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Cartas de


ABEL INDALECIO PRESA







PUBLICADAS EN LOS DIARIOS



RIO NEGRO


LA NUEVA PROVINCIA













Diario Río Negro, sábado 18 de setiembre de 1993

Agua milagrosa

Señor director:

Quiero referirme al artículo ‘El milagro de Tlacote’, que firma el periodista James Neilson en la edición de fecha 27/8.
Cuando al doctor Albert Einstein, que no era creyente, le preguntaron si un físico podía creer en Dios, respondió: ‘Al estudiar física se comprueba que en su mayoría todo está regido por leyes, por lo cual se hace difícil suponer que una sencilla oración pueda tener alguna influencia. Sin embargo, a estas leyes las conduce un espíritu, ante el cual debemos ser muy cautos y muy humildes’.
Ignoro si algún científico no despistado de hoy tendrá respuesta a esta opinión. Sí quiero decir que, más allá de saber si el agua de Tlacote o de la loma de los quinotos tiene o no alguna propiedad o poder, se debiera ser más considerado con seres humanos en situaciones límite. Esto me parece más cruel que la estafa y el lucro. En todo caso no superará la de algunos funcionarios y políticos (colamos el mosquito y nos tragamos el buey).
Es cierto que Galileo fue víctima de la soberbia episcopal. Como dijo Hernández: ‘Cantaremos si le gusta, sobre las muertes injustas’ que ha producido la soberbia científica y política. Armas nucleares y químicas, Chernobyl y la talidomida, de consecuencias macabras; y no hace cuatro siglos, sino hoy… ya. ‘Poco valor tendrá el saber que no se apoye en la sabiduría’ (Proverbios C8-8 y C9-16).
Para terminar, quiero recordar palabras de ese gran hombre que fue Abraham Lincoln, quien pudo decir: ‘Leamos la Biblia con humildad, que la fe hará sereno nuestro razonamiento’.

Abel Presa
LE 5.288.687
Viedma



Diario Río Negro, viernes 29 de octubre de 1993

Corrupción

Señor director:

Parecería que a la mayoría de los políticos los identifica un mismo denominador: desconocimiento de la historia y falta de objetividad. Si así no fuese, estarían preocupadísimos sabiendo que al conjuro de la corrupción sucumbieron inexorablemente civilizaciones, culturas, imperios, reinados, etc.
Para ellos el único enemigo de la democracia son las fuerzas armadas y resultan cómicas sus ‘declaraciones conjuntas’ en defensa de la democracia o chantajearse de golpistas poco antes de cada elección. Me hace imaginar un congreso de ratones para liberarse de los gatos. Pero, cuidado, que en una de esas la corrupción se hace bubónica o en lugar de un gato se aparece un tigre y eso hay que preguntárselo a los pobres rusos.
Tengo para mí que el mal más grande que nos han hecho los militares es habernos evitado más de una vez una necesaria gran guerra civil de dos o tres años, como la que sufrieron los yanquis y que sirvió para que tantos se apearan de esa soberbia y avaricia corruptas.
Los medios de información cañonean sin descanso avanzadas alarmantes, jueces sospechados de corruptos, crímenes, impunidad, estafas, fianzas, asaltos, truchos, ñoquis, etcéteras y etceteritas que actúan como células cancerosas en el tejido social.
Todos los gobiernos de turno dicen con verdad haberla heredado y se la pasan al que sigue igual o peor. Hay que reformar las leyes para que la ley se cumpla; con la que se eduque, se viva y con la que se cure; que termine con el curro de los juicios, que no escapen las ratas con pasaje oficial y no se le haga más pito catalán a la ley con el cuento de la democracia.
De nada servirá ésta si no tiene este basamente: ‘la justicia emana de la sabiduría, ésta viene de Dios y por tal no tienen acceso a ello los corruptos’ (biblia).

Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Viedma


Diario Río Negro, domingo 11 de diciembre de 1994

Mujer

Señor director:

Solía decir mi madre que educar a una mujer es educar a una familia. Claro, ella suponía en su época que en el mismo frasquito de píldoras en que recibía su título o diploma venía también la educación. No se equivocaba, sin embargo, en sindicar a la mujer como valor fundamental en la formación del individuo y su proyección al futuro por el camino del bien.
La palabra madre, que ningún diccionario define en su magnitud, no empieza y termina como actualmente sucede en la mayoría de los casos en parir y criar un hijo para luego arrojarlo a ese mar de calamidades que es la sociedad moderna. Solo la madre puede inyectarle (cuando los posee) los valores morales que serán la fuente de energía de su vida y le crearán los anticuerpos para protegerlo de esta suerte de sida de la moral que hoy padecemos y que manifiesta una juventud abúlica y ausente. ¿Qué puede esperar una sociedad que con desparpajo corrompe a la mujer desde su infancia, excitando morbosamente sus debilidades, que paradójicamente concurrirán más tarde a formar la fuerza de su infinita ternura que solo ella puede brindar profusamente y que la razón del hombre no comprende, juzga mal y no protege?
Una moderna calaña de rufianes, llamándose ‘empresarios’, han construido en torno de la mujer una impresionante industria, colocándola exclusivamente como objeto de placer y preparándola para comerciar sus virtudes. ¿Qué nos pasa?, ¿Por qué callarnos? Tengo cola de paja, cambié varias veces de pareja, no nos imaginemos culpables y actuemos, que Dios perdonará a los arrepentidos. ¿Estamos esperando que otro lo haga? Tenemos que saber que ese ‘otro’ a quien le correspondería realizarlo, que se diplomó a costillas de la sociedad llamada Estado y que somos todos, ahora está demasiado ocupado en atender sus mezquinos intereses o porque al corrupto sólo le importa vivir su propio tiempo.
Alertaba J. B. Alberdi que ‘instruir no es educar’; seguramente en su visión de hombre de bien comprendía preocupado que la universidad también gradúa cocodrilos y yararás.
De vez en cuando algún sacerdote, cual solitario Quijote arremete lanza en ristre contra algún gobernante de turno reclamando por la economía social y la pobreza, desconociendo al parecer que esta última la tenemos en el alma. Ya comunistas masacraron a sus pueblos invocando igualdades económicas pero apartándose de la moral y de Dios.
Por suerte, la democracia que hoy tenemos crea el ámbito donde se puede dar batalla al mal. Comencemos a reclutar las reservas morales que nos quedan. Lamentablemente, cuando una sociedad se torna hipócrita es muy difícil hallar legislación que la corrija. Hay que perseverar no obstante, sabiendo que una nación que tuvo a Alberdi, Sarmiento, Belgrano y San Martín no puede haber perdido de ellos todo.

Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Honduras 543
Viedma


Diario La Nueva Provincia, miércoles 17 de abril de 1996

Corrupción Política

Quiero pedir a esas valientes mujeres que son las Madres de Plaza de Mayo, actuar con más objetividad y positivismo, en repudio a lo que ha sido y es la causa fundamental de todas las desgracias que ocurren en el país: la corrupción política. Esa será la mejor ofrenda para quienes inmolaron sus vidas en contra de ella, que fueron sus propios hijos. Es su tiempo, y el de la mujer en general, de intervenir en defensa de sus derechos humanos, que suponen no ser gobernados por corruptos, que revela y despista a los jóvenes, llevándolos a buscar soluciones suicidas, como ya ocurrió hace veinte años y nos tuvo al borde de una guerra civil; mientras cantidad de hombres, costosísimos al país, se arroban en la inmoralidad impunemente y otros desaparecen en la ineptitud y cobardía.
No comprendo como puede acceder a una honorable banca de senador nacional una persona que ha estado prófuga de la justicia. Cuando la democracia se corrompe puede resultar peor que una dictadura. Nadie teme a nadie, porque la autoridad se pierde en la complicidad y en la conveniencia, la ley se transforma en tela de araña y desaparece la justicia.
Entiendo que hay que aprovechar positivamente esa fuerza que significa la mujer, por sus condiciones humanas y por sus derechos, que debe hacer prevalecer en las decisiones políticas, puesto que ha sido ella quien ha pagado más caro la irresponsabilidad manifiesta por tantos hombres. Deberá actuar con firmeza, embanderando movimientos con marchas y como lo permita la democracia, cuantas veces sea necesario, enrostrar al hombre su condición de corrupto. Quien dude, que tome el ejemplo de la hermana Pelloni, Catamarca es un alerta de lo que nos espera; que se repita la historia y tengamos que avergonzarnos nuevamente de ser argentinos.
En conclusión, se trata de dar respaldo y compromiso al presidente de la Nación. Es sabido que la crítica sin propuestas carece de valor y es negativa.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario La Nueva Provincia, martes 5 de agosto de 1997

Gobernar con responsabilidad y vergüenza

Indudablemente, salvo algunas honorables excepciones que no han pesado demasiado, nuestro país, sus instituciones y su pueblo todo ha sido traicionado por el mal accionar de sus gobernantes; llámeseles corruptos o ineptos en su mayoría. Esta ha sido la constante desde sus comienzos y ha recrudecido en lo que va del siglo. Ello motivó a las FF AA a revelarse una y otra vez porque no podían soportar siquiera el manipuleo conventillero y a veces fraudulento de su tiempo electoral y mucho menos la inoperancia y el permanente desacuerdo involucrado con actos de corrupción. Pero muy en especial porque ellos mismos –la clase política- los instaron a intervenir toda vez que su incapacidad no les indicaba otro tipo de solución. Todo en su conjunto formó la causa; y el efecto fue la subversión que dejó pagando a los militares en un enfrentamiento en el que ambos se destruyeron, y hoy podemos decir que no tenemos Ejercito, tomando en cuenta su desprestigio al que contribuyeron arteramente muchos políticos festejándolo como un triunfo.
De similares consecuencias puede ser víctima la policía ya que la cruel realidad nos muestra que esta frágil democracia y en especial los Derechos Humanos, a los políticos corruptos y a la delincuencia que es la misma cosa les viene de maravilla. Se parece a lo que cuenta una fábula de cuando las fieras se reunieron para tratar su convivencia. Allí el oso propuso el desarme total; esto era que cada cual se quitar garras y colmillos, etc., dejando únicamente “el abrazo fraternal”.
De esta situación la peor parte la lleva la policía que incluso debe pagar la factura por los desatinos y a veces la burla de los gobernantes de turno. Es doloroso verlos de pronto como en la picota de los criminales insultados y apedreados como si fueran ellos los causantes de todas las calamidades. Este manoseo conduce al desprestigio de la institución policial, cuya función es cotidiana y permanente en la convivencia de la sociedad, preservando el orden y la seguridad, por lo cual deben merecer el respeto y el aprecio de los ciudadanos. Si a esto le agregamos lo poco claro del accionar de la Justicia en muchas ocasiones, se corre el riesgo cierto de que el funcionario policial se frustre y desoriente, asociándose al delincuente como parece ocurrir en la provincia de Buenos Aires.
La única solución es gobernar con responsabilidad y vergüenza, en lugar de pensar en favorecerse con elevadas dietas, privilegios y acomodos y terminar hipotecando la provincia para luego esconderse protegiéndose en fueros y otras tramoyas para escaparle a la justicia, como ocurrió en Río Negro, agregándole otra nota mas a las ya ridículas de la historia política argentina.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario La nueva Provincia, domingo 9 de marzo de 1997

Feminismo y desmilitarización

Veo con agrado que poco a poco las mujeres se van animando a descubrirse a sí mismas y comprobar las sustanciales diferencias que las separan del hombre en cuestiones de administración de gobierno. Es que el hombre es de por sí militar, aunque no vista uniforme; es un guerrero nato y el poder civil tiene que representarlo la mujer.
Su condición de madre le pone tempranamente una suerte de cable a tierra que la hace más humana, más comprometida con la vida, aparte de ser más prolija. Increíble mérito teniendo en cuenta que desde lo eterno ha sido discriminada, humillada y condenada a obediencia debida.
Pero lo más grave del hombre es que, como no controla sus debilidades o mejor explicado, no logra separarlas de sus responsabilidades, se torna corrupto e hipócrita en elevado porcentaje y borra con el codo lo que escribió con la mano.
Ese ha sido el principal motivo de muchas guerras y otras calamidades porque violó acuerdos, tratados, compromisos y obligaciones. Ya nomás aquí un gobernador, que según estimación del radical José Luis Machinea hipotecó la provincia por una generación, fue premiado con el cargo de senador nacional. ¿Eso no es borrar con el codo? ¿Esos son diez puntos en Democracia? ¿Condenar a la pobreza a cantidad de ciudadanos?
El mundo entero clama por un tratamiento mas humano, más maternal podemos decir, cuando el hombre pierde su “hombría” es lícito que gobierne la mujer. Ya es tiempo de este toque de retreta a su omnipotente machismo autoritario y cruel y deje paso a la sensatez que emana del sereno razonamiento. Quizás no sea inminente la posibilidad de guerras, pero no habrá paz, mientras la justicia y la política puedan ser juego de mafiosos y el liberalismo no sea la puerta franca del capitalismo corrupto.
Aunque a muchos no les resulte simpático, quiero finalizar con palabras de la señora Margaret Thatcher: “Para discursos, el hombre; para logros, la mujer”.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario Río Negro, lunes 4 de agosto de 1997

Atentado a la AMIA

En el ‘Rio Negro’ del 19/7/97, pág. 18, apareció el siguiente encabezamiento sobre los últimos hechos. ‘La comunidad judía condena al gobierno’. Si analizamos esta situación veremos que es muchísimo más grave de lo que puede imaginarse.
Significa nada más y nada menos que el problema árabe-israelí se ha instalado en la Argentina.
Rebobinemos un poco. En 1989, como consecuencia de la falta de proyecto, la improvisación, desacuerdos y en especial la incapacidad, el país estaba en sus funerales. A tal extremo, que el presidente Menem al asumir evocó a Jesús ante Lázaro diciendo ‘Argentina… levántate y anda…’
Para graficarlo de otro modo imaginemos que sus gobernantes habían manejado el país con un intrascendente juego de damas, de acuerdo a sus capacidades.
El doctor Menem instaló el ajedrez y nos insertó en el torneo mundial, donde el reglamento es riguroso y los tiempos y las obligaciones se cumplen a rajatabla y no borrando con el codo como era nuestra costumbre, que nos llevó al total desprestigio (en realidad Menem puso en marcha la propuesta de Juan Bautista Alberdi que dormía desde el siglo pasado).
Luego de varias partidas más o menos brillantes, tal vez por un error táctico o por exceso de entusiasmo en cumplir con sus compromisos, el presidente movió mal una pieza, esto ocurrió cuando el conflicto del golfo Pérsico, al enviar allí naves de guerra.
Ahí nuestro hombre no tuvo en cuenta que él es de sangre árabe y de familias musulmanas y quedó bajo la mira de los fundamentalistas de esa religión.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario Río Negro, jueves 11 de setiembre de 1997

Alianza Política

Si algo le faltaba al radicalismo para lograr su acta de defunción, ya lo consiguió al concertar esta suspicaz alianza que ofende a sus partidarios y perjudica al Frepaso.
Si 100 años no alcanzaron para conocerse, analizarse y corregirse, no hay nada que lamentar y sí de qué alegrarse. Esta es una de las bonanzas de la democracia con la que ‘se cura, se nace o se muere’ si es que de verdad la practicamos.
Decía el doctor Carlos Pelegrini en su época que el radicalismo es más bien un temperamento que un principio político, agregando en otra parte: ‘El arte de gobierno exige cierta ductilidad, cierta flexibilidad de espíritu inconciliable con un temperamento radical’
Que significó en los hechos un ‘impedimento’ o arte de impedir al que suele referirse el presidente.
Esto es lo que llevó al doctor Frondizi a escindirse en su desesperación por llevar a la práctica los ideales de Alberdi y que luego le valió la ‘vendetta’ de los radicales cuando lograron anularle los contratos petroleros.
Pero la causa que determinó la ‘coma’ del partido fue aceptar la designación como senador nacional de un ex gobernador que quebrantó una provincia, como el caso de Río Negro.
El bochornoso escándalo que motivó no se compadece con la ética que ellos predican y los anula como opositores nobles que todo gobierno bueno o malo necesita, mereciendo el rechazo de la ciudadanía.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario Río Negro, domingo 21 de setiembre de 1997

Maligna interpretación

¡Qué maligna interpretación de la palabra ‘oposición’, rayana en la imbecilidad, se ha tenido en nuestro país.
Signada desde siempre por la intención que la caracterizó: no hacer ni dejar hacer, que no es otra cosa que el lema de los ineptos o corruptos por tan innoble proceder
Con mínimas excepciones, esta endemia que caracteriza a los cultores de la tacañería y el egoísmo, que tienen en el chiripá y la bota de potro su símbolo de indigencia y atraso que ya desesperaba a Sarmiento y avergonzaba a Alberdi. Concepto de la economía que mantuvo la fiebre aftosa hasta hace poco, y aún la sarna ovina.
La sola idea de humanizar el capital o hacerlo más participativo los enferma. Pero no los escarmentó la contrapartida ya ensayada del despilfarro y la demagogia a que suelen llevar los gobiernos populares, sin contar los golpes militares que ellos mismos provocaron.
En el colmo de la ironía, ahora se juntan ambos formando ‘alianza’, cual jinetes apocalípticos para regresarnos al humillante subdesarrollo cultural y económico y al desprestigio internacional.
La simplicidad de estos conceptos debiera estar presente en cualquier político, pero según parece, si la universidad se lo facilita ocurre aquello de que lo que ‘natura non da Salamanca non presta’.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario La Nueva Provincia, miércoles 1 de octubre de 1997

Interpretación maligna

¡Qué maligna interpretación de la palabra ‘oposición’, rayana en la imbecilidad, se ha tenido en nuestro país.
Signada desde siempre por la intención que la caracterizó: no hacer ni dejar hacer. (Seguramente, originado y tergiversado del arcaico y quijotesco sint ut sunt, aut non sunt). Serán lo que son o no serán; que no es otra cosa que el lema de los ineptos o corruptos por tan innoble proceder
Con mínimas excepciones, esta endemia que caracteriza a los cultores de la tacañería y el egoísmo, que tienen en el chiripá y la bota de potro su símbolo de indigencia y atraso que ya desesperaba a Sarmiento y avergonzaba a Alberdi. Concepto de la economía que mantuvo la fiebre aftosa hasta hace poco, y aún la sarna ovina.
Son los celadores de las “joyas de la abuela”, presuntuosos referentes de la ética y la honestidad, basados en el supuesto de guardar la vida sin usarla.
La sola idea de humanizar el capital o hacerlo más participativo los enferma. Porque aún no los escarmentó la contrapartida ya ensayada del despilfarro y la demagogia a que suelen llevar los gobiernos populares, sin contar los golpes militares que ellos mismos propiciaron.
Ahora, en el colmo de la ironía, se juntan ambos formando ‘alianza’, cual jinetes apocalípticos para regresarnos al humillante subdesarrollo cultural y económico y desprestigio internacional.
La simplicidad de estos conceptos debiera estar presente en cualquier político mediocre, pero, según parece, si la universidad lo habilita, ocurre aquello de que lo que “Natura non da, Salamanca non presta”.
Exceptuando al doctor Frondizi, que lo intentó, y a este gobierno, que lo puso en práctica, podemos decir que nuestros políticos no interpretaron debidamente Las Bases de ese gran americano que fue Juan Bautista Alberdi, y ahí perdió su brújula la República Argentina.

Abel Indalecio Presa
Viedma

Diario Río Negro, viernes 22 de mayo de 1998

Morir en Estados Unidos

Referencia: Rio Negro del 24/4/98. Es probable que el señor James Neilson haya pulsado el sentir popular del país y no sea una opinión propiamente suya. De ser así, creo oportuno hacer algunas apreciaciones. Seguramente su arrogancia, el orgullo por las cosas vanas y esa suerte de sentimentalismo tanguero propios del porteño de principios de siglo que luego se generalizó, dieron forma a esa chabacanería que nos identifica y se manifiesta en la pedantería y falta de objetividad clásicas en gran parte del periodismo y en especial en la clase política; es la que nos impide comprobar que cuando aquí estamos por salir los norteamericanos ya vienen de regreso, acaso de varios viajes. Ellos aman su Constitución y las decisiones de la Justicia discurren serenamente en la madurez democrática de su pueblo, incompresible en nuestro país.
La pena de muerte elimina la tortura del encierro, es la solución mas justa, lógica y hasta piadosa para psicópatas satánicos incorregibles. Es también una respuesta noble al dolor y al espanto de la familia de las víctimas, pasada por alto aquí en ciertas ‘sensibilidades’. Dictada la sentencia, debe quedar al margen de reclamos, presiones, etc. Los argentinos actualmente debemos callar y aprender en lugar de ponernos en críticos.

Abel Indalecio Presa
LE. 5.288.687
Honduras 543
Viedma


Diario Río Negro, miércoles 1 de julio de 1998

Las razones de Massera

Quiero felicitar sinceramente al señor Carlos Torrengo por su enfoque objetivo y valiente sobre estas realidades, sin dejarse convencer por las razones que nos impone la corrupta camarilla política, que han sido siempre las de culpar a los militares, ocultando la complicidad conveniente a su medro.
Hay que exponerlo al fuego lento de estos análisis.
El partido radical, con una interpretación democrática de su propiedad, logró formar una imagen rígida e inflexible de referente de la política nacional, que no ha sido otra cosa que la gran culpable de todos los desencuentros que hemos padecido. Con una intransigencia a ultranza, rayana en lo anárquico y un escurrimiento enfermizo de conceptos y planteos de jamás acabar, se constituyó en el no hacer ni dejar hacer, que los caracterizó.
Esta conducta, que fue alertada sobre sus consecuencias por el Dr. Carlos Pellegrini hace ya cien años en sus Cartas y Escritos, determinó siempre el recalentamiento del clima político, hasta la exasperación que sacó a las FF AA de sus cuarteles en todas las ocasiones y frustró y rebeló a la juventud como lo demostró la subversión.
El presidente Illia, de imagen pontificia pero de accionar lento, tildado de tortuga en su momento a pesar de sus buenas intenciones, no pasó de ser una rémora y el principal desatino de su gobierno fue anular los contratos petroleros que con gran dificultad había logrado sin duda el mejor estadista que tuvo el país: el Dr. Frondizi.
Ello detuvo a la Argentina por varias décadas de atraso y lesionó su imagen en el exterior.

Abel Indalecio Presa
San Javier
Viedma


Diario La Nueva Provincia, Lunes 31 de agosto de 1998

Derechos humanos

Cuenta una fábula que, en una ocasión, se reunieron las fieras para tratar su convivencia; a su turno, el oso propuso el desarme total. Esto era que cada cual se quitara garras, colmillos, ponzoña, etc., dejando únicamente el abrazo fraternal.
La astuta intención del oso es equivalente a la que dan los derechos humanos a la delincuencia, al oponerle una policía de manos atadas, cohibida y temerosa de proceder, impuesta de una suerte de hidalguía romántica que no comprende y le desconcierta.
En una sociedad que detesta el uniforme policial porque le marca la ley que elude cuando la falta de educación deja al individuo librado al instinto; causa y efecto de la crisis moral que padece.
Agravada con las declamaciones quijotescas y voluntaristas de políticos fracasados por su ineptitud, o de los cultores del rencor y la venganza, últimos estertores de la pesadilla marxista que quisieron imponer Firmenich y sus vándalos por medio del terrorismo.
La educación toma generaciones, es de incubación lenta y debió haber empezado el siglo pasado cuando Alberdi advirtió: “Instruir no es educar”.
Los derechos humanos, muy loables por cierto, fueron utilizados con astuta inteligencia por la política internacional (incluida la iglesia) como caballito de batalla para desenmascarar al “paraíso comunista”.
Cada país deberá aplicarlos en aceptable democracia conforme al subdesarrollo cultural que mantenga. En nuestro país, sólo beneficia a los malvivientes por el momento, dando razón a quien opinó que Dios puso limites a todo, menos a la estupidez.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario La Nueva Provincia, Lunes 12 de octubre de 1998

Civilización o barbarie

La educación adecuada conduce al ser humano a la formación de su conducta, control de sus emociones y debilidades, a partir de la autoestima y respeto a sí mismo.
Ello es mérito exclusivo de la calidad de sus maestros de enseñanza primaria y secundaria y su orientación y éxito dependen de la intelectualidad o no de quienes tomen las decisiones políticas, de dar prioridad a la educación como fundamento esencial para el digno desarrollo de una nación, legítimo orgullo sobre el cual se asienta el patriotismo.
Seleccionar, capacitar, calificar e incentivar con pagas honorables a los maestros no es utópico ni lírico, como pretenden asegurar los escapistas ineptos y corruptos, condenados a la charca de aguas turbias.
Esto lo tenía claro Sarmiento, cuando trajo maestras norteamericanas de formación avanzada, inclusive religiosa, donde la iglesia contribuye a educar sin pretender santificar (esto le trajo serios problemas).
Tal vez parezca exagerada la palabra barbarie, pero ¿qué otra cosa han sido los golpes militares, con la anuencia imbécil de políticos de lupanar o la guerra sucia propuesta por la psicología marxista que tiene arraigo en la ignorancia, tal lo era la Rusia de 1917, con 80 por ciento de analfabetos?
Y así nos sorprende el tercer milenio, en pleno ejercicio de la chabacanería. ¿Qué es la chabacanería? Es el HIV de la conducta que padecemos los argentinos. Es la pérdida de autoridad en la complicidad del favor, la gauchada o la coima. Es eludir la ley y los impuestos, es irresponsabilidad. Comprometido todo por la petulancia contaminante originada en el porteño de principios de siglo, de imaginarse el más astuto y alertado del mundo, con el agravante de suponer que los demás son estúpidos, que nos ha dado “prestigio” en el comercio internacional. Concretando: es la orientación filosófica que predicaba el Viejo Vizcacha.

Abel Indalecio Presa
Viedma





Diario La Nueva Provincia, miércoles 9 de junio de 1999

Las joyas de la abuela

Con seguridad, el concepto de que el gobierno del presidente Menem vendió o liquidó “las joyas de la abuela” partió de los eternos referentes de la política nacional, especialistas en no hacer ni dejar hacer, como ya lo advirtiera el doctor Carlos Pellegrini a principios de este siglo (Cartas y escritos).
Son los mismos que cuando el presidente Frondizi intentó desenterrar la “joya” del petróleo y desarrollar el país, su alboroto exasperó a los militares que lo destituyeron y luego, cómodamente, ellos anularon los contratos que con tanta dificultad había logrado.
Ahora, en el ocaso de sus tretas, pretenden hacer olvidar cuando, en 1989, frente al cadáver de la “Abuela Patria” que abandonó Alfonsín, el flamante presidente, luego de asumir el mando en ceremonia cargada de angustia y emotividad, solo atinó a ordenar: “Argentina, levántate y anda”. Más adelante, cual pequeño Salomón, arrojó un manto de perdón sobre víctimas y victimarios involucrados en causa y efecto cuya culpabilidad era imposible determinar.
Seguramente, aprovechando circunstancias tan propicias, se desprendió de las “joyas” equivalentes a carretas, bueyes, chiripás y botas de potro tan caras a nuestra mentalidad tradicionalista y perezosa. En otras palabras, de todo aquello que nos mantenía de “alpargatas” y en ridículo atraso. Servicios arcaicos y obsoletos, la mayoría, deficitarios y mal administrados. También se desprendió de la “joyita” de la fiebre aftosa, que prestigiaba nuestras carnes.
Lamentablemente, aún falta liquidar “la joya” –esencial- (invisible a los ojos) que ha sido y es la madre de todas las calamidades que padecemos, desde la falta de educación generalizada, la corrupción y también incluida esa pretensión estúpida de suponernos los más listos del planeta porque borramos con el codo lo que escribíamos con la mano, culpando luego a los yanquis de nuestro descalabro. Por condenarla y pretender erradicarla a su debido tiempo, le costó el exilio a Sarmiento. Se llama ignorancia.
“Firmad tratados con el extranjero en que deis garantías de sus derechos naturales de propiedad de libertad civil, de seguridad de adquisición y de tránsito que le serán respetados. No temáis enajenar el porvenir remoto e incierto de nuestra industria, etc.” (Juan Bautista Alberdi, Bases).
Si analizamos serenamente nuestra historia, de tanta ineptitud, veremos que inevitablemente algún día, alguien, se verá obligado a tomar estas decisiones, previstas a mediados del siglo pasado. Hoy pagamos muy caro estas omisiones.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario Río Negro, viernes 29 de octubre de 1999

Cultura hispano católica

Excelente la nota de James Neilson titulada ‘En un mundo propio’ publicada el 1/10/99, en la que define como cultura hispano católica a la nuestra.
Con el respeto que me merece la herencia hispánica a la cual pertenezco, quiero también rendir honor a la verdad y destacar algunos rasgos que le son propios y resultan negativos a la convivencia social y política.
Hispano: anárquico, personalista, escéptico e inestable, alternando con romántico, lírico y melancólico.
Católica: quizás por necesidad de conciliar esta naturaleza renuente a la diplomacia se obligó a oficiar como una suerte de abogado del diablo, esto es, entrometida y un tanto hipócrita.
Esta conjunción absorbió a las demás culturas y ha imperado desde que somos país, actuando como disgregante de la unidad nacional, además de hacerla vulnerable a la corrupción que hoy nos agobia. Nuestra historia política no puede menos que avergonzarnos y llevarnos a esta amarga reflexión: estamos como estamos porque somos como somos y tenemos los gobiernos que merecemos.
De no mediar alguna madurez colectiva sobre esta realidad, continuará así sin solución de continuidad.

Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Viedma



Diario La Nueva Provincia, miércoles 9 de febrero de 2000

Crisis moral y económica

La nota titulada “Argentina en el Tercer Milenio”, publicada en la revista “Nueva” el 23 de enero pasado, me permitió sacar distintas conclusiones; de manera especial al leer el consejo de Winston Churchill, hombre cabal en las definiciones fundamentales, quien recomendó: “Cuando más atrás mires, más verás hacia adelante”.
La sociedad argentina mayoritariamente sin educación de convivencia, básicamente anárquica y rebelde a sus leyes donde los principios pasaron a ser prejuicios, ahora en crisis moral y económica, atrapada por la corrupción política, con seguridad, no podrá cambiar porque los que la saquean en complicidad con quienes deben impedirlo no lo van a permitir, aparte de tener todo legalizado, en una maraña de derechos muchas veces aberrantes.
Seguramente, la misma legalidad asistía a las corruptas elites romanas cuando la inmoralidad y el parasitismo estatal los hizo sucumbir.
Adecuando el concepto del ensoberbecimiento científico mundial que compromete la vida del planeta todo, es prudente recomendar que –Biblia en mano- se mire hacia atrás para saber que somos seres muy limitados y dependientes de leyes biológicas cuya violación es severamente castigada, puesto que están controladas por un espíritu y ver hacia adelante sabiendo que debemos ser, por todo ello, muy cautos y muy humildes, a riesgo de perecer sistemáticamente. La vida no nos pertenece en modo alguno, ni nos es dado siquiera comprender su razón de ser.
Decía James Mitchener, eminente escritor y sociólogo norteamericano, que “la vida es un equilibrio entre sueños y realidades y que cuando los sueños se terminan y queda la realidad sola, todo está irremediablemente perdido”. Así de simple. Esto da la idea de la fragilidad que la sustenta y la vulnerabilidad que ello supone.
Sólo la mujer, reserva madre de la naturaleza humana, lucha por mantener ese equilibrio. Esto no es ningún descubrimiento si sabemos distinguirlo, toda vez que ella armoniza muy bien sentimientos con intelecto, aunque el hombre siempre trató de negarlo y destruirlo.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario Río Negro, lunes 14 de febrero de 2000

Inmoralidad

Leí en Revista Nueva del 23/1/2000. ‘Mirar para atrás para ver hacia adelante’. Es oportuno rescatar este consejo de sir Winston Churchill, hombre cabal en las definiciones fundamentales.
La sociedad argentina mayoritariamente sin educación de convivencia, básicamente anárquica y rebelde a sus leyes, donde los principios pasaron a ser prejuicios, ahora en crisis moral y económica, atrapada por la corrupción política, de seguro no podrá cambiar porque los que la saquean en complicidad con quienes debieran impedirlo no lo van a permitir, aparte de tener todo ‘legalizado’ en una maraña de derechos y privilegios muchas veces aberrantes.
Seguramente la misma legalidad que asistía a las corruptas elites romanas cuando la inmoralidad y el parasitismo estatal las hizo sucumbir.
Adecuando el concepto a la soberbia científica mundial que compromete la vida de todo el planeta, es prudente recomendar que (biblia en mano) se mire muy atrás para saber que somos seres muy limitados y dependientes de leyes biológicas, cuya violación es severamente castigada, puesto que están controladas por un espíritu (Einstein), y ver hacia adelante que debemos ser por ello muy cautos y muy humildes, a riesgo de perecer sistemáticamente y de modo irreversible. La vida no nos pertenece en modo alguno, ni nos es dado siquiera comprender su razón de ser.

Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Viedma


Diario Río Negro, viernes 4 de agosto de 2000

Que esto marque el antes y el después

Una pregunta ahogada por el dolor sucedió a la noticia del suicidio del Dr. René Favaloro: ¿por qué…? Pareció que en nuestro interior también había algo que quería suicidarse, un presagio de culpabilidad y un cargo de conciencia nos acusaba a todos aquellos que lo sentíamos como algo propio, algo cierto que nos había dado un verdadero y sereno orgullo a través de la humanidad que lo caracterizaba.
Es que cuando un hombre cabal, con valores humanos de sus dimensiones se quita la vida, de seguro han concurrido graves razones más allá de la que pudo haber colmado la medida, que venían minando su espíritu. Esto él lo manifestaba y se leía a través de cierta angustia expresada en su mirar.
Lo empujó siempre un deber hacia la sociedad y al que se entregó de cuerpo y alma, pero no pudo cubrir todos los puestos como lo hizo con la salud, su apostolado. Lo quebrantaba la impotencia ante la salud moral de su patria. Lo decía continuamente y se reprochó con dureza, cuando dijo en una conferencia: ‘Estamos ante una sociedad materialista, hipócrita y deshumanizada, que parece no tener límites en sus apetencias’. Y añadió: ‘nada tendrá solución si no mejoramos la educación’
Todo ello fue lastimando su orgullo de argentino y lo llenó de vergüenza el ‘mamarracho’ a que han llevado nuestro prestigio como país los dirigentes políticos. En su libro ‘¿Conoce Ud. a San Martín?’, sólo su título debiera hacernos sonrojar. Quiera Dios que la muerte de este prohombre deje una profunda reflexión que marque el antes y después en nuestra historia, como lo espera todo argentino bien nacido. ¡Perdón, Dr. Favaloro!


Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Regina




Diario La Nueva Provincia, sábado 12 de agosto de 2000

Orgullo de argentino

Una pregunta ahogada por el dolor sucedió a la noticia del suicidio del Dr. René Favaloro: ¿por qué…? Pareció que en nuestro interior también había algo que quería suicidarse, solidarizándose con su drama, empujados por un tardío sentimiento de culpabilidad, huyendo de las voces acusadoras de San Martín, Alberdi y otros próceres de los que fue su apóstol.
Es que, cuando un hombre cabal, de su intelecto y calidad humana, se quita la vida, se intuye que han concurrido graves razones, más allá de la que pudo haber colmado la medida. Y si ésta fuese, como se dice, de orden económico, era lo único que nos faltaba a los argentinos: que una gloria como el Dr. Favaloro (no solo los deportistas pueden tenerla), acreedor de toda la Nación por el prestigio que le dio, haya debido suicidarse a los 77 años de edad por problemas de dinero.
Lo empujaba siempre un deber hacia la humanidad y a él se entregó de cuerpo y alma, pero no podía cubrir todos los puestos como lo hizo con la salud, consagrándose a ella, y puede ser que (a modo de paradoja) su sensible corazón, al exigirle demasiado, lo acalló de un balazo.
Lo quebrantó también su impotencia ante la corrupción moral de su patria y reprochaba con dureza, como cuando dijo en una conferencia que éramos una sociedad materialista, hipócrita, deshumanizada e insaciable, y que nada se lograría sin mejorar la educación (sigue latente lo que desvelaba a Sarmiento).
Todo ello fue lastimando su orgullo de argentino (porque de veras lo tenía) y lo llenaba de vergüenza el mamarracho que ha sido la dirigencia política del país desde siempre.
En su libro ¿Conoce Ud. a San Martín?, solamente su título debiera hacernos sonrojar. Quiera Dios que la muerte de este prohombre deje a todos una profunda reflexión que marque un antes y un después en nuestra historia, tal como lo sigue esperando todo argentino bien nacido. ¡Perdón, Dr. Favaloro!


Abel Indalecio Presa
Viedma



Diario Río Negro, jueves 14 de setiembre de 2000

Valiente gladiador

Ya se empiezan a escuchar comentarios cada vez más atrevidos e irreverentes sobre la trágica decisión tomada por ese eminente varón que fuera el Dr. René Favaloro, tales como asociar acontecimientos, estableciendo puntos comparativos con otras muertes. Porque no fue la de este hombre de bien una muerte más; no obstante a él le dolían todas por igual. Hace a nuestra dignidad colocarlo en el pedestal de ilustres.
Este valiente gladiador de los ‘deberes humanos’ luchó sólo ante la terrible fiera de la corrupción moral y la mirada indiferente de sus verdugos (los políticos) desde las gradas del inmenso ‘Coliseo’ de su patria, y extenuado –él mismo se bajó el pulgar-, expresando su desprecio, les entregó su vida para ver si con ello saciaba sus morbosos instintos. Lamentablemente la realidad nos sigue mostrando hasta aquí el rumbo hacia un destino irreversible, marcado por el nivel cero de los valores, donde ‘Todo es igual, nada es mejor’. Así la democracia no lo es, y la justicia es sólo de nombre y el norte no lo encuentra ni el legendario Roald Amundsen.
Este punto cardinal de la nacionalidad y el orgullo de serlo se orienta en las virtudes de sus muertos ilustres y desaparece cuando, como aquí, se reniega de ellos, se los calumnia o vitupera con el desparpajo de habladores corruptos y la anuencia de los mediocres.
La muerte señera del Dr. Favaloro debe estar excluida de toda ponderación vulgar, pues fue muy claro su motivo y mucho más lo ha sido el significado de su mensaje, merecedor del solemne respeto de toda la ciudadanía. Que la onda expansiva de este impacto llegue a todos los argentinos a través de la nobleza educativa de los medios, como honra póstuma a este argentino ‘que vivió su vida de tal suerte, que seguirá siendo vida, mas allá de la muerte…’

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario Río Negro, jueves 28 de setiembre de 2000

Para logros, la mujer

En ‘La ciudad de las mujeres’ (revista Nueva 10/9/2000) dice en el subtítulo: ‘En Ing. Jacobacci, Río Negro, la solidaridad resulta esencial para poder sobrevivir. Quizá por eso allí la intendencia, la justicia, la educación y la salud están en manos del sexo femenino’.
Esto, que pudiera ser tomado como una simple anécdota o una galantería periodística, puede y debe tener connotaciones premonitorias en un país que trata de sobrevivir a una crisis moral y económica, al borde del colapso al que lo han llevado sus ‘ilustres hombres’ de gobierno. Vaya ello a modo de réquiem para ese ‘bípedo’ implume, como lo definía Platón, para que toque de retreta para su omnipotente machismo cruel, disoluto y contaminante. Puesto que olvidó los deberes hacia su propio creador, a quien invoca al jurar por los Santos Evangelios, etc., ante la mirada paternal de sus representantes eclesiásticos, para comportarse luego como el cuervo de Noé. O que, aun desplumado, se asemeja más a un pavo real vanidoso que a un ser humano; esto, si acaso lo tiene, lo pierde por lo regular en cuanto manotea el poder.
Dice bien el periodista en su apreciación, visto que la mujer tiene gran humanidad y salud espiritual, que armoniza muy bien con un elevado sentido común, además de sensible, prolija, piadosa y abnegada. Condiciones que la ennoblecen y ha conservado a través de la historia, no obstante su amo y señor la humilló comerciándola, explotándola y traidoramente señalándola como autora del pecado o a veces dándole trato de ‘pichicho’.
Si el Honorable Senado de la Nación fuese tal como la presuntuosa palabra lo pretende, o hubiera sido totalmente femenino, de seguro no soportaríamos la humillante vergüenza que supone el escándalo ‘sospechado’ de soborno que nos ha retratado en todo el planeta.
Ya lo decía la Sra. Margaret Thatcher: aún en Inglaterra “para discursos el hombre, para logros la mujer”. Si afloraran estas virtudes femeninas en reemplazo de tanta iniquidad masculina manifiesta, quizás se estaría aún a tiempo de salvar a esta sociedad agonizante que de rodillas implora humanidad y que tiene significativamente como mártir al Dr. René Favaloro.
Saludo a las distinguidas damas de Ingeniero Jacobacci y les deseo éxito.
Al Sr. Periodista Luis Frontera, felicito con mis mejores augurios. Adelante.

Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Viedma


Diario Río Negro, miércoles 22 de noviembre de 2000

La renuncia de “Chacho” Alvarez

En el diario ‘Rio Negro’ del 2/11/00, el señor Horacio Camarero hace una aguda crítica sobre la renuncia del señor “chacho” Alvarez, y aclaro que no hubiera reparado en ella si no fuera que esa opinión, ligera y romántica, la tienen demasiados partidarios.
Pero solo sería válida en un país normal y no en uno enfermo, donde la duda contaminante y la maliciosidad política transitan los pasillos de las estructuras del poder gubernamental, y lo realmente grave está en aquéllas donde debiera imperar el sano y juicioso razonamiento, que garantice al pueblo la integridad como nación y el honor de pertenecer a ella.
Esta ‘alerta roja’ a toda la ciudadanía que significa esta renuncia, con la que este hombre rubrica la veracidad de lo ‘sospechado’ y su convicción de que el prestigio del país debe fundamentarse en la transparencia y no ocultándoselo ‘piadosamente’ a los gobernados.
No conozco su título universitario (si lo tiene), que pueda ostentar para ocupar el cargo con que fue honrado, pero sí sabemos ahora de su honorabilidad y hombría de bien, destacada entre los costosos de ‘alta graduación’ que suelen ocupar bancas y estrados, pero que aun cuando en su mayoría no sean corruptos, pesan muy poco sobre los que lo son, o lo disimulan muy bien. ¿Ineficiencia o conveniencia? El señor Alvarez les tiró la cadena a todos estos ‘beneficios y privilegios’ por los cuales se arrastran cual lagartos viles cantidad de ‘caballeros’ de la política nacional.
De este modus operandi ha quedado debidamente impuesto el señor presidente De la Rúa, y también de que el país ya no se aguanta otra romántica resignación de poder. Es su tiempo de actuar.

Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Viedma


Diario Río Negro, domingo 24 de diciembre de 2000

Cultura hispano católica

Si argentina hubiese tomado las Islas Malvinas cuando aquella lamentable e insensata aventura, con toda seguridad hoy la deuda externa estaría duplicada, favorecida por el cáncer administrativo que padecemos.
También exhibiríamos al gobernador más caro del planeta, con su tradicional séquito de obsecuentes y acomodados parásitos, superando al más costoso jeque árabe con sus harenes y sus licenciosas costumbres. Jubilaciones con siete años, computados por 4 por 1, con mérito al ‘abnegado y patriótico sacrificio’ de hacerlo en tierras inhóspitas.
Perdóneseme lo irónico, pero nuestra herencia cultural hispánico católica, anárquica y romántica, da para todo, generadora de una quijotezca y mística arrogancia, prácticamente imposible de conciliar o armonizar en lo social-político, con excepciones que no pesan demasiado y lo realmente crítico, vulnerable e indefensa ante la infiltración, disgregante y corrupta, que nos tiene postrados.
Dos visionarios, Sarmiento y Alberdi, antagónicos (por lógica de lo expuesto), propusieron soluciones de base, consistentes en asimilar la cultura anglosajona, disciplinada y pragmática.
El primero trajo maestras norteamericanas apuntando a la niñez y a ejemplificar la docencia, y el segundo preveía no otorgar títulos universitarios a quien no leyera ni escribiera correctamente el idioma inglés. De ahí en más, con honorables excepciones como el Dr. Carlos Pellegrini, poco y nada vio la inepta dirigencia política más allá de sus narices e intereses personales, calificando de antinacionales a quienes preveían el desenlace que hoy humilla a la Nación toda.
Recordarán los mayores cuando hace varias décadas, al tornarse imposible el arbitraje de nuestro futbol, hubo que contratar referies ingleses… (¿lo dejamos ahí?)

Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Viedma





Diario La Nueva Provincia, lunes 1 de octubre de 2001

Golpe a la humanidad

Los sucesos del pasado 11 de setiembre son un golpe a la humanidad, en la eterna lucha contra el mal manipulado mediante un artero ataque a la democracia occidental, por un engendro satánico desde las profundidades bíblicas, alimentado por el odio y el goce de una perversidad que no está dado imaginar siquiera, a quienes no padecen de estas morbosidades.
Originado en fanatismos religiosos, se le denomina hoy “problema árabe-israelí”, ahora globalizado que revive rencores desde antes de Abraham opuestos a la evolución humana, y es ridículo suponer que a estos señores los anime alguna suerte de justicia rectora, desde donde se mantienen culturas medievales, en las cuales perduran extravagancias discriminatorias a toda vista antisociales e inhumanas.
La sociedad occidental tiene grandes problemas de difícil solución, como el de la educación para la convivencia democrática en libertad y justicia, pero no se arreglarán con actos suicidas y de desprecio por la vida en todo el planeta.
En nuestro país, la ignorancia ha sido y es la madre de la imbecilidad y ésta la constante en la administración político-social y causa exclusiva del humillante quebranto moral y económico que padecemos y que hace huir en estampida a nuestra juventud.
Como burla demoníaca aparecen sujetos vestidos de ‘profesores’ o con títulos universitarios justificando estos hechos, que no hacen nada más que desnudar una calidad de parásitos cargados de resentimiento social y acusando a países, que como Estados Unidos, su error consistió en dar crédito a una nación irresponsable, en donde la calumnia destruye sus propios valores y fabrica enemigos comunes con el mayor desparpajo.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario Río Negro, domingo 30 de diciembre de 2001

En Imbecilandia

‘Sarmiento el gran educador de América’. Tal lo exaltaba con asombrosa exactitud el escritor norteamericano Michael scully, en una sintética biografía publicada en ‘La Prensa’ de N. York en el año 1956. ‘Fue el cerebro más poderoso que haya producido América’ dijo de él al despedir sus restos en el cementerio de la Recoleta el Dr. Carlos Pellegrini, entonces vicepresidente de la Nación.
Paradójicamente hoy, su propio país, físicamente el mejor dotado de la tierra, agoniza por falta de educación. Intuyéndolo, oportunamente, arremetió cual toro enfurecido contra las banderas rojas de la “Santa Federación”, que lo declaró hereje amenazándolo con la hoguera, tal como ocurrió con Martín Lutero en su momento.
Sabía de sobre el sanjuanino que sin educación debida y a su debido tiempo, la ignorancia generacional incuba la imbecilidad y que una vez contraída tiene un morboso placer que la supone viveza, pero que autodestruye alegremente a la sociedad que la padece, puesto que sucumbe al perderse a sí misma el respeto. Además se torna arrogante y pierde la humildad al suponerse los más astutos del mundo y los demás ser estúpidos; los cargos públicos envilecen y no dignifican. Todo su anhelo es parasitar el estado.
El primer mandamiento de la educación es: quiérete y respétate a ti mismo, que con los demás lo harás por añadidura. Menos traumático que el de Jesús: ama a los demás como a ti mismo. También Jesús separó: al César lo del César (los impuestos) y a Dios lo suyo. Como también propuso R.W. Emerson, orientador de la cultura norteamericana. Dios en el cielo y en la tierra la ley, descontando que dentro de ella, el cielo es más accesible.
Sin educación de base, las universidades toman juramento hipocrático a taimados cocodrilos, y doctoran en leyes y justicia a insaciables tiburones, que encaramados en los poderes ‘administran’ la Nación.
La imbecilidad torna al humano instintivo, nostálgico, desconcertado y rebelde. Clínicamente se asemeja al síndrome premenstrual en la mujer, como lo denomina la Dra. Inglesa Katherine Dalton en su libro The premenstrual Syndrome, esto es, no sabe lo que le pasa ni tampoco lo que quiere, sufre una sensación de víctima y acusa imaginarios culpables por su extravío. Así ocurre en este país con aquellos que acusan a EE UU de habernos chupado la sangre, luego de favorecernos con su ciencia y técnica y vivir varias décadas con los dólares de sus créditos.
Solicito que algunos de estos ‘profesores’ (del presupuesto) se sirvan explicarlo por este medio. Mientras tanto comprendo con amargo dolor al Dr. Favaloro, que luego de calificar a esta sociedad de materialista, hipócrita, deshumanizada e insaciable, se suicidó de vergüenza.

Abel Indalecio Presa
LE. 5.288.687
Viedma

Diario La Nueva Provincia, sábado 30 de marzo de 2002

Analizar con inteligencia

Cuando una nación libre y soberana se desploma moral y económicamente, con todas las posibilidades a favor y nada en su contra, acude una amarga conclusión: su pueblo padece el síndrome de la imbecilidad. Solo le cumple aceptarlo con gran humildad, analizarlo con inteligencia y corregirlo con dignidad.
Nada en el universo físico u orgánico escapa de algún tipo de legislación, afirmaba el Dr. Albert Einstein, y Alberdi lo proclamaba imprescindible a la sociedad humana. Dentro de la ley, todo, decía; fuera de ella nada. Curiosamente, alertaba que un país necesitaba mucho más de ingenieros y técnicos que de abogados. De seguro, intuía ya que su abundancia arriesgaría el normal desarrollo de las leyes y la justicia y, por ende, su economía. Así hemos visto con horror y dolor en un país mal educado, y por tal indefenso, instalarse la industria del juicio. Y lo realmente grave, indigno y ruin es que la principal víctima han sido y son la propia Nación y sus provincias, cuyos gobernantes son por lo regular también abogados.
El escándalo del Senado de la Nación dio el alerta rojo sobre la conducta de algunos de estos “señores” pero el único que dio el grito de espanto fue el señor “Chacho” Alvarez, que sugestivamente no era abogado. Ello confirma lo que también alertaba Alberdi, que instruir no era educar, y hoy podemos deducir que prevenía aquel viejo adagio: Cría cuervos…
De tal modo es así cuando la universidad empolla demasiadas de estas aves que, hábiles y ávidas en la política, se encaraman en los poderes y no sólo dejan ciega a la Nación, sino que devoran sus entrañas, dejándola indefensa al hacerle trampas con sus propias leyes. Debe preguntarse el ciudadano normal: ¿No hubo ninguna de estas costosas eminencias que delatara esta “medida” ilegal del corralito? ¿O no convenía hacerlo?
Lo manifiesta la rapidez con que se abaten sobre los despojos de la Nación, para estar, como dijera José Hernández, como el chimango, sobre el cuero y dando gritos. Qué verdad la del Dr. Favaloro, al referirse a la Facultad de Derecho. Seguramente, por eso no ha merecido homenajes. Es como pedirle a Satanás que se los hiciera a Jesucristo.
Todavía le sobran al país, imbéciles que culpan de todo a los Estados Unidos, al tiempo que otros están de rodillas en Washington.
¡Argentina! Negras aves hacen giros en tu cielo, se oye el trágico “raaak” de sus gritos, como azadonazos de sepulturero o de puerta que se abre en el infierno…
Sólo cabe reflexionar sobre esta felonía, como lo hiciera un periodista francés sobre una incruenta guerra: ¡No los perdones, dios; saben lo que hacen!

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario La Nueva Provincia, domingo 7 de abril de 2002

Tango que me hiciste mal…

Con ritmo de 2 x 4 y a pleno, todo es igual nada es mejor, dejamos atrás aquel tiempo en que los inmorales “nos habían igualao”, porque en la actualidad nos han “superado” de modo tal que gobiernan ellos, desde la política, la justicia y representación en salud y educación. Así lo corrobora el estado a que ha llegado el país.
Bajo el lema de que el que no llora no mama y el que no afana es un gil, en buena jerga tanguera, nos encontramos hoy en manos de cafiolos, malandrines y burreros y entre gente de avería de los más bajos rincones, como lo pintaba el inmortal Carlos Gardel. Y podemos agregarle: con muy pocas excepciones.
También el tango indica que daba lo mismo un burro que un gran profesor, pero esa equivalencia ofendería hoy al noble borrico.
Así, alegremente, al compás de tangos, entre cortes y quiebres morales, “cuesta abajo”, pero con aires de bacanes, en el país de los cancheros y los piolas, se pasaron tres largas décadas “solfeando la guita” al tío Sam. Mas, como todo se acaba en esta vida, (según dice el tango Araca corazón), un buen día “cayeron los pungas” del Fondo, que nos tenían junados y nos dieron “el espiante”, indicándonos al fondo pero a la derecha, donde con seguridad nos tirarán la cadena.
Y menos mal que nos “conocen” por Maradona, por aquel gol que “fabricó” con la mano en un Mundial y también por insultar al Papa, ser amigo de Fidel y, sin duda, admirador de Bin Laden. Pero ¡cheee…!

Abel Indalecio Presa
Viedma



Diario Río Negro, domingo 7 de abril de 2002

Tango que me hiciste mal…

Con ritmo de 2 x 4 y a pleno, todo es igual nada es mejor, dejamos atrás aquel tiempo en que los inmorales ‘nos habían igualao’, porque en la actualidad nos han ‘superao’ de modo tal que gobiernan ellos, desde la política, la justicia, salud y educación. Así lo corrobora el estado al que ha llegado el país.
Bajo el lema de que el que no llora no mama y el que no afana es un gil, en buena jerga tanguera, nos encontramos hoy en manos de cafiolos, malandrines y burreros y entre gente de avería de los más bajos rincones, como lo pintaba el inmortal Carlos Gardel (y podemos agregarle, con muy pocas excepciones).
También un tango indicaba que daba lo mismo un burro que un gran profesor, pero esa equivalencia ofendería hoy al noble borrico. Así, alegremente, al compás de tangos, entre cortes y quiebras morales, ‘cuesta abajo’, pero con aires de bacanes, en el país de los cancheros y los piolas, se pasaron tres largas décadas ‘solfeando la guita’ al tío Sam. Mas, como todo se acaba en esta vida, (según dice el tango Araca corazón), un buen día ‘cayeron los pungas’ del Fondo, que nos tenían junados y nos dieron ‘el espiante’, indicándonos al fondo pero a la derecha, donde con seguridad nos tirarán la cadena. Y menos mal que nos “conocen” por Maradona, por aquel gol que ‘fabricó’ con la mano en un Mundial y también por insultar al Papa, ser amigo de Fidel y, sin duda, admirador de Ben Laden. ¡Pero cheee!

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario La Nueva Provincia, miércoles 5 de junio de 2002

Llamado a la conciencia

Errar es humano, y corregirnos es el mandamiento ancestral de nuestro creador para lo cual nos dotó de inteligencia y no para escabullirnos con divinas pretensiones con que nuestra ‘cintura’ latina nos hace comparecer el domingo en misa y el lunes otra vez la mula al trigo. De ello nos da una lección la biblia cuando el abogado Saulo lo desmontó el corcel de su arrogante soberbia y materialismo, para convertirse en el apóstol San Pablo.
El universo es orden, sentenciaba el astrónomo alemán Juan Kepler en el siglo 16, lo cual supone que discurre bajo cabales leyes sobre las cuales otro sabio, el doctor Einstein reflexionó que responden al espíritu de Dios, a quien debemos obediencia y humildad.
Educación es conducta y acatamiento a las leyes civiles, resignando a ellas una parte de nuestra ‘sagrada’ personalidad que nos garantiza paz, libertad y justicia con humana dignidad en un mundo cada vez mas interdependiente e intercomunicado, en donde nacionalismo y racismo son sentimientos tribales y avergonzaron a la humanidad en el reciente conflicto entre pueblos de la ex Yugoeslavia.
Todo humano tiene conciencia con un misterioso celador (quizás el subconsciente) que en situaciones límites solo da oídos a la palabra noble y educada, único método cristiano con autoridad al diálogo y al entendimiento: hasta con los animales. No obstante el catolicismo haya bendecido armas y ejércitos. Razonado así, un mínimo de dignidad nos hará reflexionar y avergonzarnos ante el estado de caos y disolución moral alcanzada por el país a causa de la ignorancia secular, caldo de cultivo de la desidia y la demagogia política que antepuso derechos a deberes, la obsecuencia al mérito y el sacrificio y servirse del país en lugar de servirle.
A ello concurrió un gremialismo absurdo y traidor consustanciado con aquellos que convirtieron la justicia en industria sin chimeneas de los juicios, incluso contra el propio Estado, que pusieron en fuga capitales, empresas e industrias y con ellas las fuentes laborales.
La palabra noble y educada del doctor René Favaloro nos hizo un dramático y póstumo llamado a la conciencia, increpándonos de materialistas y deshumanizados, pero parece que su mensaje no fue interpretado y sus consecuencias aterradoras, frente a un mundo que nos mira con lástima o con desprecio, como decía Don Ata.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario La Nueva Provincia, viernes 18 de octubre de 2002

El Gobierno que merecemos

Cada pueblo tiene el gobierno que se merece y nuestro país lo testimonia fehacientemente. La falta de educación que ha sido una constante, cual enfermedad de larga incubación, sea cual fuere la causa y el efecto de la morbosa conducta que llevó a esta crisis humillante en que estamos inmersos. A tal grado de extravío que gran parte de la sociedad no sabe lo que le pasa ni tampoco lo que quiere, excepto aquellos a quienes ya el hambre se los indica.
También lo saben muy bien quienes trepan a la política como único recurso de hacer rentable su ineptitud. Pero la responsabilidad mayor recae en la amplia franja intermedia que padece lo que ya sintomatizaba José Hernandez en aquel tiempo: es el mayor efecto de la falta de educación, o sea, “Acusar sin miramientos y llorar ingratitudes sin tener merecimientos”. Que, dicho de otro modo, es también anteponer los derechos a las obligaciones y clamar justicia sin subordinarse a la ley o violarla.
Si ya Aristóteles afirmaba que sin educación no hay democracia, hoy, aquí, podemos asegurar que sin educación tampoco hay humanidad, porque solo educado el humano puede tomar conciencia de su condición de tal y de elaborarse en base a la racionalidad que le fue provista por el espíritu creador para que colabore con su objetivo fundamental: la vida: Sin racismos, nacionalismos ni credos eclesiásticos hipócritas.
La infamia es, sin duda, la lacra de mayor ruindad en que cae el humano cuando deja de serlo por ausencia de educación o, peor aun, si recibe instrucción universitaria sin ella; es lo que seria afilarle los colmillos a una yarará o colocarle bidias a la dentadura de un cocodrilo. También sus cultores buscan chivos expiatorios culpando a los Estados Unidos de habernos chupado la sangre, con lo que confiesan su propia imbecilidad.
Son los mismos que piden seguridad y aborrecen el uniforme policial porque representa la ley y miran de reojo al servidor que lo lleva puesto. También son los primeros en recurrir a ellos cuando su alma cobarde los acoquina víctima de su conducta envidiosa, burlona y aparentada.
El Ministerio de Educación parece haber disimulado muy bien su presencia en la historia nacional, desconociendo quizás que la educación en su verdadero mérito, es la salud del país. Lo confirma el estado agónico en que se encuentra.
Mientras tanto, a dos años de su partida, llamándonos a la realidad, la figura emblemática de la educación, el deber, la humanidad y la humildad del Doctor Favaloro, continua en estas latitudes sin recibir los honores al mérito y ejemplo que nos brindó.

Abel Indalecio Presa
Viedma


Diario Río Negro, martes 21 de octubre de 2003

“Deshumanización”

Una nación que omite la educación de su pueblo, se deshumaniza y en pocas generaciones se tornará ingobernable, y todos sus habitantes se convertirán en víctimas.
El ciudadano educado se conduce dentro de la Ley, jamas antepone los derechos a las obligaciones, y sobre la base de un sagrado mandamiento llamado dignidad, tal lo es, quererse y respetarse a si mismo, armonizando con la interdependencia a la que está obligado, referida por Ralf Waldo Emerson, cultor de la educación norteamericana. Sin esa conducta involucionará al salvaje, librado a un canibalismo social por violación de leyes, o más grave aún, usándolas como telas de araña; convalidado en gran parte por la ineptitud que ‘prestigia’ a la dirigencia política, clima de ‘virtudes’ en que madura la impunidad de la delincuencia.
Cuando el visionario Sarmiento divisó la trágica realidad que hoy nos humilla y extingue, predicó con fuerza arrolladora la educación, pero el feudalismo reinante y la eterna hipocresía eclesiástica se abatieron sobre él como lo haría una enfurecida arpía en defensa de sus polluelos.
Aquel ya olvidado ejemplo de humanidad que fuera el doctor Favaloro, en sus diez años de fecunda investigación, formación y docencia en cardio-cirugía vascular en la Cleveland Clinic, pudo contemplar con amargura y humillación la ausencia de educación del pueblo, de su patria, (nadie se lo contó, lo vio). A su regreso lo recriminó con franqueza y lo transmitían también sus últimas imágenes cruzado de brazos y la tristeza y frustración de su mirada. El fue apóstol y mártir de deberes y obligaciones y con seguridad sentía desprecio por la palabra ‘derecho’, caballo de Troya en gestiones lucrativas, innobles y tramposas. (¡En el marco de la ley, por supuesto...!).
Bueno es informar que el doctor Favaloro no se suicidó, como lo celebra la bestialidad imperante, muchas veces envilecida tras títulos y doctorados. El, como lo hiciera también Jesucristo, ofrendó su vida implorando humanidad.
Por ironía del destino, somos antípodas, del país mas educado de la tierra, Finlandia. De ellos dijo con asombro el Dr. Cormillot hace algunos años: ¡son tan educados que parecen tímidos!
Predecía el sabio alemán Friedrich Nietzsche, que llegaría el día en que la política se ocuparía solo de la educación. ¡Que no sea demasiado tarde!

Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Viedma






Diario Río Negro, martes 11 de noviembre de 2003

“Así somos… así estamos”


Ese fallo “salomónico”, tan nacional, tan nuestro, tan cancherito y tan piola, de compartir responsabilidades con el FMI acreedor, con Argentina deudora, se identifica muy bien con aquel viejo dilema entre el cerdo y quien le dió la comida, aún cuando no agrega nada nuevo a nuestro bien ganado prestigio internacional.
La cruel verdad es que un país sin educación toma como tontos a los educados y en ello radica nuestra desgracia, agravada por considerarnos los mas listos del planeta, (síndrome de viveza criolla), de la cual siempre hicimos gala y nos ufanamos. En la década de los sesenta se les metió a los chinos el perro del siglo y de su historia, en una operación comercial por lana. De este modus operandi no se salvó ni el deporte.
En la memoria de todos está aun aquel campeonato mundial de fútbol, con un ‘golazo’ hecho con la mano en un partido decisivo.
La euforia superó lo tolerable y se llegó al paroxismo, consagrándolo luego, al cid de la gesta, como el máximo jugador de todos los tiempos habidos y por haber, figura representativa gracias a la cual nos conocen en todo el ¡Mundo...! Sí señor. Y no sorprendería a nadie, si todo marcha como ahora, que algún día no lejano su apellido e imagen den nombre a nuestro signo monetario, con un número diez técnicamente disimulado que garantice su legalidad.

¡Así somos, y así estamos...!

Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Viedma




Diario Río Negro, martes 21 de noviembre de 2005

“Así somos, así estamos”

Si algo nos faltaba para que nos conocieran mejor a los argentinos en el mundo entero, la reunión cumbre efectuada en nuestro país dio la oportunidad, que fue bien aprovechada.
Reitero el concepto que expresé en el título de una nota publicada hace algún tiempo en este medio. Por estimarlo positivo y de respeto y consideración a una gran cantidad de ciudadanos que así lo entienden, ruego publicar esta confirmación del mismo concepto.
Este sainete, protagonizado desde la paranoia anti-yanqui ‘deschavetada de Chavéz’, más las borrosas evo-caciones incaicas de don Evo que, con seguridad, en su delirio imagina que Pizarro era inglés o yanqui y que los indefensos galeones que con tanto sacrificio acarreaban el oro ‘adquirido’ no lo llevaban a la católica España, aderezado todo ello por la inestabilidad emocional de Maradona, hay que volar muy bajito para festejarlo. La dignidad del humano, cuando la posee, emana de la nobleza de su alma y le impone asumir responsabilidades, culpándose a sí mismo de sus errores y debilidades o de limitaciones que lo tentaron.
Somos herederos, los argentinos en mayor medida que los demás latinoamericanos, de tres ramas latinas y, de cada una de ellas, sus características especiales, así detalladas: del hispano, anarquía y rebeldía; del francés, arrogancia y soberbia; del romano, impaciencia, subvirtiendo o comerciando la ley a través de lo conocido como mafia, que corrompió el imperio hasta su derrumbe total. Léase ‘Vidas paralelas’ de Plutarco, y se encontrará la historia clínica en la que un tal Marco Crasso fue de los primeros capi di tutti capi que delinearon es ‘cultura’.
En nuestro país se la atempera con paliativos católicos dominicales y eucaristías, abrazos de la paz, etc.
Algunos de nuestros máximos próceres lo previeron e intentaron corregirlo: Alberdi exigía la ley, emulando a los yanquis; Sarmiento trajo maestras de EE UU, y San Martín quería que su hija Mercedes estudiara en Inglaterra.
José Hernández satirizó esta conducta en nuestra biblia, el ‘Martín Fierro’, en donde ‘el viejo Vizcacha’ signó la conducta de los argentinos. Hoy tenemos el honor de enterarnos de que un diario londinense anunciaba la visita de Bush al país de ‘los fuera de la ley’. ‘Shemo lo mejore shemo, tenemo a Maradona tenemo…’


Abel Indalecio Presa
LE 5.288.687
Viedma










Diario Río Negro, La fotocopia no tiene fecha

El capitán Astiz

Las declaraciones y opiniones del capitán Alfredo Astiz, supongo que pueden ser las de cualquier ser humano jaqueado y en conflicto con su conciencia.
Soy un amante de la justicia que entiende que no lo es cuando se condenan solamente los efectos, por más execrables que ellos sean, y no se analizan las causas y la culpabilidad de quienes las originaron. Máxime cuando por tiempo y reiteración pudieron corregirse, con lo cual se hubieran evitado las víctimas de las desgraciadas consecuencias, de la también desgraciada conducción política argentina casi desde siempre, resultante de la acción de incapaces, ineptos o como quiera calificarse a las personas que tuvieron en sus manos los destinos de la Nación. En consecuencia, si razonamos severamente y con madurez tenemos que acordar que tanto los subversivos como quienes los combatieron fueron solamente víctimas y no culpables, y deben ser perdonados con cristiana generosidad, pidiendo los perdonadores también perdón a Dios y dejando de revolver la cloaca del odio, del rencor y la venganza, que nos denigra nuevamente. Así lo entendió el presidente Menem al acordar el indulto, algo que hacen sólo las personas que tienen grandeza, como Abraham Lincoln, por ejemplo.

Abel Indalecio Presa
Viedma



Diario Río Negro, no tiene fecha

Una mirada crítica

Señor Director:

Quiero tener la gentileza de dar mi opinión a lo expuesto en ella por estos jóvenes en fecha 1 de noviembre (develar, desocultar, disentir, criticar, etc.), sólo pueden llevarse a cabo en democracia. Por lo cual, una vez instalada es necesario luchar, cumplir y hacer cumplir, hasta de donde de cada uno dependa, con la única arma de la democracia: ‘La palabra honesta y educada’.
Cada generación debe librar su propia batalla por los ideales de siempre: libertad y justicia; si no lo hacen, las siguientes pagarán por ello y muy caro. Es preciso mirar el pasado sólo para no equivocarse y actuar sin odios ni rencores. Las equivocaciones son terribles; libertad y justicia no se logran metiéndose en la jaula comunista. Treinta mil desaparecidos aquí es mucho precio para una equivocación y sabe Dios cuántos fosas Ardeatinas tendríamos si hubiese agarrado la manija Firmenich.
Pero debemos analizarlo serenamente, ellos también lucharon contra la injusticia, pero no para instalar la democracia, ahí el error, porque una injusticia no se suplanta con más injusticia, ni acumulando odios como en Yugoeslavia.
Al corrupto sólo le preocupa vivir su propio tiempo, usufructuando lo que produjeron con sacrificio hombres de bien, anteriormente. Y los escépticos y los hipócritas han pasado a prejuicios elementales reglas de convivencia y respeto.
El universo es orden y esto le va a todo lo que pretenda perdurar. ¿Qué destino puede tener una sociedad sin un orden preestablecido de los valores morales, el respeto a si mismo, la solidaridad, la ecología, la justicia, es decir la educación, que se inculque, se predique, se instruya y se pondere en su debido tiempo: “Caos y colapso”

Abel Indalecio Presa
LE. 5.288.687
Viedma













Texto agregado el 04-04-2011, y leído por 225 visitantes. (1 voto)


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