TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / carampaima / Héctor salvó al negro José Amalio Asprilla de la mordedura de una serpiente mapaná prieta en el Amaz

[C:512473]

A Héctor un amigo con quien se reúne para compartir conocimientos le ha enseñado una técnica que le permite vivir sin comer por tiempo indeterminado. Él no sospecha que muy pronto le vaya tocar recurrir a ese conocimiento como única vía de escape.
Unos capitalistas lo contrataron para administrar un cultivo de camarón de agua dulce( mujiyaks) en la Amazonía ecuatoriana más allá de la provincia de Sucumbíos. Le prometieron ingresos muy grandes y muy buenas condiciones de trabajo. Lo llevaron hasta la zona y allá por circunstancias que nadie conoce el contratante abandonó precipitadamente la zona y Héctor se vio en medio de la selva Amazónica sin dinero y sin seres humanos a la vista. Héctor levantó un rancho como pudo y empezó a notar serpientes al por mayor y de todos los colores. Preocupado para que no se le metieran al rancho se puso e hizo un ritual que conoce para que las serpientes abandonaran las proximidades de su vivienda. Así sucedió. De pronto aparecen unos colonos que tienen unos cultivos de palma africana en plena selva. Entraron en confianza y le plantearon que están sumamente extrañados porque las serpientes no están en el cultivo y entonces la cosecha se pierde porque suben ratas de monte y roedores a comer los frutos de la palma. Héctor se fue con ellos para que las serpientes regresen al cultivo de la palma y hagan el control de los roedores. Hizo el ritual correspondiente y así se hizo amigo, consejero, médico y brujo de esos aldeanos de plena selva. Ya no le tocó seguir viviendo del método que conocía sino que sus amigos le traían provisiones.
Vienen los colonos con un negro en una camilla hecha de palos, bejucos y hojas de palma. El negro viene moribundo porque lo mordió una serpiente mapaná prieta. Ha perdido el conocimiento y arroja por la boca un líquido baboso y amarillo. En una pierna se ve el mordisco y la piel morada e inflamada. Los colonos llevan al enfermo para un lugar y desde allí otro irá por un transporte que está a ocho horas a pie. Héctor les dice que vayan pero que le dejen al negro que llevarlo al hospital no lo salva porque es probable que no tengan el suero antiofídico específico ya que en la Amazonía con miles de serpiente es casi imposible tener de toda clase de sueros. Aceptan y Héctor sacó su piedra africana que el amigo le enseño a hacer y que sirve para extraer el veneno de la sangre y la colocó sobre la herida. De su billetera sacó la oración para la picadura de serpiente la cual es tan efectiva y se la rezó. Se habían quedado tres señoras y para que no lo interrumpieran ni opinaran las puso a rezar trecientos padrenuestros como condición para que el negro José Amalio Asprilla se salvara. Cuando regresaron los colonos para trasportarlo el negro no quiso ir con ellos porque ya sentía muy bien. El negro José Amalio le enseñó a Héctor a producir aguardiente con caña que traían de donde los colonos y así permaneció más de tres meses hasta que Héctor regresó a Colombia.

Texto agregado el 10-12-2012, y leído por 175 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]