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Inicio / Cuenteros Locales / nidhoggnaglfar / LightShade -Cap 7-

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–Capítulo 7–

El Ente que Sangra

Al día siguiente Nid le entregó la piedra espiritual a Akira, la cual llamó a Nemhain de inmediato. Anticipando lo que se venía, Nid inventó algo para salir lo antes posible del cuarto y terminó diciendo que tenía que ir a jugar con Sephi, por supuesto que lo había inventado.
–¿A Dragoncito le da vergüenza estar con chicas lindas?
Akira expresaba un extraño cariño hacia Nid, tal vez era porque la liberó de Selene, aunque al principio no era así, me preguntaba si había pasado algo…
–N–no, ¡lo que digo es cierto! –decía Nid alejándola.
Por una extraña coincidencia, Sephi merodeaba por fuera del cuarto. Bueno no era coincidencia, la verdad eso era bastante común en ella. Escuchamos a Sephi gritar desde afuera.
–¡Nid!, ¿ya terminaste? Estoy comenzando a creer que no me llevaras a ningún lado.
Akira dejó a ir a Nid creyendo que si debía ir a jugar con Sephi, pero este no parecía muy feliz.
–Genial, salgo del tártaro para caer al infierno –lo escuché murmurar mientras salía.
Sabía que ese favor de Sephi le iba a costar caro. Después de eso Nid se volvió a ausentar por bastante tiempo. Los siguientes días fueron bastante normales. Pasábamos el tiempo recorriendo la ciudad, era tan grande que parecía que siempre había algo nuevo que ver. Una vez cumplidas las dos semanas desde la primera vez que habíamos llegado, nos juntamos todos en mi habitación durante la noche de ese día para ver si Vidofnir se había recuperado.
–¡Activo el pacto! ”Qizoku pi uhpu” –“Libera mi alma”–; Luz de esperanza que en el cielo se esparce ¿Vidofnir podrías presentarte? –Vidofnir se materializó frente a todos.
–Vaya, que chica mas de color blanco, se parece a ti Nida –señalaba Akira.
–No se puede decir lo mismo de ti, que casi ni llevas color encima –interrumpió Sanae.
–Yo pienso que se ve bastante bien –Firion la miraba.
–Cállate idiota –Stella ahora lo golpeaba como reacción, era algo automático.
–Parece que se llevan bien –Vidofnir sonreía entre todos nosotros.
–¿Y sirvió el descanso?
–Mejor de lo que creí, mira –Comenzó a abrir sus alas, nunca las había visto así, eran increíblemente amplias e impresionantemente hermosas.
–¿Y puedes volar?
–Supongo, pero intentar hacerlo aquí… –Era cierto, aunque era una gran habitación no había espacio suficiente para que lo hiciera.
–Pues entonces partiremos hoy mismo, ya que estás como nueva.
–¿A dónde iremos ahora? –preguntó Firion.
–Nid tiene el mapa, él sabrá.
–Nida, me preguntaba si podrías llamarme el mínimo posible –dijo Vidofnir seriamente, interrumpiendo a los demás que cuchicheaban.
–Pero... ¿Por qué? –Todos dejaron sus conversaciones al oír la petición de Vidofnir.
–No le digan a Nidhogg lo que voy a decir… ¿me lo prometen? A diferencia de mi, el no sabe lo que pasa cuando no está presente, así que decidí decirte una de las cosas que no quiere que sepas.
–¿De las cosas?, ¿cuántas oculta?
–No te preocupes, la mayoría de ellas no tiene mucha importancia y otras simplemente no puede decírtelas porque cree que no debería.
–Está bien, lo prometemos, ¿cierto? –dije mirando a los demás, los cuales asintieron.
–Aquí va, el pacto de tu portada –tomé mi grimorio–; ese mismo, ¿recuerdas que Nidhogg dijo que mató a dos personas?
–Sí, creo recordar algo al respecto.
–Esas dos personas…fueron tus padres.
–¿Estás diciendo que utilizo a diario un fragmento del pacto que mató a mis padres?
–Sí, y no solo eso, cada vez que lo usas la fuerza de espíritu que consume es tan grande y tan repentina que debilita la estabilidad de tu alma, dificultando que alcances el máximo potencial… si sigues usándolo a diario tardarás unos 10 a 20 años extra en alcanzarlo.
–Pero entonces ¿Por qué me deja usarlo?, si me hubiera dicho…
–Pienso que es porque sabe que te preocupo, y que verme una vez al día aunque sea poco te pone de buen humor. Siempre después de llamarme pareces más feliz, el debe notar eso y no quiere quitarte ese gusto.
–Pero ¿Qué pasará contigo?
–Yo siempre estoy presente, soy parte de ti después de todo. Y ya que no nos veremos en un tiempo, te diré algo más que te ocultó, lo que te dijo sobre que yo provocaba paz y felicidad es cierto, pero esa no es mi habilidad. Eso es algo que obtuve de ti, que por si no lo has notado, por eso mismo es que la gente se siente atraída hacia ti, si no me crees solo mira a tu alrededor y ve el numeroso grupo de personas que lentamente se te ha acercado.
–Es cierto Nida, gracias a ti estamos todos aquí –Firion alzaba el puño en alto.
–Cuando nos enfrentamos en la arena, no lamentamos perder la pelea, porque ganamos una grandiosa amiga –Sanae abrazaba a Sephi.
–Y aunque tú y dragoncito sean tan tímidos, no hubiera tenido mejores amigos ni aunque los hubiera elegido –Akira dijo mientras Nemhain asentía moviendo la cabeza lentamente de arriba abajo.
–¿Lo ves Nida? No necesitas que me presente para sentirte bien, todo lo que necesitas ya lo tienes y es la gente que te rodea –Después de todo lo que dijeron, unas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos–; ¿Por qué lloras?, no me iré para siempre… simplemente me verás menos.
–Gracias Vidofnir, te agradezco desde lo más profundo.
–Agradécetelo a ti, yo soy la materialización de tu alma –dijo mientras sonreía–. Por cierto, mi habilidad es identificar sentimientos, y las habilidades de otros entes. Si quieren antes de irme puedo decirles que hacen, no todos los entes saben su habilidad… –“El águila que vigila desde el árbol” recordé.
–Haber chica ángel –Akira preguntó alegre–, ¿puedes decirme que hace Nemhain?
–Ella puede fundirse entre las sombras que ella misma genera.
–Acertaste, pequeña –se escuchó la voz de Nemhain.
–¡Yo quiero, yo quiero! –Sephi saltaba.
–Sephiria… tu puedes convertir tus emociones en fuerza física –Recordé cuando se enojó y golpeó a Fausto dejándolo inconsciente–, y por cierto, si sigues intentando algún día Nid te hará caso –Esta vez sonrió.
–Gracias, ¡no me rendiré!
–¿Y qué hay de mi? –dijo impaciente Stella.
–Creo recordar que Nidhogg llamó a tu habilidad una especie de Sofoco, no estaba del todo equivocado pero lo que haces es generar calor, lo que conlleva al fuego, es por eso que puedes extender la llama de tu bastón, incluso puedes manipularlo a voluntad, respecto a tus sentimientos deberías demostrar el afecto que le tienes a Firion no solo a través de golpes.
–Sí Stella, deberías admitir que me aprecias como soy –Golpe.
–Creo que ya son todos…
–La de Nid no hace falta, todos sabemos que puede ver cantidades de energía espiritual e incluso catalogarlas.
–Esa no es su habilidad –dijo Vidofnir seriamente–. Eso puede hacerlo porque es algo normal para él, es como la capacidad de ver, supongo que lo habrá obtenido de su gran fuerza espiritual.
–Entonces… ¿Cuál es? –Tanto yo como los demás la mirábamos.
–No es algo que pueda activar, y menos que haya elegido, su habilidad es el poder… el poder de sangrar…
–Eso no me parece un poder genial… –decía Akira desde mi espalda.
–¿Sabes cuál es la única diferencia entre los humanos y los entes?
–Pues no sé, todo lo que yo hago puede hacerlo Nemhain, y cualquier cosa que se me aplique también le afecta a ella…
–Akira piénsalo más detenidamente, ¿no recuerdas por lo que me envidiabas? –Nemhain le hablaba calmadamente.
–Pues… ¡Ah sí!, cuando te cortaba entrenando no sangrabas y sanabas más rápido… no… sangrabas. ¡LOS ENTES NO SANGRAN!
–Ahí lo tienes, los Entes no sangran, pero Nidhogg es la excepción. Él es el Ente más parecido a un ser humano que existe ya que dudo que algún otro posea esa habilidad. Podría ser catalogado como uno incluso –recordé cuando fue analizado por el ente de Apolo, dijo que sus hilos espirituales estaban muy unidos. Debió verlos como sólidos desde lejos.
–¿Pero qué ventaja le da poder sangrar, o parecerse a nosotros?
–Eso es algo que deberán descubrir ustedes. Creo que es hora que me vaya –Sephi se le acercó.
–¿Y cuáles son los sentimientos de Nid? –Vidofnir comenzaba a desmaterializarse.
–El te aprecia mucho, pero aun no de la manera en que tú esperas que lo haga.
–Entonces me esforzaré.
–Claro, es todo lo que tienes que hacer…
Vidofnir finalmente desapareció, y Nid tomó su lugar.
–¿Por qué esas caras?
–¡Dragoncito! –Akira corrió y lo abrazó fuertemente–; ¡Si eres casi humano no habrá problema que nos casemos y vivamos felices por siempre! –Todos nos quedamos de piedra, incluso Nemhain–. Quería salir contigo, pero pensé que ser un ente supondría un problema, ¡pero eres casi humano! Ya no hay ningún problema –Abrazaba su cabeza fuertemente contra ella. Sephi la miraba, parecía capaz de matarla ahí mismo.
De repente dejó de estrujarlo…, ahora que lo pensaba, Nid estaba callado, y no intentaba escapar…
–No huyes… ¿será que has aceptado mi amor? –Lo soltaba y se agachaba para que sus cabezas estuvieran a la misma altura.
–¿¡Que…fue…lo…QUE HABLARON!? –Akira cayó sentada del susto.
–Solo nos dijo de su habilidad para ver las habilidades de otros entes –contesté asustada.
–¿Solo eso…?
–Y que si podía llamarla con menos frecuencia porque se sentía excesivamente agotada después de cada vez que la llamaba.
–¿Y no tienes ningún problema con eso? –seguía dando un poco de miedo.
–No, ninguno, si es por su bien me alegra evitarme ese gusto –contesté con una sonrisa nerviosa.
–Ya veo, finalmente logró lo que quería… Supongo que les contó sobre el pacto de tu portada. No importa, algún día te lo iba a contar. Me ahorró el trabajo. ¿Qué te contó exactamente? –Seguía muy molesto.
–Pues... ¡No te lo diré!, después de cómo engañaste a Akira en la mansión, cuidare al máximo lo que digo.
–Me atrapaste… contra ti no todo es una apuesta segura. Entonces hablaré yo, puedo deducir que sabes lo que hace el pacto de la portada y que soy casi humano, el hecho que pueda sangrar y morir más fácilmente que un ente normal no me atrae mucho –desvió su vista a Akira–. Siento haberte hecho caer ¿Por qué me miras así?
–Me–me diste miedo hace un momento, se me puso la piel de gallina…
–Ahh, eso… pues lo sien… –saltó a abrazarlo de nuevo.
–¡Dragoncito eres genial, sencillamente GENIAL!, seremos muy felices juntos.
Sanae que estaba junto a mí comenzó a murmurarle a Sephi.
–Sephi, si no te esfuerzas terminará ganando Akira, ve y demuéstrale que tu abrazo es mejor.
–Tienes razón –Sephi se puso de pie y abrazó a Nid de la cintura, el cual se tambaleaba intentando zafarse de Akira.
–¡¿Qué demonios les pasa?! Suéltenme maldita sea –Nid cayó al piso, ahora sí que estaba en mala posición, tumbado y con las dos encima, quienes se rehusaban a soltarlo–. ¡Suéltenme!, ¡Suéltenme o ME MUERO!
El espectáculo continuaba, Firion recibía continuamente golpes de Stella, Sanae gritaba ¡Sephi, Sephi!, y yo pues, miraba. Recordaba las palabras de Vidofnir, tenía razón, mis amigos eran geniales.
–¡LES ADVERTI! –gritó Nid, el cual dejaba de resistirse y simulaba estar muerto.
Muy mala idea, Akira y Sephi comenzaron a gritar, ¡¡No te mueras Dragoncito/Nid!! –Akira dejó de abrazarlo para comenzar a agitarlo desde lo hombros y Sephi parecía haber incrementado la fuerza de su mortal abrazo.
–¡Está bien!, no estoy muerto miren, estoy hablando, ahora déjenme –Estaba completamente desesperado. Ambas volvieron a lo mismo de antes. A Akira la emoción de tener una oportunidad con Nid la había enloquecido, y los celos de Sephi la mantendrían ahí un buen rato.
–Qué opinas Sanae, ¿hacemos algo? –pregunté inocentemente a Sanae lo suficientemente alto para que él nos oyera.
–Sí, hagan algo, ayúdenme –Le costaba hablar con Akira encima.
–No lo sé… recuerda que apenas llegó nos gritó a todos, creo que es una excelente oportunidad de que aprenda a no sobrepasarse. ¿Qué opinas? –Sanae sonreía.
–Supongo que sí, entonces que hacemos, ¿los dejamos aquí? –Se escuchaban los gritos de Nid de fondo, aunque sofocados.
–Me parece bien, además recuerdo haber leído que la mejor manera de enfrentar los miedos es obligando a la persona a hacerlo, ¿Qué mejor manera de dejarlo toda la noche junto a ellas?
–¿En serio?, bueno entonces vamos, Firion, Stella, vámonos.
–Yo no me voy ni muerto –dijo Firion mirando la escena casi sin pestañear.
–Comprobémoslo –Stella lo golpeó tan fuerte que en verdad creí que lo había matado.
–¿Stella no te abras pasado?
–Descuida, tiene la cabeza tan dura que el golpe me debe haber dolido más a mí que a él.
Luego de que Stella arrastrara a Firion fuera del cuarto, salí junto a Sanae.
–Adiós, volveremos mañana, así que diviértanse.
–Hasta mañana Nid, pásala bien –la actitud de Sanae era contagiosa.
–Espera Nida… te diré… lo que tanto… quieres… saber… –Me detuve en cerrar la puerta.
–¿En serio? –No contestó, parecía pensándolo, tal vez fue solo un momento de debilidad.
–No… no puedo… pero haré… cualquier cosa… –dijo mientras veía sus esperanzas perderse.
–Hasta mañana Nid.
¿Qué será tan importante?, incluso prefirió no decirlo que recibir ayuda. La curiosidad me consumía, la próxima vez que llamara a Vidofnir le preguntaría, no perdía nada. Me dirigí al cuarto de Nid que estaba desocupado, si el usaba el mío yo usaría el de él. Luego de acostarme estuve pensando en cómo sería la siguiente ciudad que visitaríamos, después de un rato el sueño me venció.

Cuando desperté, el sol apenas estaba saliendo. Decidí liberar a Nid del tormento que muchos considerarían premio. Luego de ponerme mi vestido con alitas y equipar a Balmung en mi espalda salí del cuarto y me dirigí a donde lo habíamos dejado el día anterior. Cuando abrí la puerta me encontré con la misma escena de antes, la única diferencia era que Akira y Sephi dormían y Nid se las había arreglado para voltearse.
–Sabes… no es tan malo con la cara contra el piso.
Entré a la habitación y me senté en el piso frente a él.
–¿Tampoco puedes quitarte a Akira?, parece que solo tienes talento para pelear...
–Simplemente me rendí, al parecer no tiene tanta fuerza como Sephi, pero tiene otro sistema... –empujó a Akira, la cual cayó de espalda junto a él, sin embargo dormida volvió a girarse y abrazarlo–. No sé cómo demonios lo hace... creí que cuando uno dormía estaba inconsciente o algo así.
–Oye, me gustaría preguntarte algo.
–Adelante, no iré a ningún lado –intentó moverse solo para mostrarme como ambas lo apretaban con más fuerza–; si no las conociera diría que son hermanas.
–Yo también pienso eso..., De cualquier forma me preguntaba si podrías decirme que edad tienes. Sé que normalmente los entes nacen antes que las personas, y que este revela su edad cuando piensa que debe hacerlo, pero después de ver tu actitud pareces menor incluso que yo, ¿no se supone que mínimo deberías tener 16 años?
–¿Si te lo digo me las quitas de encima?, incluso intente despertarlas pero no funciona.
–Sí me lo dices, las despertaré.
–Está bien, tengo… trescientos cuarenta y seis años.
–¿Y esperas que te crea? Eso es imposible, todos los entes nacen y pocos años después se les escoge un humano que coincida para ser su compañero, tendrías que haber tenido trescientos treinta y tres años cuando fuiste seleccionado para ser parte de mi… espera, tres, tres, tres ¿te acabas de inventar ese número?
–No… –no parecía estar mintiendo, ni en posición de hacerlo.
–El dice la verdad –escuché la inconfundible voz de Nemhain–. El era un ente muy especial en nuestro mundo. No creo que me recuerde, pero yo trabajaba para él, era una de las tantas sirvientas del castillo donde vivía –hablaba de forma melancólica–. No eras una mala persona pero siempre actuaste como un niño, y nunca se te permitió salir del castillo. Recuerdo que detestabas que clasificaran a la gente por su rango, incluso una vez dejaste en cama a un guardia que golpeaba a una de las sirvientas.
–También lo recuerdo, vi a un guardia amenazando a una sirvienta e incluso le corto la mejilla derecha, cuando me di cuenta de lo que había hecho solo estaba yo y el guardia en el piso.
–Por cierto, me alegra que lo recuerdes. Nunca tuve la oportunidad de darte las gracias –Nemhain apartaba el cabello para mostrar una delgada cicatriz –me la mostró a mí, Nid por supuesto no podía verla.
–Por eso me pareciste conocida, sabía que te había visto en algún lado, qué pequeño es el mundo.
–¡Pero aun no entiendo por qué Nid es tan viejo!
–A eso iba. Como sabrás la mayoría de los habitantes de nuestro mundo bordea entre los 10 y los 25 años, debido a que se “unen” al humano determinado, entonces no podemos tener nadie que gobierne, la edad límite es muy baja para alcanzar la sabiduría y habilidad para gobernar, pero Nidhogg era la excepción, querían nombrarlo rey, cuando llegué al castillo pensé que sería un hombre muy viejo, similar a ustedes los humanos de edad. Cuando lo vi quede muy sorprendida, era solo un niño que arrastraba cientos de años. Lo único que logré averiguar fue que nunca hubo un humano que lo llamara.
–¿Y sabían por qué pasaba eso?
–Yo era una simple sirvienta no manejaba mas información que esa, lo siento…
–Era por la cantidad de fuerza espiritual que tenia. No hubo ningún humano con la capacidad para aguantarla, o por lo menos esa fue la conclusión a la que llegaron los Arcángeles.
–¿Arcángeles?
–Son los que deciden a que humano corresponde cada Ente, debo ser uno de los pocos que los vio más de una vez.
–Uno de los Arcángeles se presentó ante mí para ser el ente de Akira, fue la única vez que me habló uno directamente.
–Los Arcángeles tenían la idea de que yo causaría el fin del mundo o algo así, por eso me mantenían dentro del castillo, siempre me decían que el Ragnarok esto y el Ragnarok lo otro, a mi me daba igual. De todas maneras no tengo la menor intención de causar algo como eso.
–Vaya, ¿si habías vivido tanto porque te quejabas de 13 años?
–Porque durante todos esos años nunca estuve solo, veía gente irse y venir continuamente todos los días.
–Supongo que eso lo explica… –me dije, aunque me costaba creer que un niño como él fuera tan importante, sin contar que parecían no haber dicho todo.
–Cumple tu parte.
–Está bien pero espera, oye Nemhain, ¿sabes algo acerca de la obsesión de Akira por Nid?
–Sí… verás, todos los días le contaba historias sobre mi vida de servidumbre, envidiaba mucho que yo hubiera tenido un amo como él, mientras ella tenía a la bruja de Selene. Siempre me pedía que le contara historias, ansiaba que llegara la noche. Cuando se enteró que era el mismo Nidhogg de mis recuerdos, comenzó a acercarse a él –ahora que lo pienso su actitud cambió al oír su nombre completo–, pero sabía que era un Ente, así que se limitó a tratarlo como un amigo –“amigo” no es la palabra que yo usaría.
–Ams, Nid eres bastante popular.
–Sí, sí, lo que digas, ¿me ayudan? –Después de un esfuerzo logré despertar a Sephi.
–No voy a soltar a Nid hasta que esa oportunista lo haga.
–Déjamela a mí –Nemhain se acercó flotando y se puso en cuclillas a su lado–. Esta es la única manera de forzarla a despertarse, la otra manera es que se despierte por si misma o gritando excesivamente fuerte, esta es la más simple –llevó su dedo índice a la espalda de Akira y comenzó a pasar la uña desde arriba hacia abajo.
–¡AHAHA!, ¡Nemhain, te he dicho miles de veces que eso me hace cosquillas!
–Lo sé...
–¡Al fin LIBRE!
–Dragoncito es más cómodo que la cama...
–Hey, ambas, Akira y Sephi.
–¿Si…?
–Estuve pensando durante la noche, ya que tuve bastante tiempo.
–¿Te desvelaste conmigo encima? –Akira se ruborizaba–, Dragoncito no me digas que me hiciste algo indebido mientras dormía…
–¡Claro que no!, ahora escuchen. Ayer Akira dijo que quería salir conmigo, y eso me dio una idea. ¿Se dan cuenta de que me molesta como se sobrepasan no?
–Yo no me sobrepaso Nid… –decía Sephi sujetando a Flippy–; ella sí, andando casi desnuda.
–¡No me refiero a eso!
–¿Entonces te gusta? –Sephi comenzó a intentar quitarse el pequeño vestido, Nid la detuvo.
–Hay señor… Lo que me refiero es a cómo actúan, lanzándose y dejándome en situaciones de las cuales NO QUIERO PARTICIPAR.
–¿Como ayer en la noche? –preguntó Akira.
–Sí, como ayer en la noche. Llegué a la conclusión de que solo existe una solución.
–¿Saldrás conmigo? –comenzaba a entender porque Nid se escapaba tanto, la verdad era muy molesto.
–No, No, ¿Conmigo y Flippy cierto?
–Desde hoy martes en adelante, al final de cada semana saldré con una de ustedes chicas, pero yo elegiré con cual, y esa será la que se comporte de manera menos insistente. La que evite hacer cosas como ayer, y será siempre y cuando estemos en una ciudad.
–Entonces… será… ¿como una cita? ¿Los dos SOLOS? –Akira lo miraba expectante.
–¿Cita?, como sea que lo llames supongo que sí. Tendré una cita con la que mejor se comporte –Al parecer no sabía lo que era una cita.
Sephi salió corriendo de la habitación diciendo que tenía que hablar con Sanae, “preparar un plan con ella” pensé. Mientras que Akira corrió a la cama y saltando sobre ella cantaba “Tendré una citaaa–a”.
–Nid, tengo que hablar contigo –Lo tomé del brazo y lo saqué del cuarto–. ¿Acaso eres idiota?
–Por supuesto que no, después de una noche entera de pensar en posibilidades llegue a esa conclusión lógica, transformo siete días en solo uno.
–Me refiero a lo de la cita, ¿en serio no sabes lo que es?
–Según entendí de Akira es como salir con alguien ¿no?
–Sí es eso también, pero una cita es cuando dos personas que se gustan salen juntas, en ambiente romántico, e incluso pueden llegar a besarse… –la expresión de Nid cambio de calma a histeria.
–M–me estás tomando el pelo ¿no?
–Ojalá lo estuviera haciendo.
–Demonios, ¿lo de besarse es obligatorio?
–Pues no necesariamente, pero sigue siendo un evento de pareja.
–Ahh, entonces no te preocupes, lo tengo cubierto. Solo te diré que había cuatro chicas en esa habitación… –dijo mirándome y sonriendo.
–¿Planeas salir conmigo? –Nid no daba puntada sin hilo.
–Seeeee, ¿Qué te parece mi plan a prueba de fallos?
–No tengo por qué hacerte algún favor, además es una CITA, ce, i, te, a. No pienso tener mi primera cita contigo.
–¿Primera? –Nid puso una mirada de burla–, ¿entonces nunca has tenido una con nadie?
–¡Eso no es asunto tuyo!
–Ya, ya, solo bromeaba. Por supuesto que no esperaba que me ayudaras gratuitamente, por cada vez que salgamos te contaré alguna historia de los libros de tu alma… ¿Qué dices?
–Hmmm, ¿pero qué haremos el resto del día?
–Lo que te venga en gana, la verdad no me interesa nada este asunto de la cita.
–Pues tendrás que actuar por lo menos, Akira y Sephi nos seguirán por todas partes.
–Tienes razón, actuaré, pero mantengo que el resto del día haremos lo que quieras y yo simplemente te seguiré. Entonces ¿Estás de acuerdo? –aunque aceptara, dudé que Akira y Sephi se esforzaran demasiado para ser elegidas.
–Está bien, tienes un trato.
–Excelente, ahora a preparar las cosas. ¡Partiremos hoy mismo a Forgre!
Después de reunir a todo el grupo, nos dirigimos al estudio de Valiant. Tardamos bastante en caminar por los innumerables pasillos, para luego toparnos con el enorme portón de madera. Toqué bastante fuerte para que pudiera escuchar.
–Adelante –escuchamos la voz de Valiant desde el interior.
Cuando nuestro numeroso grupo llegó cerca de su escritorio, notamos como aun tenia lo que era mi antiguo bastón. Asumí que no había salido de su cuarto desde que se lo dimos.
–Buenos días, ¿los puedo ayudar en algo? –seguía examinando el arma.
–Solo venimos a despedirnos, queríamos agradecerle por todo lo que hiso por nosotros.
–Gracias a usted puedo decir que nunca dormiré en un mejor lugar –Sanae se estiraba.
–Y admito que tienen excelentes cocineros.
–Y yo le agradezco que perdonara mi pasado.
Por primera vez dejó de mirar el bastón para fijarse en nosotros.
–Vaya, parece que fue ayer que llegaron, las gracias debería dárselas yo a ustedes ya que han hecho tanto por Irias.
–Jeje no hay de qué, solo hicimos lo que debíamos hacer.
–De todos modos lo hicieron, no me hace falta decir que siempre serán bienvenidos aquí.
–Gracias, veremos si en el futuro volvemos.
–Sí siguen teniendo esas habitaciones para mi Irias será una parada obligatoria.
–Ahora si nos disculpas, debemos partir a Forgre –le interrumpió Nid.
–Así que esa es su siguiente parada… –Valiant se llevaba la mano a la barbilla, como anteriormente había visto.
–¿Tiene algo de malo?
–Pues esto es un raro trozo de historia –dijo sosteniendo el bastón–; no preguntaré de donde lo sacaron, pero después de este tiempo investigando llegué a la conclusión de que es un “Arma Alquímica”, son increíblemente raras, y son reconocidas por dos incoherencias. Contradicen las leyes de la Física y de la lógica, solo pueden ser forjadas por alquimistas. Tus padres acarreaban bastantes pero nunca quisieron venderlas ni regalarlas, decían que tenían un valor sentimental para ellos. Puedo ver que tienen más en su poder –comenzó a señalarlas–. Sin contar que tienes a Balmung en tu espalda.
–¿Y eso que tiene que ver con Forgre?
–Forgre es reconocida como la ciudad de los Herreros, imaginen una ciudad llena de gente con mi pasión sobre el conocimiento, pero por las armas.
–Dios mío, ¡nos matarán y forjarán! –Sanae rompió el hielo bromeando.
–No creo que lleguen tan lejos… lo que digo es que deberían ser cuidadosos con eso que llevan, ya que no es cualquier baratija.
–Lo tendremos en cuenta, gracias por el aviso.
–Antes de que se vayan, ¿saben la habilidad ofensiva del bastón? Por más que intento lo único que he podido hacer es esto –tomó el bastón y acercó la gema al escritorio, hubo un pequeño sonido y algunos papeles sobre el escritorio se levantaron–; según mis investigaciones son armas peligrosas, pero esta no hace nada, además cuando toco la gema esta simplemente se rompe. He tenido que conseguirme unas veinte más.
–Permítamelo un segundo –Nid recibía el bastón.
–¿No pensaras hacer lo que creo? –Sí golpeaba el bastón era probable que estallara toda la habitación.
–Claro que no. Akira, necesito que le des una patada al bastón.
–¿Yo?, ¿me elegiste a mi?
–No, planeo hacer que todos lo golpeen y tú eres la primera en el grupo de izquierda a derecha –Si que sabía enfriar las cosas.
–Oh, está bien –Pateó el bastón aunque no con mucha fuerza, la piedra en la punta apenas brilló, tal vez pensó que podría hacerle daño.
Cuando llegó el turno de Sephi, esta lo golpeó con todas sus fuerzas.
–Vaya, que buen golpe –la gema en la punta brilló intensamente.
–Jeje –Sephi apartó la vista para mirar a Akira, esta no parecía muy feliz.
Habiendo golpeado todos el bastón, con excepción de Nid claro, el arma fue devuelta a Valiant.
–Inténtalo de nuevo –dijo Nid mientras se apartaba del frente del escritorio, al ver esto nosotros lo imitamos.
–Entendido, probaré de nuevo.
Apenas la punta del bastón tocó el escritorio se escuchó una gran explosión junto a un destello de luz, cuando pudimos volver a ver el escritorio de Valiant estaba hecho añicos.
–Parece que nos pasamos –dijo Sanae.
–GENIAL, tremendo bombazo –exclamó Akira, ella nunca había visto el bastón en acción.
–Profesor Valiant, ¿está usted bien?, lamentamos lo de su escritorio. Debimos advertirle antes y parece que nos pasamos...
–¡Es–esto ES GRANDIOSO!, entonces es una especie de condensador, mientras más golpes recibe, mas energía libera.
–Valiant, ya nos vamos –dijo Nid.
–¿Ah?, claro, claro, pueden irse y gracias, les deseo suerte –estaba tan contento como cuando le dimos el bastón por primera vez–. ¡Prometeo!, golpea este bastón por favor –escuchamos mientras abandonábamos el estudio.
Mientras nos alejábamos oíamos explosiones. Al parecer tendría algo con que entretenerse por largo tiempo. Una media hora más tarde nos encontrábamos saliendo por el umbral de Irias.
–Forgre queda a cuatro días caminando, ¿qué les parece evitarnos dormir una noche y adelantar tiempo?, podríamos llegar en solo tres… –propuso Nid–; estaríamos llegando el jueves en la noche.
–Dame una buena razón para omitirme una valiosa noche de sueño –señaló Sanae, impaciente por la respuesta.
–Pues… Dormirás un día antes en el mejor lugar que encontremos.
–Hm, no sé.
–Yo pago.
–¡Hecho!, cuenta conmigo.
Por supuesto que Akira y Sephi apoyaron la idea, y aunque Firion se lo pensó, decidió tomar la misma decisión que todos, a Nemhain y Stella no parecía interesarles mucho perder una noche.
–Entonces avanzaremos desde hoy hasta el anochecer de mañana.
No ocurrió nada digno de mencionarse en el trayecto, además de las continuas discusiones sin sentido de Sephi y Akira. La primera continuamente le mostraba las campanas que Nid le había dado y se burlaba de Akira, que al intentar golpearla sin que nadie se diera cuenta recibía el bloqueo de agua. Nid caminaba al frente disfrutando de la tranquilidad temporal. Finalmente y luego de avanzar bastante llegó la tarde del segundo día, a lo lejos de veía algo extraño.
–Me pregunto que será eso, desde hace un rato que lo veo ¿lo ven?
–Es el pantano –respondió Akira–; y lo raro que vez son los restos de la mansión, aunque no se vea bien.
–Ahh, tienes razón.
–Miren, algo se aproxima –Una carreta se acercaba a nosotros.
–Buenas tardes, ¿Qué hace un grupo tan joven en un lugar como este? –Preguntó el conductor de la carreta–; ¿se dirigen a la mansión en ruinas?, si es así puedo llevarlos.
–Muchas gracias, pero vamos camino a Forgre.
–¿Seguros?, si van de viaje deberían pasar por allá, hace poco llego la noticia de que la mansión está en ruinas después de una épica pelea entre Selene Cruetelli y un misterioso Guerrero.
–¿En serio? ¿Y cómo era ese misterioso guerrero? –recordé que Valiant comentó que se encargaría de ocultar lo que pasó.
–Pues, no sé mucho pero los rumores dicen que era un Paladín de blanca e imperforable armadura cuyo grito de guerra era tan fuerte como el rugido de un Dragón –por lo menos casi acierta con lo del Dragón.
–Así que eso es lo que dicen los rumores…
–Sí, y no solo eso, con la mansión destruida y sin Selene. Muchos esperan encontrar tesoros bajo los escombros, aunque lo único que han hallado hasta ahora ha sido un armario lleno de prendas de sirvienta y ropa femenina.
–¡MI ROPA! –gritó Akira.
–¿Cómo?
–No le preste atención, solo se acaba de dar cuenta que anda semidesnuda –explicó Stella al hombre.
–Ams, como iba diciendo, tenían la intención de traer el armario a Forgre para venderlo pero comenzaron a decir que estaba embrujado por el Alma de Selene y lo arrojaron al pantano… Oh vaya, he perdido mucho tiempo, si me disculpan debo apresurarme o encontraran algo valioso antes que yo –El hombre se despidió y siguió con su camino.
–Dragoncito eres famoso, aunque no te describan a ti precisamente.
–De todas maneras así es mejor.
–Akira, ¿no te molesta que registren la mansión donde viviste tantos años?, digo podrían encontrar algo personal tuyo, como un diario o no sé.
–Ese armario era todo lo que tenia, así que no me preocupa, me alegra que lo hayan lanzado al pantano.
Para cuando comenzó a oscurecerse, ya teníamos preparado el lugar donde acamparíamos. Después de hacer una fogata, nos separamos alrededor de ella en nuestros respectivos sacos –Nid quedó entre Akira y Sephi, dijo que mientras no hicieran nada raro, estaría de acuerdo.
–Aun no es tan tarde... –Sanae insinuaba.
–¿Tienes alguna idea?
–Hmmm, ¡ya sé!, oye Nid, ¿puedo usar tu saco? –Nid era el único que se sentaba en el piso, la verdad no lo usaba.
–Toma.
Sanae extendió el saco frente a ella tratando de que quedara lo más plano posible, luego colocó su vara de agua sobre él horizontalmente. En la mitad de la vara creció un pilar de agua, dejándola equilibrada sobre él.
–Probaré el extender mi bastón, hace poco logré aprenderlo. Juguemos a Verdad o Castigo, haré girar la vara y cuando se detenga apuntará a alguien, esta persona elegirá verdad o castigo y quien haya girado la vara preguntará o le dirá que haga algo, se debe decir la verdad o someterse al castigo. ¿Qué opinan? –Parecía algo divertido, todos estábamos de acuerdo con jugarlo.
–Yo no pienso jugar a eso –dijo rotundamente Nid.
–Sí todos aceptamos, mayoría gana, debes jugar.
–Bueno, está bien pero recuerden ustedes dos que aun sigue vigente lo que hablamos antes, no se les ocurra alguna idea rara –miraba a Sephi y Akira.
–Lo prometemos.
–Entonces empezaré yo –Sanae giraba la vara.
Estuvo unos segundos girando para luego comenzar a bajar la velocidad, y detenerse finalmente apuntando a Firion.
–Verdad –dijo este.
–Entonces… Hmmm, ¿Has visto a Stella desnuda además de cuando cumpliste 16?
–¿Co–como? –Firion ponía cara de no querer contestar.
–Ya la oíste Firion, debes contestar la verdad –Stella cerraba el puño, el futuro de Firion estaba sellado.
–Pues… si, una vez entre a su cuarto a cerrar la ventana porque hacía mucho frio, y ella estaba durmiendo sobre la cama, sin nada de ropa… –Ni siquiera me lo había contado a mí.
–¿Duermes sin ropa Stella?
–¿Estás loca?, el frio debió apagarla –Después de que Stella apaleara a Firion, este hiso girar la Vara. Se detuvo apuntándome.
–Verdad –tuve mucha suerte, desde pequeños Firion y yo nos contábamos todo.
–Veamos, verdad... la verdad es que no se me ocurre nada.
–Oh vamos, tiene que haber algo –dijo Sanae moviendo los puños frente a ella.
–¿Te agrada Nid? –parece que no pensó en nada mejor.
–Sí, me agrada, es buen compañero.
–Ja, gracias.
–Que aburrido eres, pudiste preguntarle si le gustaba alguien o no sé.
–Me toca –dije mientras hacía girar la vara. Que caiga Nid, que caiga Nid, pensaba mientras cruzaba los dedos.
La vara comenzó a detenerse, creí que pararía apuntándolo pero siguió de largo y apuntó al espacio entre Nid y Akira.
–Castigo –se oyó la voz de Nemhain. Acercándose desde atrás de ellos–. ¿Y bien?
–Hmmm, no sé, ¿que podría ser? –de verdad no conocía de nada a Nemhain.
–Dile que camine con sus pies –sugirió Akira riendo, Nemhain le dio una fría mirada.
–Eh, ¿camina usando tus pies?
–Como digas...
Nemhain se encogió un poco, supuse que era para que sus pies alcanzaran el piso e intentó caminar… Nunca pensé verla así, parecía terriblemente frustrada intentando mantener el equilibrio, de vez en cuando tropezaba y agitaba las manos para no caer, la verdad era bastante gracioso.
–AJAJA –Sanae reía a carcajadas al igual que Akira, Sephi se contuvo unos segundos pero luego las acompañó riendo, lo demás simplemente se limitaron a sonreír, incluyéndome.
–Es mi turno… –dijo flotando hacia la vara.
Después de girar terminó apuntando a… Nid –envidio su suerte.
–Castigo –respondió rápidamente, al parecer no pretendía decir verdad desde el principio.
–Veamos, quiero que TÚ abrases a Akira… –jugábamos por equipo.
–De acuerdo –Nid se puso de pie y abrazó a Akira por la espalda, cruzando sus brazos delante de ella. Akira estaba inmóvil, parecía estar soñando. No debía de tener problemas en hacer ese tipo de cosas cuando no era forzado.
–Mi turno.
Se acercó a la vara haciéndola girar, se detuvo finalmente apuntándome, no iba a arriesgarme con castigo así que opte por verdad.
–Verdad –sonrió al oírme.
–La última vez que llamaste a Vidofnir, quiero que me digas la verdad acerca de qué te dijo exactamente. Así que eso era lo que tramaba, todos miraban expectantes esperando escuchar mi respuesta.
–¿Qué más te contó?
–Me contó, que el pacto de la portada… mato a mis padres.
–¿Te dijo eso…? –comenzaba a tranquilizarse.
–Sí, solo eso.
–A bueno, eso era todo lo que necesitaba saber –no se vio nada preocupado, debía haber algo mas tras todo esto.
–Nida, es tu turno –dijo Stella. Hice girar la vara nuevamente y esta se detuvo apuntando a Sanae.
–Verdad, e intenta que la pregunta sea buena.
–Hmmm. Si tuvieras que elegir entre una cita entre Firion y Nid, ¿Quién elegirías?
–Firion –respondió al instante, aunque sabía que lo hacía por Sephi.
–¿En serio? –Firion estaba pasmado.
–Claro, me caes mejor que Nid. Jeje, me toca –Sanae hiso girar rápidamente la vara, para finalmente quedar apuntando a Sephi.
–Ahhh, Castigo.
–Entonces… dale un beso a Nid –definitivamente se jugaba por equipos.
Sephi se puso de pie y caminó hacia él, me sorprendía que no se hubiera puesto a correr desenfrenadamente. Sephi se agachó y lo besó en la boca, al mismo tiempo que Nid se paraba gritando.
–¡Oye!, creí que era un beso en la frente o no sé, ¡pero no en la boca! –pasaba su brazo rápidamente por la boca como limpiándosela–. ¡Este juego se acabó!, tenemos que seguir mañana –dicho esto desapareció en las sombras.
Todos nos quedamos en silencio, Sephi parecía en el mismo estado que Akira después del abrazo, por cierto si Akira hubiera podido la hubiera matado. Incluso intentó golpearla pero las campanas interfirieron.
–Parece que se acabo el juego aunque valió la pena con un final como ese.
–Sí, Sephi parece muy contenta –lanzaba a Flippy al aire diciendo “Lo hice”–; pero Nid tiene razón, ya es tarde y mañana debemos despertar temprano si queremos llegar a tiempo a Forgre.
–Supongo que tienes razón...
–Hasta mañana entonces.
Al día siguiente todos despertamos de golpe con un fuerte “¡DESPIERTEN, PARTIREMOS AHORA!”. Seguía molesto por lo de la noche anterior.
Rápidamente arreglamos las cosas. Nemhain despertaba a Akira de su “única manera”. Habiendo alistado todo, partimos. Nid caminaba al frente y lejos de nosotros.
–Al parecer no se le va a pasar en un buen rato –Sanae caminaba a mi lado.
Seguimos avanzando hasta que el sol comenzó a ocultarse y podíamos ver a lo lejos una ciudad. No era tan grande como Irias, era más bien del tamaño de Celcadiz, se veían hileras de humo saliendo de varias chimeneas. Pero lo que más llamaba la atención no era la ciudad, sino un hombre extrañamente vestido que estaba sentado al borde del camino. Apenas nos acercamos se puso de pie mirándonos, daba la sensación de bloquear el paso. El hombre llevaba una capa negra que lo cubría completamente, parecía un druida.
–Nidavel Naglfar, se me ha ordenado que te lleve donde mi señor al cual por derecho perteneces, si no opones resistencia dejaré ir a tus acompañantes.
– Nida, katares.
–Activo el pacto "Gionhe lao yekhu oq yioqe, kujvu qu hiokku” –“Viento que corta el cielo, rasga la tierra”. Los demás también tomaron sus grimorios.
–Ustedes, no intenten nada –dijo Nid a los demás.
–Entonces tú debes ser Nidhogg…, al parecer no era mentira, esto podría traernos problemas… por cierto, te vez bastante joven para tener más de 300 años.
–¿Quién diablos eres?
–Disculpen, no me he presentado… me llamo Negamos Corpse y ya que han decidido pelear, no me dejan alternativa. “Holocausto que acaba vidas al momento ¿Andrameleck, te perderás este evento?” –Un enorme demonio se materializó a su espalda, muy pocos entes no tienen forma humana–. ¿Qué piensan hacer?
–¡Pelear por supuesto! –corrí retirando a Balmung de su envaine. Era increíble, podía moverme completamente libre y a una velocidad altísima, en pocos segundos estaba casi frente a Negamos.
–Andrameleck, demuéstrales cuál es su lugar –El demonio bloqueó la espada con una sola mano–. No tienes oportunidad contra nosotros.
Un momento más tarde, Balmung dejó de ser bloqueada atravesando un espacio vacío donde el demonio ya no estaba…
–¿¡Que–que pasó!? ¿Andrameleck? –Nid aprovechó el momento y le quitó el grimorio de las manos.
–¿Buscas esto?
–¡No puede ser!, ¡señor perdóneme! –hablaba al cielo mientras caía de rodillas, una sombría figura se formo detrás de él.
–Patético, no solo perdiste sino que también no fuiste ninguna clase de amenaza para ellos… –Una voz similar a la de Nemhain cuando estaba en las sombras, hablaba.
–Señor, deme otra oportunidad.
–La derrota se paga... –Negamos comenzaba a desmaterializarse. Al igual que Selene–. Me alegra haberte encontrado, descendiente de la Alquimia. Veo que empuñas a Balmung lo cual no esperaba, por lo menos este peón sirvió de algo... además de dejarme ver lo que planearon esos indeseables, la próxima vez no será tan fácil…que sepas que esta no es la primera ni la última vez que nos veremos, pero te aseguro que lo último que verás será a mi –Negamos desapareció completamente, junto a la sombra.
–¡Guau!, Acabaste con ese sujeto en unos minutos –oí gritar a Sanae a lo lejos, mientras todos corrían hacia mí.
–Eso fue increíble, no sabía que dragoncito podía desmaterializar gente sin ser Dragonsote.
–Yo no lo hice.
Una vez que estuvimos todos juntos les conté sobre la sombra y lo que había dicho.
–Parece que tú también eres popular –dijo Sanae–. Me pregunto de quien se trataba…
–Seguramente es el Archimago –Nid seguía mirando el grimorio.
–¿Por qué lo dices?
–Porque dijo que no era la primera que se veían, seguramente se refiere a 13 años en el pasado, sin contar que concuerda con la historia que te conté. Por cierto tengo que felicitarte, usas muy bien la espada, mucho mejor de lo que esperaba.
–Sí Nida, te moviste tan rápido como yo, y eso que yo llevo años entrenando –comentó Sanae.
–Habrá que ir con cuidado desde ahora, podría haber más sujetos como ese. ¿Y qué harás con el grimorio?
–Lo guardaré, podría servirnos en el futuro. Deberíamos apresurarnos, ya casi llegamos a Forgre...

Texto agregado el 21-04-2011, y leído por 79 visitantes. (0 votos)


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