REFLEXIÓNES


Y pasó Navidad.
Nos preparamos entusiasmados para la noche especial y el tiempo juega un momento con nosotros, haciéndose más lento.
Sentimos que nuestra vida y nuestros afectos pasan a primer plano y tratamos de olvidar los de olvidar las malas etapas vividas.
Perdemos la cabeza para lucir esplendidos.
Se sacan los cubiertos, los platos y las copas de la abuela, las que se siguen ocupando para ocasiones especiales.
La casa se llena de parientes, que se toman un pequeño descanso y todos nos queremos.
La abuela piensa en voz alta: ¡Son unos aprovechados, sólo vienen para pasarla gratis! ¡Saben que la heladera está llena para agasajarlos!
¡Pero que lindo es cuando toda la familia reunida, con las copas en alto,nos deseámos, ¡Buenos augurios!.
Los observo, y sé que cada uno de ellos, (me incluyo) piensa en los que ya no están y tratamos de llenar esos huecos con los nietos y sobrinos que se ríen por reírse.
Pero es de corazón que nos deseamos:¡FELIZ AÑO NUEVO!