-porque que tenes que llorar siempre?
preguntò ese dìa a nadie. Era una mañana esplèndida y varias gotas de rocio se habìan asociado para formar una enorme gota de agua que jugaba a reflejar los rayos de un sol que prometìa hacer subir la temperatura a niveles desesperantes a medida que pasaran las horas. èsta adornaba la hoja de un frondoso laurel que solitario e inverosìmil se mantenìa en aquel inmenso paraje desolado donde tres dìas antes estaba el hermoso jardìn de una lujosa mansiòn de la que tambièn ahora solo quedaba el recuerdo... era el ùltimo àrbol del mundo y eran las palabras del ùltimo humano, sus palabras eran la ùltima frase pronunciada antes del debacle total... era el ùltimo dìa de la vida en la tierra... el sol completarìa la gran obra iniciada por el hombre...