Sí. Reconozco que me frustro con facilidad, que me decepciono tan rápido como me ilusiono. Pero es que cuando te veo… cuando te veo no puedo evitar sentirme una pequeña vida perdida, porque sé que puedes ver a través de mis ojos. Entonces cuando te veo me convierto en un frágil capullo entremedio de un millón de espinas.
Y me frustra que pases de largo, que no te des cuenta de lo mucho que te quiero, que no me veas como yo te veo.