Muchos me han dicho que le vienen fuertes dudas de fe frente a diversos temas religiosos.
Yo los felicito y les digo: Cuando una persona tiene dudas, es porque piensa. Y eso es muy bueno.
Lo importante no es tener miedo ante esos pensamientos, sino enfrentarlos, estudiarlos y solucionar las dudas. Dios no se enoja. Todo lo contrario, se alegra, porque nosotros, sus hijos, buscamos la verdad. Y cuando buscamos la verdad, lo estamos buscando y encontrando a él, nuestro fin último, eterno y feliz. “Buscarás a Yahvé, tu Dios, y lo encontrarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma” (Deuteronomio 4, 29).
“La verdad los hará libres”, dice Jesús (Juan 8,32).