Hace mucho me invadió el ateísmo:
me da igual si dios me agracia,
o si me llena de desgracia;
no me interesa agradarle,
no me importa molestarle;
me despreocupa su bendición,
no le temo a mi perdición.

Pero justo ahora, es
tan grande mis tristeza
y tan minúscula mi fuerza;
que me atrevo ahora mismo
a congelar mi ateísmo,
arrodillarme en el suelo
y rogar a Dios sin recelo
que me libre de los sentimientos
a ver si evito mas sufrimientos;
que me quite la tristeza
asi tenga que pagarle con mi sapiencia;
que me robe las carcajadas,
sólo si me evita mas lágrimas...

Que me aleje del amor
que al final sólo deja dolor
Que me quite mi humanidad,
yo no quiero sentir más,
prefiero ser un animal
que no ha de hacer el mal.

Preferiría ser una hormiga
y trabajar, trabajar cada día;
y no estar amando,
mientras me están lastimando;
ni estar esperado algo
aún sabiendo que es en vano.
No quiero seguir luchando,
no quiero seguir amando,
mi corazón, ya no soporta tanto.