TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / nidhoggnaglfar / LightShade -Cap 5-

[C:476800]

–Capítulo 5–

El compendio mitológico

Todos despertamos de buen humor al día siguiente, especialmente yo después de lo de ayer. Luego de desayunar nos preparamos para partir.
–Les dije que sería buena idea traer algo de comida desde la posada –dijo Firion–; sabe tan bien como ayer.
–¿Hoy llegaremos a Irias?
–Sí Sephiria.
–¿Por qué me llamas así?
–Tal vez tenga que ver con que es tu nombre, ¿no crees?
–Pero todos me llaman Sephi. ¿Por qué sigues siendo el único que me llama por mi nombre completo…?
–Pues ahora que lo dices, no lo sé –Pienso que la razón es que es un insensible.
–Hasta Flippy me llama como ellos –golpeaba la cabeza de Nid con el delfín.
–Entonces ¿quieres que te llame así acaso?
–Ehhh, yo, si no quieres…
–Hagamos esto. Dejemos que Firion lance a Flippy lo más lejos posible, el primero de nosotros que lo alcance gana. ¿Nos ayudas Firion?
–Claro, lo lanzaré tan alto que llegará a las nubes.
–¿No le pasará nada?
–Claro que no. Además si ganas te llamaré Sephi, pero si yo gano no tendré que llevarte en los hombros hasta Irias. ¿Qué dices?
–Hm, no lo sé, no parece que fuera a ganar mucho comparado a lo que pierdo –Se balanceaba sobre Nid.
–Pues te llamaré así por mucho más tiempo que solo un día… si yo fuera tú aceptaría –Sicología barata.
–Hmmm –murmuró mientras se volteaba a mirarnos, Sanae le cerró un ojo, al ver esto Sephi se volteó–. Está bien, acepto.
Nid se agachó dejándola bajar, mientras discutían los términos Sanae se me acercó y me susurró al oído sonriendo “Vidofnir”. De inmediato entendí a lo que se refería. Aunque Nid fuera mi Ente, no era nada malo dejar ganar a Sephi, después de todo lo que ella hacía era porque lo quería mucho a pesar de que él la ignorara. Asentí con la cabeza a Sanae, la cual levantó el pulgar en dirección a Sephi.
–Comencemos Firion.
–No lo lastimes...
–Aquí voy –Firion sostenía la cola de Flippy como si fuera una onda–. Uno, dos, ¡TRES! –Y Flippy voló por los aires.
En el instante que comenzaron a correr, supe de inmediato que Sephi no podría ganar. A pesar de que ella corría lo más rápido posible, no era nada comparado a Nid que se movía increíblemente rápido, la dejó atrás en segundos.
–¡Ahora Nida!
–Sí, sí. Dame un segundo.
Tomé mi grimorio y recité; ¡Activo el pacto! ”Qizoku pi uhpu” –“Libera mi alma”–; Luz de esperanza que en el cielo se esparce ¿Vidofnir podrías presentarte?”.
Nid comenzó a desaparecer al mismo tiempo que Vidofnir se materializaba, pero sucedió algo con lo que no conté. Vidofnir “tomó el puesto de Nid” literalmente. Lo único que vi fue a Vidofnir rodando por el camino mientras Sephi seguía corriendo para alcanzar a Flippy que continuaba volando por los aires. Firion lo lanzó con más fuerza de lo que hubiera podido imaginar. Corrí para alcanzar a Vidofnir.
–¿¡Vidofnir estas bien!?
Había caído de rodillas y con la cabeza apoyada en el piso. Aunque su ropa estaba un poco dañada, no parecía haberse lastimado, o eso es lo que creía hasta que de un momento a otro comenzó a llorar. Lentamente se sentó sobre sus piernas e intentó mover las alas, pero llegaba un punto en que las “retraía”
–Mi ala izquierda, no puedo abrirla, me duele –Se sacaba las lagrimas.
La ayudé a ponerse de pie.
–Lo siento, soy una estúpida, debí pensar que algo así pasaría, discúlpame... Estás ¿sonriendo? –Aunque no parecía feliz, si que estaba sonriendo.
–Me alegra que te preocupes tanto por mí aunque podamos pasar tan poco tiempo juntas, no sufras por algo que tenga arreglo. Si quieres lamentarte, hazlo después de haber agotado tus opciones –señaló el grimorio.
Inmediatamente lo abrí diciendo “Activo el pacto”, “Koyamoku has tokixuj, qogunhuho”–“Recupera tus heridas, levántate”–. Ambas alas brillaron como de costumbre, pero la de la izquierda comenzó a perder brillo, sus ropas volvieron a la normalidad. Parecía como si nada hubiera ocurrido, excepto por…
–Hmmm, mi Ala izquierda aun me duele, así no podré volar –La culpabilidad me comía, estaba a punto de romper en llanto–. Jeje, pero no te preocupes ya que tiene arreglo, basta con que entrenes un poco mas con Nidhogg para que alcances el pacto de Sanación de 4 versos.
–¿En serio?
–Claro, además ese pacto puede llegar hasta 7 versos, si es muy grave el de 7 puede curar lo que sea.
–¿Pero te duele mucho?
–Solo cuando intento abrirla, para lo demás no me duele en absoluto –Lo demostraba sacudiéndola con su mano derecha.
–¡No hagas eso!
–Perdón –se disculpó, aunque al mismo tiempo se reía.
–Qué extraña eres.
–¿En serio...?
Eso fue lo último que oí de ella antes que se desvaneciera. Nid se materializaba en el mismo lugar, no tenía la furiosa expresión que creí que tendría, parecía preocupado.
–¿¡Está ella bien!?
–Sí, pero no podrá volar hasta que consigamos obtener el pacto curativo de 4 versos..., o eso fue lo que me dijo.
–Demonios, ¿¡Por qué hiciste eso!? –Después hubo un largo sermón y una tremenda reprimenda–. Desde ahora en adelante deberías pensar un poco más las cosas antes de hacerlas.
–Ya te dije que fue por hacerle un favor a Sephi…
–Eso no justifica nada.
–Lo sé… –empecé a deprimirme, Nid lo notó y cambio de tema.
–¿Y donde están los demás?
–¿No están ahí?
–Pues no –Ahora me daba cuenta que ninguno de los demás estaba.
–Nidaaa, ¡aquí! –Escuché la voz de Sanae a lo lejos.
–¿Dónde estaban? ¿No vieron lo que pasó?
–¿Qué pasó? –parecían tan confundidos como yo sobre ellos.
Después de contarles lo ocurrido se mostraron tan nerviosos como yo.
–¿Pero está bien? –Me sorprendió oír que lo preguntaba Stella.
–Sí, sí, nada que no tenga solución según ella.
–Me preocupa por su naturaleza, la creo capaz de decirte que no le ocurría nada solo para no preocuparte –No pensé en esa opción...
–Sí es por su naturaleza, ella no mentiría –La corrigió Nid. Eso me tranquilizó un poco.
–¿Y ustedes por qué desaparecieron?
–Nosotros estábamos atentos a Flippy que volaba por los aires por mi lanzamiento, hasta que vimos hacia donde se dirigía. Iba en picada a un risco, Sanae gritó que Sephi no iba a darse cuenta y tenía razón –Con la emoción no me percaté de que Sephi lagrimeaba mientras sujetaba con fuerza a Flippy–; corrió para alcanzarlo mirando hacia arriba y sin darse cuenta que se acercaba al borde.
–Por suerte pensé en usar el pacto de invocación, después de todo Leviathan puede flotar.
–Fue genial, nunca antes había visto un pacto de invocación de 6 versos. Y eso fue lo que pasó, disculpa si no nos dimos cuenta de lo que les ocurría a ustedes.
–No te disculpes, si no lo hubieran hecho algo peor pudo haberle pasado a Sephi.
–Por lo menos todo se solucionó –dijo Sanae sonriendo.
–Aun falta algo, creo haber escuchado que esto fue tu idea… –dijo Nid, Sanae me miró.
–¿Me delataste?
–No te delató, pero ahora sé que SI fue tu idea.
Después de la segunda versión del sermón, Nid se agachó.
–Sube Sephi, un trato es un trato después de todo –Sephi subió a sus hombros y colocó a Flippy sobre su cabeza igual que antes–. Parece que nuestra nueva prioridad será conseguir el pacto de 4 versos, o alguien que lo utilice en Vidofnir.
–Ojala en Irias podamos hacer algo para que pueda abrir sus alas de nuevo –dije preocupada.
–Por lo que dijo el viejo, Irias es famosa por sus destacados estudios sobre los entes. Sin contar que tienen una enorme biblioteca llena de todo tipo de información recolectada a través de los años, además de cientos de estudiosos en el tema.
–Entonces será muy interesante. ¿Sanae tú has estado antes ahí?
–Sí pero es muy aburrido, es como dice Nid. Libros por todas partes, incluso las tiendas comerciales los venden, me hacía creer que era ilegal tener una tienda sin ellos.
–Mientras encontremos más Pactos y alguna forma de ayudar a Vidofnir, no me parecerá aburrido. ¿Y tú qué opinas Firion?
–Mientras no tenga que estudiar bien, además si no hay tiendas de ropa será una excelente oportunidad de probar comida extranjera.
–¿¡NO HAY!? –gritó Stella.
–Si hay, pero casi toda la ropa es para gente de ese tipo, no hay nada que puedas considerar como “a la moda”, o también cosas extremadamente raras y caras.
–De todos modos buscaré.
–¿Que esperan?, ¿quieren llegar de noche? –Nid nos gritaba desde el frente, se había adelantado bastante.
Continuamos caminando tranquilamente unas horas hasta que el sol comenzó a ponerse. Podíamos ver la ciudad a lo lejos, ¡ERA ENORME!, una gran muralla la rodeaba por completo y en determinados puntos se apreciaban guardias sobre esta. Al acercarnos a la entrada nos detuvieron.
–Nombres y propósito –dijo el guardia que estaba junto a la gran entrada a Irias, parecía dirigirse a mí.
–Nidavel Naglfar, venimos de visita.
–Favor de dar verdadero nombre, propósito permitido.
–¿Verdadero nombre?, así me llamo… –El guardia suspiró, y tomando aire comenzó a hablar.
–Los últimos miembros de la familia Naglfar murieron hace 13 años durante sus investigaciones sobre pactos de numerosos versos. Si existen más miembros se desconoce, sin embargo los registros confirman que en el accidente de hace 13 años fallecieron los Alquimistas Ellheim Naglfar y Mjollnir Naglfar junto a su hija de 3 años, Nidavel Naglfar, la edad de los alquimistas no está determinada pero se deduce que fue de entre 237 y 284 años, ambos utilizaron el potencial máximo para alargar sus vidas. Como ves jovencita los hechos son innegables, el nombre por el cual te identificas es de una persona difunta. Si desea entrar sin decir su nombre necesita un permiso especial que le permita ocultar su identidad.
–Guau, sabe más de mi familia y de mis padres que yo misma.
–Es información básica para cualquier soldado que se aprecie como tal, ahora si me permite su nombre…
Nid tomó mi grimorio y lo puso con la portada frente a los ojos del soldado.
–¿Sirve esto como pase?
–Esto… un segundo –Analizó la portada detalladamente–. Por Dios, siento mi insolencia señorita Naglfar.
–¿Señorita? –se rió Sanae a mis espaldas.
–Me es un agrado decir que es honor para Irias, que la Señorita Naglfar y sus acompañantes nos visiten.
–¿Podría omitir lo de “Señorita Naglfar”? realmente me incomoda, ¿no podría llamarme simplemente Nidavel?
–Como no, señ… Ejem Nidavel.
–Gracias. Una cosa más, apreciaríamos que no se difunda que estamos aquí, nos gusta la tranquilidad –le señaló Nid.
–Como quiera, de mi boca nadie lo sabrá. Adelante, pasen.
Cruzamos la enorme puerta que se abría ante nosotros, el ambiente era increíble. A pesar de haber muchas personas en la calle, el lugar era muy callado, no había gente conversando y era como si la usaran estrictamente para lo que era, “transitar”. Además de que parecía que todos sabían a donde ir y caminaban similarmente, a esto se le suma que todos vestían las mismas tonalidades. Un perfecto combinado de gente.
–Aburridoooo.
–Oye Sanae, ¿sabes dónde queda la biblioteca principal? –preguntó Nid.
–Claro, solo debes seguir el camino más ancho y que parece llevar al centro, la ciudad es circular con diferentes capas formadas por caminos circulares cada vez más pequeños, además de eso hay cinco caminos que hacen de radio hacia el centro donde está ubicada la Biblioteca Universal.
–¿Universal? –pregunté.
–Así la llaman, se dice que contiene todo lo que el conocimiento que el ser humano puede alcanzar.
–Adiós chicos –Firion se despedía mientras corría a un restaurante con el menú escrito en un libro gigante.
–Los veo luego, si nos necesitan busquen restaurantes –Stella se marchaba tras Firion.
–¿Nos acompañaras Sanae?
–Ni de broma, con estar en ese lugar una vez es suficiente. Llevaré a Sephi a la tienda de accesorios, puede que encuentre algo para ella a buen precio.
Sephi parecía muy en desacuerdo de ir a otro lado, pero la acompañó de todas maneras.
–Quedamos nosotros dos Nid, ¿vamos a ir directamente a la biblioteca?
–A eso vinimos –usaba las indicaciones de Sanae para encontrar cual camino usar–, creo que este es, vamos.
Caminamos durante un rato.
–Oye Nid, ¿por qué el guardia nos dejó pasar después de mostrarle mi grimorio?
–Porque llevaba escrito Vidofnir y Nidhogg y ambos son nombres de la mitología Nórdica, están ligados a la familia Naglfar. Es probable que aquel guardia no nos haya creído sobre quién eres, diría que es lo más probable, pero comprobó que el libro ese es verdadero y que pertenece a un miembro de tu familia.
–Sí sabias eso desde antes pudiste habérmelo dicho ¿no crees?
–Tengo mis razones… hay cosas de las que no podemos hablar aunque quisiéramos, si te lo decía tendría que haberte explicado algo que definitivamente no quiero ni puedo decirte.
–¿Entonces la mitología define a las familias?
–La verdad no tengo idea, solo se eso sobre tu familia ya que estaba escrito en uno de los cuántos libros.
–Podrían intentar robárnoslo si es algo tan raro.
–Es probable, pero pienso que si lo intentan será en la noche mientras duermes. Esta gente no parece de los que atacan solo para robar, sin contar que solo tú puedes abrirlo.
La ciudad era muy grande, llevábamos bastante tiempo caminando y aun no llegábamos.
–¿Qué es eso?
–Es lo que buscamos.
–¿¡Qué!? ¡Es tan grande como Brisnoa completo!
Nos acercábamos a una estructura colosal, nunca había visto un edificio de tal altura, de ella entraba y salía gente constantemente. Apenas en la entrada había un mostrador.
–¿Puedo ayudarlos? –El hombre hablaba con el mismo tono del guardia.
–Esto…–me pilló por sorpresa.
–Queremos hablar con la persona a cargo de este lugar.
–El profesor Valiant no está disponible para cualquier visita, se encuentra realizando importantes investigaciones y su tiempo es bastante limitado –Tomé el grimorio y lo puse sobre el mesón.
–¿Cree que pueda hacer espacio en su agenda por este grimorio?
–Tiene dos colores… dos llamados… ¿Un pacto? Y los entes son de… Mis disculpas, veré si puedo hacer algo para traer al profesor Valiant –El hombre salió corriendo.
–Ser de tu familia hace milagros en este mundo, es increíble que en la sociedad basen la importancia de alguien por algo tan común como su nombre. Aunque no puedo decir que sea muy diferente al nuestro…
–¿Al tuyo?
–Ahhh, no nada, estaba hablando incoherencias.
Esperamos de pie un tiempo. Comencé a sentirme incomoda, ya que notaba como cada vez la gente que caminaba lo hacía más cerca de nosotros.
–Descuida, sienten curiosidad por el grimorio. No deben ver muy a menudo que el tipo del mostrador deje su puesto.
Pasados unos minutos el recepcionista regresó.
–Lamento la espera –dijo jadeando–; el profesor Valiant los espera, síganme por favor.
Lo seguimos por lo que pensé fueron cientos de lugares, escaleras, salones, bibliotecas e incluso una especie de laboratorio.
–Hemos llegado, pasen por favor –Abría una puerta de gran tamaño, hecha de madera pulida y bordes de oro.
La habitación no era tan grande como esperaba, bastante angosta, pero muy larga. A los lados dos bibliotecas repletas de libros cubrían las paredes y al final de lo que parecía un pasillo se veía un escritorio con muchos libros uno sobre otro, con un hombre sentado tras ellos. Tenía el cabello rubio y algo desordenado, era diferente a la mayoría de la gente que habíamos visto en la ciudad, unas grandes ojeras estaban bajo sus ojos café oscuro, detrás de él había un guardia.
–Buenas tardes –El hombre nos invitó a sentarnos con una señal de su mano–. Me ha llegado la noticia de unos viajeros que poseen algo muy valioso… ¿Podría verlo? Prometo no causarle ningún daño –Miré a Nid que asintió con la cabeza. Tomé el grimorio y lo puse en su escritorio–. Fascinante –Los ojos le brillaban analizando cada rincón del libro–; nunca pensé que sería capaz de ver de nuevo un grimorio de la familia de Alquimistas ¿Dónde lo encontraron chicos?, los que quedan los ha consumido el tiempo o están simplemente perdidos.
–No lo encontramos, es mi grimorio –Empezaba a aburrirme de decir lo mismo, aunque prefería esto a las reverencias de Celcadiz.
–¿En serio? –se mostraba rehusó a creer–; entonces hágame el favor de abrirlo, solo los dueños pueden abrir el respectivo grimorio –A medida que lo abría, el profesor Valiant se quedaba sin palabras por primera vez–. ¡¿Quién es usted?!
–Nidavel Naglfar.
–Pero, eso es imposible… nuestros registros indican que Nidavel Naglfar murió hace 13 años a la temprana edad de 3 años.
–Además de la prueba directa que la tiene frente a sus ojos, hay una manera muy simple de probar que decimos la verdad.
–¿Y cuál sería?
–Sus datos están equivocados, ella nunca formó parte del accidente, y si piensa en ello ¿No es bastante raro que alguien lo registrara cuando ni siquiera se supo que clase de accidente fue?
–Ahora que lo pienso… todos los antecedentes sobre los Naglfar indicaban que su hija iba con ellos a todo lugar, ¿será que…?
–¿Sus antecedentes se basaron en esto para decir que ella murió con ellos? –Le terminó la frase–; la gente de aquí debería intentar ver sin libros delante de los ojos.
–¡Pero eso es imposible!, ¡nuestros datos fueron confirmados por un testigo!
–¿Y sabe quien fue ese testigo?
–La verdad es que… no dio su nombre, solo recuerdo que la información hablaba de un hombre anciano... Lo investigaré más a fondo –decía algo avergonzado.
–Profesor Valiant, ¿podemos pedirle un favor?
–Adelante.
–Necesitamos Pactos de alto rango para mi grimorio, además nos gustaría saber si existe alguien en la ciudad que nos pudiera ayudar con una herida que tiene mi ente, Vidofnir.
–Hm, claro veré que hago, si me confías tu grimorio abierto conseguiré pactos de gente confiable.
–Mientras sean de mi elemento o armas no me quejo –dijo Nid mientras se ponía de pie.
–En cuanto a lo de la herida lo haremos inmediatamente. Prometeo, busca a Apolo y dile que se presente aquí lo antes posible.
–Entendido –dicho esto el guardia ¿desapareció?
–¿¡Qué clase de guardia es ese!?
–Es mi ente, Prometeo.
–Ah, eso lo explica –no pensé que una persona pudiera moverse tan rápido, aunque no se movió, simplemente no estaba.
–¿Algo más de lo que quieran hablar antes que llegue Apolo?, tenemos algo de tiempo.
–Pues, hace un rato dijo “ver de nuevo un grimorio de la familia Naglfar”, ¿a qué se refería?
–Ahhh, eso, hace 17 años tus padres se pasaron por aquí buscando información sobre alguien creo. Eran buenas personas y nos dejaron bastante información sobre la alquimia. Aunque es simplemente eso, como ya no quedan alquimistas la información que hemos recolectado no es más que de lectura, para gente normal es imposible practicarla.
–¿Por qué es tan difícil practicar la Alquimia?
–Porque se necesita tener mucha cantidad de espíritu para ello, o esa es la conclusión a la que llegamos investigando. Lo pondré en escala de 1 al 100, la gente normal tiene entre 1 y 10, los entes de rango mitológico llegan hasta los 50, luego siguen los Alquimistas que redondean entre 50 y 100, siendo 100 un máximo establecido por Mjollnir Naglfar.
–¿Tan fuerte era?
–Sí, es la única persona conocida que podía mantener su ente materializado durante unas ocho horas después de dormir o estando inconsciente, sin usar piedra espiritual claro.
–Pero Nid está...
–Muy orgulloso de ser su ente –gritó– ¿no es así Nida?
–Ehhh, claro. ¿Y qué es eso de rango Mitológico?
–Hm, dame un segundo –Se puso de pie y comenzó a buscar entre los innumerables libros, hasta que eligió uno encuadernado de tapa azul–. Esto te lo explicará, puedes conservarlo si quieres, hay muchas copias aquí –Era un libro muy atractivo, en su portada se leía “Compendio Mitológico”–. En ese libro se encuentran todos los nombres conocidos que tienen que ver con algún un tipo de Mitología, están ordenados por letra, contiene información sobre lo que representan. Normalmente lo usamos como una guía para la invocación personal; “Invocación personal: Único pacto de 7 versos, es de invocación y representan al elemento del ente, puede ser traspasado entre grimorios, los poseedores de entes con rango mitológico poseen la invocación personal y una forma alternativa llamada invocación única, la cual es completamente adaptada a su creencia en la mitología” –Recitó Valiant, había memorizado completamente lo que decía en la primera página.
–¿Puedo quedármelo?
–Por supuesto.
–Haber… –Busqué la letra V–; debe ser este; “Vidofnir: Águila que continuamente vigila desde la copa del árbol de la vida, Yggdrasil. Un halcón de nombre Veorfolnir reposa entre sus ojos. Ser mitológico inmortal, sin embargo su vida solo podría ser tomada por Laevateinn, la rama perjudicial”. Genial, que interesante, ahora que dirá de ti Nid –busqué la N entre las paginas–; “Nidhogg: Dragón inmortal que roe incansablemente una de las raíces del Yggdrasil, el árbol de la vida, esperando destruirlo. Durante la gran batalla del bien contra el mal lo logra, causando el Ragnarok (Fin del mundo)”. No parece una historia muy feliz…
–No tiene por qué serlo –dijo Nid apartando la vista. En el libro no aparecían ni Stella ni Sephi.
–¿Qué significa que no aparezcan? Tengo dos amigos cuyos entes no aparecen aquí.
–Significa que la cantidad de energía espiritual con la que comienzan es mucho menos que la de los demás, pero eso no significa que no puedan alcanzarlos. Los números que te di con anterioridad son una guía de con lo que comienzan, no su máximo posible –Se notaba que al señor Valiant le encantaba hablar–. Por cierto, cuando examiné el libro contenía dos llamados y un pacto de 2 versos. ¿Qué significa?
–Significa que tengo dos entes y el pacto está ahí porque me permite llamar a Vidofnir, además no tengo que tener el grimorio abierto para poder usarlo.
–Hm, si entiendo bien... Primero, tienes dos entes. Segundo, hay un pacto escrito en la portada de tu grimorio y Tercero, puedes usarlo sin siquiera abrir tu grimorio… por donde lo mire desafía toda ley establecida.
–Pero es cierto.
–¿Y cómo lo haces?, me gustaría ver eso...
En ese momento la puerta se abrió, Prometeo traía a un anciano con él, debía de ser Apolo. El hombre se acercó y al llegar cerca de nosotros, se arrodilló.
–Es un honor señorita Naglfar.
–¿Por qué rayos todos me llaman así? –En verdad comenzaban a cabrearme–, realmente me siento incomoda, ¿podría llamarme simplemente Nidavel?
–Disculpe Nidavel, no volverá a ocurrir...Entonces ¿Qué es lo que puedo hacer por ustedes?
–Nos preguntábamos si podría ayudar a sanar un ala rota de mi ente.
–Claro que puedo, lléveme con él y lo haré.
–No puedo, debemos esperar hasta mañana.
–¿Y eso por qué? –Valiant parecía muy interesado en el asunto.
–Porque el pacto de la portada solo puede ser usado una vez al día.
–Hm, entendido, si lo desean pueden hospedarse aquí. La biblioteca universal ofrece lugares de lujo. ¿Cuántos son ustedes?
–Somos 6 en total, contando entes.
–Entendido, los llevaré a sus habitaciones. Ya es bastante tarde, además tengo que encargar a alguien para que informe a sus compañeros sobre sus reservas.
Después de recorrer el lugar llegamos a un largo pasillo con diferentes puertas.
–Espero que sean de su agrado –Valiant se retiraba.
Entré a la primera puerta… Era ¡FABULOSO!, tenía una gran ventana donde se podía ver toda la ciudad, además de una cama como para 4 personas. En el centro de la habitación había una pequeña mesa de metal con dos tazas y algunos dulces. Nid entró conmigo.
–Oye, ¿Qué haces?
–¿A qué te refieres?
–Esperaba poder dormir hoy sin alguien vigilándome…
–Sí es lo que quieres –dio media vuelta y salió.
Me pregunté si había actuado mal con lo que dije aunque…, no creo. Corrí a la cama y me lancé sobre ella, era sorprendentemente cómoda. Luego tomé un poco de té de la mesita y me puse a observar la ciudad. La vista era impresionante, aun se veían unas pocas personas caminando por la calle y las luces dejaban ver cada lugar con toda claridad. De tanto observar empecé a sentir sueño, así que decidí acostarme. Debajo de la almohada había un camisón para dormir que me puse, era bastante cómodo. Incluso con las cortinas cerradas se notaba la luz de afuera dentro de la alcoba. Después de mirar un rato la habitación, apoyé la cabeza en la almohada y me quede dormida.

Unos golpes en la puerta me despertaron, me puse de pie y la abrí aun media dormida. Era Nid, apenas me vio se puso rojo y se giró.
–Nida, deberías subirte el pijama…
–¿Cómo? –Miré y me di cuenta que la parte izquierda del vestido de noche estaba abajo, dejando mi sujetador a la vista, rápidamente lo subí. Nid se volvió hacia a mi diciendo.
–Agradece que no fue alguien más quien tocó la puerta.
–Tampoco es un premio que hayas sido tú, ¿en todo caso a que vienes? –aunque fuera mi culpa me molestó que viera más de lo que debía.
–Cuando hablamos ayer con Valiant, te habrás dado cuenta que hay cosas que no sería bueno que supiera, estuviste a punto de decir algo demás y te interrumpí, ¿recuerdas?
–Por supuesto que recuerdo que estás muy orgulloso de ser mi ente.
–Bueno ahora en serio. Valiant también lo notó, y cuando vea que llamas a Vidofnir posiblemente te bombardeará a preguntas, y no estaré ahí para arreglarlo.
–¿Qué es lo que tanto quieres esconder?
–Sí aun no te das cuenta, entonces aun no estás lista para saberlo. Respecto a lo de Valiant, si pregunta algo dile simplemente que no sabes o que siempre ha sido así, ¿de acuerdo?
–Está bien, lo haré.
–Me alegra –sin decir nada mas abandonó el cuarto.
Después de cambiarme de ropa me lancé a la cama a pensar que sería ese asunto del cual no quería hablar. Mi madre podía aguantar su ente materializado mucho tiempo… significa que además de todo el día, podía aguantar ocho horas mientras ella dormía. Que yo sepa Nid siempre está, eso significa que tengo más cantidad de espíritu que mi madre… Hm, si ella marca el tope, eso me haría a mí la persona con más espíritu… Entonces lo que me quiere ocultar debe ser que mi espíritu es mayor al de cualquier persona registrada, ¿pero por qué lo oculta? Estuve pensando un buen rato, pero no hallé la respuesta. Tocaron de nuevo a la puerta, pero esta vez se abrió desde afuera.
–Buenos días Nidavel –Entró Valiant junto con Apolo y Nid. Yo estaba sentada sobre la cama cuando me dispuse a ponerme de pie–. No se moleste –Acercaban una de las sillas a la cama–. ¿Podrás llamarla hoy?
–Sí, deme un segundo. Necesito mi grimorio –Miré hacia atrás, lo había dejado en una pequeña mesita a un lado de la cama–. Qué raro, pensé que lo había dejado ahí.
–¿Esta Segura? –Valiant se veía asustado.
–Sí, pero tal vez lo deje en otro sitio…
–Prometeo.
–¿Si?
–Sospechamos que el Grimorio de Nidavel fue robado, busca por toda la ciudad hasta que lo encuentres.
–Entendido.
–ESPERA –gritó Nid–, yo lo tengo.
–¿Por qué lo sacaste?
–La sirvienta que entró en la noche hubiera preguntado lo mismo.
–¿Alguien llegó hasta aquí? –Valiant parecía tan confundido como yo–. Pero, ¿Cómo?, nadie que no sea parte de la biblioteca puede llegar tan lejos, y lo más importante, ¿cómo supo de ustedes? Creí que habían sido precavidos.
–Pues nos visitaron en la noche y es muy probable que sea alguien de aquí, porque cuando me acerqué a ella salió corriendo, debe haber venido por su cuenta.
–¿Entonces no lo robó?
–No, después de eso lo tomé –Mostró el grimorio, lo tenía bajo el brazo y cubierto por la capa.
–Ya veo, pondremos más seguridad.
–No se preocupe, conmigo basta.
–De todas maneras lo haremos.
–Como quieran –me entregaba el grimorio.
Valiant sacó un cuaderno de su chaqueta junto a una pluma, parecía listo para registrarlo todo.
–Ah, disculpen, ¿Seria una molestia para ustedes que registrara este evento?
–No, claro que no –Cambió él señorita por llamarme usted.Tomé el grimorio y leí en voz alta ¡Activo el pacto! “Qizoku pi uhpu”.
-“La bufanda del sujeto Nidhogg, comienza a ondear con violencia”–recitaba lo que escribía– “después de que el pacto de la portada es utilizado”.
-Luz de esperanza que en el cielo se esparce ¿Vidofnir podrías presentarte?
-“Después de leer el primer llamado en la portada, Nidhogg comienza a desvanecerse mientras otra figura se materializa. Esta figura es una pequeña esfera brillante, la cual después de emitir una fuerte luz se presenta ante nosotros una chica alada con un predominante color blanco y tonalidades claras, tanto su atuendo como su cabello”.
–Ohh, que lugar más bonito.
–Vidofnir, te llamé porque encontramos a alguien que puede ayudarte con tu herida.
–Ahhh, claro –Se sentó junto a mí con las piernas colgando al borde de la cama–. Hola señores –Notaba a Apolo y Valiant.
–Hola –Respondieron ambos, Apolo se puso de pie.
–Para examinarte necesito que te des vuelta.
–Lo siento –Vidofnir se sentó de rodillas sobre el borde de la cama dando la espalda.
–Asclepios… –dijo Apolo, y apareció de repente lo que supuse era su ente, con una larga bata blanca–. Por lo que veo tiene roto el borde superior del ala izquierda, ¿Tú qué opinas?
–Es lo más probable, aunque nunca había visto un ente con una composición tan rara –Asclepios la miraba con curiosidad.
–¿A qué te refieres?
–Veo hilos de espíritu de elemento sombra alrededor de ella, que van desde sus pies hasta el moño que lleva en la cabeza.
–¿Qué significa eso? –preguntó Vidofnir antes que yo, aunque examinaban cuidadosamente sus alas, seguía tranquila.
–Asclepios tiene la habilidad de ver a los Entes de otra manera, ve los pequeños hilos de fuerza espiritual que son como los nervios para los seres humanos –dijo Valiant mientras miraba y escribía continuamente.
–¿Es algo malo eso de los hilos de otro elemento?
–Nunca lo había visto, así que no puedo afirmarlo. Bajo mi punto de vista no parecen ser dañinos ya que forman parte de ella, es impresionante la forma en que buscan el camino para llegar al moño sin tocar ningún hilo blanco.
–¿Entonces por qué mi ala me duele? –Vidofnir lo interrumpió.
–Oh, disculpa me deje llevar, es que es algo que nunca antes había visto. Veamos tu ala –Asclepios se acercó para mirarla de cerca–. Hm, parece ser que los hilos de luz fueron recuperados, ¿le aplicaron algún pacto de sanación con anterioridad?
–Si, Nida leyó un pacto de 3 versos y lo use sobre mí misma, ¿hice algo mal?
–Para nada, casi no hay rastros de la herida, buen trabajo… ¡Aquí! –dijo señalando un punto–; dime si sientes algo.
Comenzó a aproximar el dedo a lo que yo veía era su ala. Esperaba que chocara contra ella, pero le atravesó la parte externa.
–¡¡¡AAAAAAH!!! –Rápidamente Vidofnir se echó sobre la cama alejando sus alas de Asclepios.
–Aunque es algo nuevo para mí, obedece la normalidad de las heridas en entes –Vidofnir lloraba sobre la cama.
–¿¡Que le hiciste!?
–No pensé que le dolería tanto, mis disculpas.
–No, no importa –Vidofnir se enderezó mientras secaba sus lágrimas–; solo promete que no lo harás de nuevo, por favor.
–Lo prometo, pero ya terminamos.
–¿Y?, ¿puede hacer algo?
–Los hilos elementales de luz están en perfecto estado, pareciera que no se hubieran herido, el pacto que realizaron funcionó de maravillas. El problema son los hilos elementales de sombra que pasan justamente por ese punto, están dañados y cuando intenta abrir las alas este choca con el sector de elemento luz, causándole un gran dolor como observaron recién.
–¿Pero puede curarla?
–Lo siento, pero no existen pactos curativos que funcionen sobre el elemental sombra, pero la buena noticia es que terminará por repararse solo, probablemente una o dos semanas.
–¡Son excelentes noticias!, ¿escuchaste Vidofnir?
–Sí, es genial.
–Lamentamos no poder ser de más ayuda –ambos se disculparon.
–No digan eso, gracias a ustedes sabemos que podrá recuperarse, eso es de gran ayuda.
–Sí, muchas gracias.
–Ehhh, de nada, jeje –Asclepios se veía satisfecho de su trabajo.
–Creo que alcancé mi límite, un gusto. Adiós.
“Vidofnir comienza a experimentar el mismo proceso por el cual pasó anteriormente Nidhogg” –murmuraba Valiant mientras escribía– “Comienza a materializarse lo que parece un portal negro sin fondo, Nidhogg sale del portal al mismo tiempo que este desaparece”.
–¿Y?, ¿qué tal les fue?
–Se recuperará sola en un tiempo según Asclepios.
–Me alegro, ¿según quien? –En ese instante Asclepios miraba directamente a Nid, atónito.
–Tú… no tienes hilos elementales –lo veía sin creerlo.
–¿No tengo qué?
–Increíble, los hilos no forman parte de ti, pareces estar hecho de ellos.
–Oye, yo estoy bien, no necesito que me examinen.
–Suficiente Asclepios –lo regañó Apolo–. Puedes irte.
–¡Pe–pero...! Entendido..., disculpa lo de antes –Y Asclepios desapareció.
–¿Entonces basta con que descanse un tiempo? –preguntó Nid.
–Es lo más aconsejable. Si quieren seguir hospedándose aquí no habrá problemas –le respondió Valiant.
–Genial, supongo que nos quedaremos un tiempo.
–Así tendré más tiempo para recolectar pactos rango alto como me pidió. Gracias por la información de primera que me han dado, yo mismo llevaré las investigaciones sobre este tema –decía Valiant mientras abandonaba la habitación junto a Apolo.
–Te equivocaste Nid, estaba tan ocupado recopilando datos que no me preguntó nada –¡se equivocó!, pensé en sujetarme de la cama esperando un temblor o algo.
–De todas maneras modera lo que dices.
–Sí, sí, oye ¿algún problema con que nos quedemos un tiempo?
–Para nada, mientras seas cuidadosa.
–Por supuesto, saldré a recorrer la ciudad, ¿vienes?
–No gracias, tengo asuntos que resolver y solo por seguridad deberías darme el grimorio.
Después de entregárselo salí de la habitación tocando las demás puertas, cuando el grupo estaba completo les conté acerca de los planes.
–¿¡Nos podemos quedar más tiempo!? –Sanae estaba tan emocionada que casi gritaba–; no recuerdo la última vez que dormí tan cómoda, incluso seguía durmiendo cuando tocaste la puerta.
–Ya decía yo que necesitábamos unas vacaciones –dijo Firion bostezando.
–¿Es que trabajas mucho acaso? –le respondió Stella sarcásticamente.
–Claro. Oye Nida, ¿dónde está Nid?
–Dijo que tenía algo que hacer, probablemente esté en mi cuarto –Sephi comenzó a abrir las puertas una a una–. Utilicemos esta semana para ir a los mejores lugares. ¿Conoces algunos Sanae?
–Claro les haré el Tour completo, me conseguí un mapa de un guardia cuando nos traía hacia aquí.
–Nid no está –Sephi se nos acercaba apretando fuertemente a Flippy.
–Entonces ven con nosotros.
–No gracias, lo esperaré aquí –Sephi se sentaba frente a unas de las puertas a jugar con Flippy y las campanas.
Los siguientes días fueron bastante agitados, visitando lugares, comprando cosas y divirtiéndonos. Pero había una cosa que nunca cambiaba, Sephi siempre se quedaba esperando. Cada vez que regresábamos ella estaba dormida en la puerta. Durante aquellos días Nid no volvió a aparecer, primera vez que desaparecía durante tanto tiempo. Tratándose de él sabía que debía estar bien, pero sentía curiosidad por su extendida tardanza. Todos los días le decíamos a Sephi que nos acompañara pero ella insistía en quedarse. Cuando volvimos al sexto día nos extrañó no encontrarla durmiendo en la puerta. Dedujimos que estaría dentro de la habitación. Al entrar notamos que el lugar era un desastre, todo estaba en el piso y roto.
–¿¡Que pasó aquí!? ¡Sephi! –Primera vez que veía a Sanae tan histérica.
Después de buscar por todos lados, Stella notó un papel sujeto a la puerta por una extraña cuchilla de dos dientes. La cual decía;
“Heredera de la Sangre Alquímica, tu pequeña amiga está esperando en la mansión Cruetelli, si la quieres volver a ver preséntate sola junto a tu ente ante mí. Atte. Selene Cruetelli.”
–¡Esto debe de ser una broma! –Gritó Sanae–. ¡Ya sé! –Sanae arrojó la piedra espiritual para luego tomar su grimorio y recitar–; “Agua que fluye como torrente ¿Sephiria, hazte presente?” –Pero no sucedió nada–. ¿¡QUE PASÓ!? ¿¡Y Sephi!?
–No va a funcionar –Todos nos volteamos para ver a Nid que sujetaba la piedra en la mano, noté como esta ya no brillaba.
–TÚ, ¡por tu culpa! A Sephi se la llevaron y… –Sanae cayó al piso llorando.
–No puedes llamarla porque tú ya no necesitas una piedra…
–¿Cómo?
–Absorbiste todo el poder de la piedra espiritual, es una habilidad muy rara la tuya, las habilidades de ustedes los humanos a veces me sorprenden –Seguía mirando la roca. Sanae solo seguía llorando.
–¡¿Por qué?! ¡Si no tuviera esta maldición conmigo, podría recuperar a Sephi!
–¿Por qué demonios estás tan calmado? –le gritó Firion furioso.
–Porque lo que hay que hacer es pensar, no lamentes algo hasta que no hayas hecho todo lo posible y más para solucionarlo. Primero que nada no se preocupen, Sephi está perfectamente a salvo por ahora.
–¿¡No vez esta habitación acaso!? ¡Puede incluso estar herida! –gritó Sanae arrodillada en el piso mientras lloraba.
–La habitación esta así porque yo la deje así, buscaba alguna pista o algo, no encontré nada desafortunadamente.
–¡Pero...!
–Pero nada, lo primero es saber quién diablos es esta “Selene Cruetelli” de la carta –caminó desde la ventana por la cual había entrado a la puerta–. ¿Van a venir?
Ayudé a Sanae a ponerse de pie y partimos hacia la oficina de Valiant. Apenas llegamos a la gran puerta la abrimos de golpe.
–Valiant, necesitamos información y rápido.
–¿Qu–que pasa? –estaba sentado sobre el escritorio leyendo y escribiendo.
–Esto pasa –dijo poniendo la carta sobre la mesa.
–Así que ella se enteró…, Selene es conocida como la vampiresa del pantano.
–¿Existen los vampiros? –pregunte asustada.
–Claro que no, no existen registros de ellos, pero ella uso su deseo para obtener determinadas similitudes con ellos.
–¿A que nos enfrentamos? –preguntó Nid.
–Veamos, según nuestros informes, posee la habilidad de succionar sangre, al igual que los vampiros. Pero a diferencia de ellos, ella lo hace para extender su vida, no para alimentarse. Otra similitud es la fuerza sobre humana y el conocimiento de artes oscuras. Su ente actúa más como un sirviente que un compañero. Lo más probable es que Sephiria haya sido secuestrada por su principal sierva, su nombre es Akira Liat y al igual que su ama posee un ente del tipo sombra, lamentablemente no tenemos más información de utilidad.
–Gracias, es suficiente sobre ellas, ¿sabes donde se ubica la mansión Cruetelli?
–Está a dos días a pie, pero podemos suministrarles transporte, podrán llegar en un día.
–¿Podemos partir ahora mismo?
–Por supuesto, después de todo ahí siempre es de noche así que no importa a la hora que lleguen.
–¿A qué se refiere con que siempre es de noche?
–Lo verán cuando lleguen.
Se puso de pie y nos llevó fuera de la biblioteca, a lo que parecía un establo. El encargado ya había sido informado porque tenía todo listo. Subimos a un carro tirado por caballos.
–Deberían intentar dormir antes de que lleguemos, intentaré apresurar el paso –dijo el hombre que conducía.
Pero ninguno pudo conciliar el sueño durante toda la noche. Lo que era un día parecía un año, el carro seguía avanzando mientras ninguno articulaba palabra. Sanae había dejado de llorar pero sujetaba su cabeza con ambas manos apoyándose sobre las piernas con los codos.
–Sanae, Sephi estará bien –la consolé.
–Sí, si lo sé es sólo que... no puedo dejar de pensar en que no podré hacer nada cuando llegue, si intentamos entrar con ustedes Sephi la pasará muy mal.
–Eso no es del todo cierto… –le corrigió Nid–. La carta dice que debemos entrar y presentarnos yo y Nida ante ella, ustedes pueden entrar mientras no vayan con nosotros, el problema es que estarán solos.
–¡Dame esa carta! –Sanae le quitó la carta de las manos y comenzó a releerla innumerables veces–. Es cierto... ¿Firion entrarías conmigo?, necesitare tu ayuda si quiero hacer algo.
–Cuenta con ello.
–No tienes ni que preguntarme –La animó Stella.
–Gracias a ambos, siento haber dicho que era tu culpa Nid, estaba muy enfadada…
–En parte igual tengo algo de culpa, no debí ausentarme tanto tiempo.
–¿Por qué te ausentaste tanto?
–Por esto –dijo sacando de la pequeña mochila un largo bastón con una enorme gema roja en la punta.
–¿¡Como cabe en ese bolso!?
–Otro día te lo explico –Le entregaba el bastón a Stella–. Y esto es para ti –Usando el mismo método retiró la espada del pequeño bolso–. Solo úsenlos, no necesita mucha practica aprender a manejarlos.
El carro se detuvo y el conductor abrió la puerta. “Hemos llegado chicos”.

Texto agregado el 21-04-2011, y leído por 58 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]