Confesiones de invierno (Lo que sangra)

Hay cosas que queman, no matan pero dejan cicatriz.
Hay cosas que te tatúan el alma y simplemente empiezas a odiar un poco más la humanidad...

La rabia y el rencor empiezan a cabalgar en mi ser y no se porque…

Aunque pensándolo bien tal vez si lo sepa, no se llamaba Carola, se llamaba Carolina Arias…

Pero claro que hay rencor, claro que hay ira, simplemente las flores hermosas del campo no se pueden cortar para solo ir a adornar las tumbas de los muertos.

Yo era una flor hermosa y solitaria y fui cortada para ir a adornar las tumbas putrefactas de los que ya nacieron muertos…

Si los muertos, muertos están para qué cortan la flor que adorna mejor el verde pastizal que la fría tumba de sal.

Que lástima, Carolina Arias nació muerta, nació metida en sus bolsas de cemento, Yo he visto muchos casos de epilepsia, pero ninguno peor que aquel que vi mientras yo era la flor que adornaba su tumba.

Ya pasaron más de 5 meses de esa oscura época, ahora solo Rabia y rencor cabalgan en mi ser y no se porque…

Hace 5 meses que estoy aquí y no quiero salir, ya no paso frío y soy feliz, mi cuarto da al Jardín donde vuelan los mares.

Y aunque a veces me acuerdo de ella te conté la historia en un papel.