La luz tiene una serie de propiedades que casi todo el mundo conoce pero hay una que nos concierne a todos e incluso que su conocimiento puede resultar aleccionador y consolador.
Supongamos el siguiente experimento:
En un cuarto en oscuridad total encendemos un apuntador láser rojo. El dará un hermoso rayo rojo que impactará en el suelo describiendo un pequeñísimo círculo. El sol emite una luz multicolor cuyo círculo gigante ilumina la tierra. Si en el cuarto oscuro colocamos un campo magnético fuerte entonces el láser pegaría en el suelo pero ya a unos centímetros y ladeado hacia el campo magnético. La luz del sol al hacer un recorrido tan largo para llegar al planeta si un campo magnético fuerte como un planeta o un agujero negro la influyen entonces los rayos del sol se desvían y no le pegan a la tierra y entonces quedamos a lo oscuro. Ello tardaría según el tiempo que nos demoremos para pasar frente a ese campo magnético. No se trata de un castigo de dios contra el diablo o contra nosotros sino de un fenómeno físico desconocido para los humanos. Algo así como cuando un conquistador español al saber la fecha de un eclipse amenazó a los indígenas para que le entregaran todo el oro o escondía el sol. Les ofreció una pequeña prueba y…..entregaron el oro. Eso han hecho algunas religiones. Cuando era un niño el cura de mi pueblo se inventó el cuento de los tres días de oscuridad en donde no alumbrarían sino las velas benditas que el vendía. Como no hubo los tres días de oscuridad el cura agradeció a dios por perdonar al hombre y no hacer, todavía, el juicio final. Frente a un campo magnético se produce un apagón eléctrico porque los electrones no circulan por los conductores debido a que la fuerza magnética es mayor que cualquier voltaje o diferencia de potencial conocida.