado mental.
Los fines de semana eran un día cualquiera para él, no lo llegaba a visitar nadie, su única distracción era pasear por los jardines del hospital y tomar un poco de sol por la mañanas, notó como las demás personas veían a los otros enfermos como seres extraterrestres, como seres anormales por pensar y actuar de una manera diferente a las demás personas, el director del hospital se le acercó a platicar y le dijo:
-¿Como te va?-
-¡Bien! tomando el sol, el sol me da energías y me llena la cabeza de buenas ideas-le dijo.
-Los rayos solares, ayudan a calentar-le dijo el director del hospital.
-Más que eso, es energía pura, sabe usted señor director que los rayos solares están compuestos de ondas de luz infrarroja, un espectro electromagnético que contiene los colores del arco iris y hay también rayos gama y ultravioleta.-
-Parece que sabes mucho de los rayos solares-le dijo el director del hospital.
-Un poco, lo necesario, cuando menos sienta señor director, me monto en un rayo solar y me voy de acá para nunca mas volver-le dijo el enfermo.
-Solo que no te vayas a caer-le respondió el director-¿Te has estado tomando los medicamentos?-le preguntó.
-Todas las dosis y a la hora indicada-le respondió
El director se despidió del enfermo y se fue a su oficina, el enfermo mental siguió dando vueltas en los jardines, notó que en el portón del hospital, el seguridad no había puesto el candado que cerraba la entrada, se acercó con mucho cuidado al portón, miró a su alrededor para asegurarse de que nadie lo estuviera observando y poder escapar.
Salió muy rápido y nadie notó su ausencia por el momento, caminó por las aceras y calles de la ciudad, le pareció extraño y confuso todo lo que observaba a su alrededor, caminó mucho y varias personas se le apartaban, lo miraban como un extraño, como un extraterrestre que había llegado de otro planeta, se adentro por unos bazares y una señora al verlo le dijo:
-¿Quiere medirse un pantalón y una camisa?-
-Bueno porque no-le respondió.
Se talló el pantalón, la camisa y le quedaron perfectamente, la señora le dijo que por un poco de dinero se las podía dar, ya que no había podido vender nada.
-señora como usted bien sabe, no vende mucho porque la oferta supera a la demanda, le recomiendo que ya no adquiera mas ropa y empiece a vender la que tiene ahorita en existencia, es simple es la ley de oferta y la demanda, además le voy a dar otro secreto para que pueda vender, baje un poco el precio y verá como aumentan sus ventas, la inflación aumentará y ya nadie podrá comprar sus prendas-le dijo el enfermo metal.
La señora lo vio con extrañeza y le dijo:
-llévese la ropa y cuando pase de nuevo me la paga-
Salió de los bazares con sus nuevas prendas, así también notó que ya nadie lo observaba con extrañeza, ya no era un ser diferente a ellos, lo miraban con naturalidad y pasó desapercibido por toda la ciudad, camino y camino mucho durante horas, observó a varias personas que no miraban el camino, únicamente agachaban la cabeza y tocaban un aparato muy pequeño, a una de ellas por ir tocando el aparato pequeño se golpeó en la cabeza con un poste del tendido eléctrico, una persona que estaba junto a él le dijo:
-La gente por ir hablando por teléfono, se golpean ellas mismas-
-¿Esos aparatos son teléfonos?-le preguntó.
-Si, que nunca había visto uno-le dijo la persona.
-No nunca-le respondió.
-Son una maravilla, dicen que ahora están saliendo algunos que tienen incorporado un traductor, cámara, video, música, juegos, televisión, dan el clima, las noticias, te avisan cuando tenés que levantarte, hoy esos aparatos hacen todo por uno-le dijo.
Vio con asombro a la persona que estaba hablando con ella y le respondió:
-Eso es una locura-
Siguió caminando por las calles de la ciudad y vio a varios niños y niñas jugando en la calle, su aspecto era de unos niños pobres, estos vendían algunas frutas y dulces, a uno de ellos la madre lo estaba golpeando muy fuerte y le decía:
-¿Por qué no ha vendido lo suficiente?-
El niño lloraba y la señora le daba más golpes con un palo de madera, él se acercó y trato de explicarle lo mismo que le había explicado a la señora de la venta de ropa, al ver lo que hacia le dijo a la señora:
-señora no le pegue al niño es simplemente la ley de la oferta y demanda, por eso no puede vender mucho el niño-
-¡A usted quien le esta preguntando viejo loco!-le respondió.
Observó a la mujer y se admiró de que ella supiera de la enfermedad que padecía, ya no le dio importancia y siguió caminando por las calles; llevaba 25 minutos caminando cuando de presto se topó con unas personas que gritaban improperios y consignas a unos policías, éstos estaban vestidos de negro, portaban unos cascos, macanas y botas; al acercarse un poco más para ver que era lo que estaba sucediendo, una lluvia de piedras, botellas de vidrio y demás cosas volaron por los aires, una lucha campal se armó por toda la calle, varios policías perseguían a otras personas para capturarlas, otros se enfrascaron con ellos y peleaban cuerpo a cuerpo, é,l simplemente corrió y se apartó alejándose lo mas que pudo, no supo que era lo que había pasado, corrió tanto que llegó a un lugar donde ya no pudo pasar por el congestionamiento de vehículos, los autos estaban parados y ninguno daba muestras de moverse, notó a todos los conductores muy molestos y desesperados, al ver a uno de ellos le preguntó:
-¿Qué es lo que pasa, porque la trabazón?-
El conductor lo observó y un poco molesto le dijo:
-Mas que lo hacen perder el tiempo a uno, de aquel lado no se puede pasar por la manifestación y ahora esta calle esta cerrada por las reparaciones, solo a un loco se le ocurre hacer todo esto en horas pico, ¿no cree?-
Él lo vio con extrañeza y asombro, al oír que el conductor había dicho que un loco había provocado todo este caos.
En el hospital siquiátrico notaron la usencia del enfermo, la seguridad le informó al director del mismo y éste preguntó:
-¿Cómo que se salió un enfermo?-
-El portón de entrada no estaba con llave y quizás aprovechó el momento y se escapó-le dijo el jefe de seguridad.
-¡Avisen a todas las autoridades y empiecen buscarlo!-dijo el director.
El director del hospital tomó el teléfono y marcó un número, al otro lado del auricular le contestó el comandante de la policía, el director le dijo:
-Disculpe por molestarlo comandante, pero tengo un problema serio-
-Un problema, yo tengo varios todos los días-le respondió el comandante.
-De ser posible mediante sus oficios, le pido que me ayude a encontrar a un enfermo mental que se nos escapó del hospital-le dijo el director.
-Como dice, que se escapó un loco del hospital, mire voy a hacer lo que pueda, pero casi no tengo recursos humanos para andar buscando un sólo loco, bastantes andan afuera causando problemas de robos, disturbios, asesinatos, etc.; hare lo que pueda-le dijo el comandante.
-Muchas gracias-le respondió el director del hospital.
El enfermo vagaba libremente por la ciudad y después de poder moverse del congestionamiento de vehículos llegó a otro lugar y notó a otro grupo de policías con los mismo uniformes que los anteriores, vio como dispersaban a otras personas, solo que estos tenían unas camisas de un equipó futbol y se estaban pelando entre ellos, los policías trataban de poner orden, cuando de presto otra lluvia de piedras y objetos contundentes cayeron sobre los policías y muy cerca de él, se apartó como pudo para no salir golpeado y el acto se parecía a la de la manifestación anterior, los policías capturaron a varias personas revoltosas y eran llevadas custodiadas a un camión policial, uno de ellos alcanzó a decirle a un policía:
-Yo no he hecho nada, los que empezaron a tirar las piedras, fueron los otros-
-Si, pero vos también tirastes piedras, te vamos a llevar a la delegación policial por loco tira piedras-le dijo el policía.
El oyó lo que el agente le había dicho al detenido y meditó en su mente “enferma y atrofiada”, lo llevan por loco tira piedra, ósea, que los de la manifestación también estaban locos. Siguió caminando y todo lo que había visto le pereció un pandemónium, la ciudad era una locura completa, se desesperó y angustió, por lo que tomó de regreso su camino, cuando iba de regreso por la calle tres tipos con tatuajes en su cuerpo, tenían el pelo rapado y usaban unos pantalones hasta las rodillas al verlo le dijeron:
-¿Que pasó bato loco? danos todo lo que tenes-
-No llevo y no tengo nada-les dijo él.
-Mira bato loco, deberías andar siempre una moneda o algo más, de lo contrario por no andar te pueden poner-le dijo uno de los tipos.
Los tipos lo dejaron libre y él se asustó más, desesperado y angustiado corrió y corrió, cuando estaba corriendo tomó unas cadenas de hierro junto con unos candados que estaban puestos en un portón de la entrada de una colonia, los tomó y se los guardo, corrió y llego a un lugar que ya conocía muy bien, era el portón de entrada del hospital psiquiátrico, abrió la puerta, entró y con las cadenas y candados que llevaba amarró muy fuerte el portón de entrada, puso los candados para que el portón no se abriera; el seguridad al verlo gritó:
-El loco ha vuelto, el loco regresó-
Los enfermeros llegaron a la entrada del hospital y vieron como él había cerrado el portón de entraba del hospital con las cadenas y candados, al verlos les dijo:
-Llévenme de nuevo a mi cuarto, no quiero regresar allá-
Los enfermeros lo tomaron del brazo y lo llevaron a su habitación, le dieron un sedante junto con sus medicamentos, cuando estaba acostado en la cama llego el director del hospital y le preguntó:
-¿Por qué te escapaste?-
-Simplemente vi la puerta abierta y quise salir a conocer-le dijo.
-¿Y porque te regresaste?-le preguntó-
El enfermo se sobresaltó y de un sólo golpe se paró frente al director del hospital, lo tomó muy fuerte de la gabacha que andaba y le mencionó:
-Por favor no me deje salir de nuevo, por favor-
El director lo acostó en la cama y vio como los sedantes lo dejaban dormido y muy quieto, salió de la habitación, cerró la puerta, se quitó la gabacha blanca que andaba y se retiro del hospital, cuando iba conduciendo su auto quedó varado en un congestionamiento por las reparaciones que estaban realizando en la calle, el ruido de los pitos, gritos y humo de todos los vehículos lo desesperaron, giró su cabeza y vio en una esquina a una señora que golpeaba a unos niños que vendían duces y frutas, cuando pudo avanzar en su vehículo unos policías le detuvieron la marcha y le hicieron señas de que el paso estaba bloqueado, era una manifestación que se estaba realizando en la misma calle, notó unas pancartas que decían: “fuera el presidente del país, un loco no puede gobernar a una republica”; no tuvo mas remedio que esperar, bajo la ventanilla de su lado y la del pasajero para que ingresara un poco de aire fresco, se quitó la corbata que andaba puesta, se desabotonó la camisa y suspiró diciendo:
-Esta ciudad es una locura y un pandemónium, ahora veo porqué se regresó el enfermo que escapó-.


Texto agregado el 15-12-2012, y leído por 167 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
03-01-2013 pense que en el momento de de encontrar sin candado el porton , desde alli lo cerraria , el mismo.muy bien! melquiades_marquez
15-12-2012 Bueno muchas veces pasa que los locos pueden vivir más tranquilos que los cuerdos, verdaderamente como describes las grandes ciudades se han vuelto insoportables. Un abrazo amigo Carlos. elbritish
 
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