Despierta para que sueñes con migo...
dulce día mi amado desconocido
te he traido una roja y brillante manzana
Muerdela! y muere en el veneno de mi boca.

Bailo en utópica oscuridad, en mi memoria
juguemos a mentir y a amarnos con voraz deseo de placer
sirveme una copa de dulce y seco vino tinto que se hace amargo
y observa como me desangro con tu puñal que llamas amor.

Camino descalzo en la copa quebrada de tus lamentos
y me vistes de muñeca, que luego desvistes a tu antojo
tratando de escapar me pierdo en tu oscuro laberinto
y desnudo mi alma es penetrada por tus deseos.

Las rosas de mi jardin florecen al tiempo que mi vida se marchita
dejame vivir en tus sueños, para poder morir en la realidad
el vino tinto dibuja aves en mi blanco cuerpo
alisto maletas para ahogarme en mi barco de papel plateado.

Corro descalzo en la ciudad sin nombre y las luces dibujan un cielo en mi traje blanco
ebrio con vino tinto tiro mis recuerdos, y los revivo con mi memoria inundada
rasguño deseos tendido en un suelo pixelado
y mi lengua seduce a la parca, que esta tras mis pisadas.

Una, dos... diez copas de vino tinto chileno
diez, cien; mil vueltas en los caballitos del carrucel perdido
un unico salto, suicidio de un principe doncella
mi sangre en el suelo, la copa de vino tinto en la mesa.

Jonathan Yukito Lesmes