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ese otro adviento

Juan (Yohannan: “Dios es misericordioso”), engrillado, en los pestilentes calabozos del rey Herodes (… evidenciando chocantemente la alianza de la monarquía judía con el imperio romano), mientras se le cuela el dolor de sus músculos por sus terminales nerviosos, mientras se cuelan olores nauseabundos por las ruinas de mis narices, y lo peor, se cuela la duda después de haber despertado, de haberlo traído a mi vida, y de haberle llevado a tantos, Tú, Tú, que engalanaste el Jordán con los que Tú llamaste, después de tanto destello después de haber entregado tanto a Dios, ahora Dios mío que he dejado de mirarte, empiezo a ver el oleaje, el viento, el peligro asoma su arruga, se huele la espada, empiezo a hundirme, la ola del riesgo de predicar en medio de una nación rehén de lanzas, en medio de manos que no titubean en ser crueles, y yo aguijoneador de esos estandartes que hace tanto renunciaron a ti Jehová, Tú que poblaste el desierto, ahora sin ti, me salpica la oscuridad de esta pared, esta misma que apenas imagino, Jesús, Jesús de Nazaret, que yo mismo proclamé que ni siquiera era digno de desatar tus sandalias, que declaré que tú eras el cordero de Dios, el Mesías de Israel, ¡Cristo mío, Cristo mío¡, ¡¿porqué me has abandonado?!,...” (“…"¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?", Lucas 7,19-23), y dos valientes lograron infiltrarse por ahí hasta Juan y le llevaron este dolor al Maestro, esta duda-acusación-reproche-interrogante, y el Maestro no contesta con una clase teológica, sino práctica, de una simpleza terrible que no deja ni una saliente para esconderme detrás de alguna confusión, apenas una cita de las escrituras “ …dile lo que has visto: que los cojos andan, que los ciegos ven y que a los pobres es anunciado el evangelio…” , ¿acaso no es eso lo que está escrito del mesías?, y yo veía claramente que los dos primeros no eran de este mundo, pero ¿y que hace aquí el tercero?, ¿que prueba el tercero?... y no caí hasta después -harto después- que la mirada del mundo tiende un manto a lo realmente extraordinario del tercero, lo viste de ropas de diario, envolviéndonos en su tradición de lenguaje ideal, adiplomaticado, cínico, habituado al “buen gusto”, repleto de palabras que corren a manosearnos, adornados por una lindura seductora, cantinela infame, hiper-hipnótica, (¿acaso alguien que ame cree que a los fuertes les interesa si los desheredados comieron?, ¿acaso son su prioridad?, ¿ les hablan a los de alto riesgo para algo más que ordeñarlos?, ¿a esos tipos rebalsados de Dicom, obreros incalificados?, ¿a sus sindicatos?, maestros chasquillas, pobres …. que no tienen ni la básica, campesinos desterrados, ¿a los vuelva usted mañana?, ¿a pordioseros, desquiciados que no tienen donde recostar su cabeza, que comen lo que Manuel o José les llevan?, ¿a los duermecalles, a los que su propia familia olvidó?, ¿a los que ni un borracho podría confundirles con un patrón?, ¿a gente sin oficio, fuera de toda nómina, aspirantes a presidiario calcinado?, más ignorados que un grillo, (cada vez que a uno de ellos amparas a mi me amparas, cada vez que a ellos asesinan a mi me asesinan, cada vez que ellos se levantan a anunciar un Reino nuevo, soy yo quién me levanto)), ¡desorientado de toda visión política!, ¿preferir ir donde los leprosos, a las afueras de la ciudad, en vez de quedarse en medio de la santidad del templo?. ¿preferir las salitreras en vez del parlamento?, ¿pampas, selvas y montañas en vez de la ciudad?, solo entonces logré comprender que su interés por el bien de los pobres, el que fueran ellos su prioridad real, solo podía ser un milagro, que alguien con poder buscara con amor verdadero a los despreciados del mundo y propusiera un Reino donde su dignidad pasaría de pisoteada a restaurada y luego a a honrada y también comprendí cuan explicito es el Padre, todos sus profetas y Jesús mismo para decirnos esto y solo entonces pude ver el velo que han construido los que nos mienten tu palabra, la misma que tu habías destinado para hablarle a los pobres, se han adueñado de ella, privatizándola, haciéndola incomprensible y extraña a todos ( latín, proscripción de biblias y bla bla bla), ellos, los mismos de siempre, nos la han ocultado, nos han mentido apenas pudieron y ya llevan siglos construyendo sus farsas y timbrándolas en nuestra mente, en nuestro corazón, dibujándola en cuadros, en libros en sus edificios y en todo lo que tocan sus bocas mentirosas. Solo entonces comprendí que si era un milagro que tu amor se dirigiera directo a los pobres.

Y hasta los silentes oídos de Juan viajaron estos sonidos-certezas. Si, el Cordero se ha de guardar para el sacrificio, lo sé, lo sé por esta vida de prófugos, que yo mismo llevo, que no, que aún no es tu tiempo, es cierto, a otros les darás tu rostro, pero a mi me envías tu paz, de esa que tengo tanta sed, ¿volveré a verte?, ¿mi tiempo terminó Yahvé?, treinta años para seis meses, ¿tanto tuviste que prepararme para ser tu Elías?, ¿te habré servido en mis hermanos?, ¿te habré servido en mis hermanos?, gracias Padre, gracias Padre. ¿esta prisión será mi última visión antes que exhiban mi cabeza?, ¿esta sala de escuela será mi última visión antes que exhiban mi cuerpo, mis manos?, ¿este púlpito será mi última visión?, ¿este paredón será mi última visión?, ¿este pelotón será mi última visión?, ¿esta capucha será mi última no-visión?, esta sala de hospital, este techo mugriento, este mueble, y en toda esta tragedia de jugarse eternamente la vida eterna, un Isaías aserrado, un Esteban lapidado, lleno de ametrallados, - las pistas que Tú nos das para reconocer a los que verdaderamente nos hablan en tu nombre: “serán perseguidos”, y si la conciliación universal, las moneditas de oro, entonces el asunto es otro, que no, que Tú venías a prenderle fuego a este mundo, y ojala estuviese ya ardiendo (Lucas 12:49-53), en que hace tantísimo tiempo que cambiaron a tu Padre por un granuja que asusta y solo nos ofrece estoicismo, con su Sanedrín sin Nicodemo, con su “archívese, publíquese y olvídese” con su lavado de tu palabra, desodorizada de todo calabozo, silenciada de todo sollozo, secada de todo sudor, disimulada de todo horror, mutilada de justicia, despojada de toda realidad, artificializada, hasta hacerse extraña, adulterada hasta hacerse falsa, almidonada, raspada de cada aspereza que les incomodaba, deshidratada y momificada, asesinada y cuando ya hubieron quitado toda vida de ella, la colgaron como cuelgan a sus ídolos y solo entonces la leyeron soporíficamente, hasta que a los mismos que Tú les dijistes directamente “ay de los ricos” hoy entran riendo a la iglesia y tu buena noticia a los pobres, ¡y tu buena noticia Padre nuestro! , la escuchan como un mafioso atiende un poema.

Como profetas enviados por el Padre a Israel; misericordia para su pueblo y confrontación a los poderosos por su desamor, su egoísmo, la injusticia en la cual vivían, es decir por su pecado. En forma clara y directa, uno a uno los profetas denunciaban los pecados de Israel y llamaban al arrepentimiento a la transformación íntima, individual y social, y uno a uno también el signo que acompaño a los verdaderos profetas es que fueron combatidos por los poderosos del poder, político, económico o militar, y en muchos casos también el poder religioso, casi siempre de la mano, aunque precariamente, porque su avidez es aún mayor, porque los que practican la maldad odian a los profetas, intentan disuadirlos, amenazándolos, y muchas veces probablemente consiguieron bastante más allá de lo que se ve simple vista, la fragilidad humana de los profetas muchas veces hizo que se retrasaran actos o declaraciones, (¿donde empieza la real cautela?, ¿dónde lo oportuno estratégicamente?, ¿donde el temor?, ¿de que discernimiento me tomo?, y esta fe que se me resbala entre el corazón y la mente, y mi comodidad que me hace guiños con el miedo, oscureciendo mis claridades invitándome a la confusión a paralizarme a espera un poco, postergar, a que no es tiempo y así dale que dale día y noche, pro los que saben saben y van a Jerusalén, y van a La Moneda y van a Ñacahuasú ), amenazando también a quines les escucharan, censurándolos, prohibiéndoles o asesinándoles, y como la maldad no es muy original, a lo largo de la historia se repiten los mismos tipos de crímenes, bueno con las obvias variaciones de desarrollo tecnológico, siendo muchas veces la favorita lo que los nazis llamaron “la solución final” (“Endlösung der Judenfrage”), es decir el exterminio biológico, el asesinato planificado, oculto y masivo. Nuestra hermosa Latinoamérica también conoció los métodos de desaparición (detenidos desaparecidos) asesinato de líderes sindicales, presidentes, golpes de estados y múltiples variaciones del homicidio ”…ustedes de su padre el diablo son, y los deseos de su padre quieren cumplir. él, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.…”(Juan 8:44). En La Macarena, villorrio al sur de Bogotá en Enero del 2010, ya no pudieron ocultar más una fosa común que el ejército usaba desde el 2005, en esa pura fosa se calcula sobre 2.000 cadáveres de detenidos desaparecidos, y en total calculan en más de mil las fosas comunes clandestinas usadas por el ejército que ya lleva 25.000 desaparecidos en la Colombia de Uribe, (Fuente: Público.es) claro que hay sistemas más tecnologizadas como los hornos crematorios de este mismo ejército de Colombia,:
“… Sobre su ubicación (de los hornos crematorios), el paramilitar señaló que estaba en una finca del municipio de Caldas, sur del Valle de Aburrá. “Hay que pasar el casco urbano. Se sale de Caldas por ahí media hora en vehículo. Está ubicado en una finca muy grande. La entrada, para esa época, era una puerta blanca”.
Ya dentro de la propiedad, el ex paramilitar describió con detalles el inmueble: “la primera casa en obra negra y enseguida de la casa había como una especie de depósito, y más atrás, como a 70 u 80 metros, funcionaba supuestamente una ladrillera. Se veían dos chimeneas en el techo. En la entrada había un primer piso con antejardín bien decorado y de ahí a mano derecha se bajaba por unas escalas como de cinco metros, cuando se llegaba al final se observaba un horno grande de panadería industrial”.
Según sus cálculos, en la semana eran conducidas allí entre 10 y 20 personas. Y se tenía un procedimiento para ello: “cuando nosotros llegábamos con las personas, vivas o muertas, tocábamos y nos decían ‘esos insumos llévelos para el fondo’. Llegábamos hasta adentro, los llevábamos en bolsas para que no botaran sangre. Los desangrábamos. Nos preguntaban ‘¿quién manda eso?’. Alías ‘J’ y Daniel mandaban mucho. Llevaban una carpeta donde anotaban todo. El que anotaba era un señor como de 45 años, bajito, cejón. Nosotros entrábamos y teníamos que esperar las cenizas. El procedimiento duraba como 20 minutos, pero cuando estaba encendido eran como cinco minutos. Luego se las mostrábamos a ‘J’ o a Daniel, y luego las botábamos al río o a donde ellos dijeran”. (kaosenlared.net). ”…ustedes de su padre el diablo son, y los deseos de su padre quieren cumplir…” para así sacase de encima a quienes les gritaban las verdades, subvertían su “orden” e impedían que prosiguieran con sus abusos. No deja de sorprendernos el sentido práctico de la maldad: Una vez asesinados los profetas, los mismos poderosos que ponen su fe en la mentira, iniciaban el proceso de adulteración del espíritu de la palabra del profeta, convirtiéndole en parlanchín de salón, para compatibilizar su abuso con una versión falsa del profeta, por eso cuando Jesús les pregunta a la elit sacerdotal por la autoridad de Juan el Bautista, ellos tras su concienzudo cuchicheo responden “no sabemos” (El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Respóndanme. Entonces ellos discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creyeron? ¿Y si decimos, de los hombres …? Pero temían al pueblo, pues todos tenían a Juan como un verdadero profeta. Así que, respondiendo, dijeron a Jesús: No sabemos… Marcos 11:27) como vemos eso de mirar al techo cuando te preguntan ya se usaba desde entonces y eso hizo la elit para no enfrentar el reconocimiento de la voluntad de Dios en Juan el Bautista. Y así en todos lados, y nuestro país no es ninguna excepción, a Alberto Hurtado, al Cardenal Caro y a Raúl Silva Henríquez, por mencionar a algunos conocidos, los poderosos se les opusieron con todo lo que tenían, solo para empezar a los tres les acusaron de ser “curas políticos”, “cura rojo” comunistas por cierto, y solo después de un tiempo suficiente, cuando ya han logrado desvirtuar su verdadera causa y ya han tapado sus voces pidiendo justicia, están aptos para construirles estatuas y declararlos hombres buenos, “santitos de cartulina” imágenes de escapulario de collares, pulseras, de esos que jamás levantarían la voz y a todo dicen que sí con una apacible sonrisa, nada diferente con lo sufrido por los profetas de Israel, de subversivos y odiosos lapidados a respetables conservadores del orden.
Pero su mentira es más profunda, no solo engaña a los abusados, también sus tentáculos asfixian la verdad para los propios abusadores y de pronto ya no pueden descifrar la realidad, ¿que pasa?, ¿para donde va la marea?, ¿ladrones?, ¿me aseguro con más candados, cerco eléctrico, cámaras?, ¿ y ese quién es?, ¿y esos quienes son?, ¿que es ese vocinglerío?, ¿que reclaman?, ¿no habíamos terminado ya con toda esta basura?, ¡otra vez!, ¿de sonde salieron? y todo ese clamor llega hasta su alma como un ruido terrible e incomprensible
“… Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?» y buscaba verle. …(Lucas 9: 7-9) / …pero otros decían: Es Elías. Y decían otros: Es un profeta, como uno de los profetas antiguos. (Marcos 6:15) / Al oír esto, Herodes decía: "Juan, a quien yo decapité, ha resucitado." (Marcos 6:16)
¿Pero como quienes son estos? si los encarcelamos, los exiliamos, los matamos, yo mismo di la orden de tirarlos al mar, ¿quienes son estos otra vez?. Para mayor claridad a reglón seguido Lucas da cuenta de las ocupaciones de Jesús: “…pero las gentes lo supieron, y le siguieron; y él, acogiéndolas, les hablaba acerca del Reino de Dios”, …(Lucas 6:11)
…y la mentira se retuerce sobre los Herodes de ayer y de hoy, para los cuales tu presencia en la historia no es más que un ruido indescifrable y doloroso, incapaces de reconocer tu rostro en medio del clamor del pueblo, ellos han construido su propio infierno en la historia, el pecado de su mentira los condena a vivir al creador del universo como una desgracia “…y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí…(Mateo 11:1:6). han elegido no reconocer tu rostro.
…pero la maldad de su pecado se extiende aún más: ni la oligarquía terrateniente Galilea, ni la alianza de la nobleza judía con el Imperio Romano, ni el Sanedrín con su élite sacerdotal, (ni otros poderes similares) pudieron superar la tentación de servirse a si mismos, de espaldas a cada palabra de Dios, usaron sus dones para convertir sus piedras en panes, y su opción por la avaricia les empujó hacia donde ni imaginaban, donde muy en lo profundo no querrían ir, una vez lanzados en esta corriente, no es mucho lo que podemos hacer por volver a ser nosotros mismos, esta mirada que escogimos nos arrastra, como adictos, a realizar actos que nunca hubiéramos deseado, resbalamos hacia donde no queremos, desechada la guía de Dios Padre, convertidos en adoradores del dinero, encadenado nuestro corazón, estropeamos nuestro libre albedrío, encallamos en un punto en que nos transformamos en otra clase de seres, nos alien-amos nos soplará Marx siglos más tarde, quedamos “poseídos” por el espíritu de la avaricia, que paradójicamente nos cobra el inconmensurable precio de impedirnos descubrir a nuestro hermano entre el prójimo, reducido a un rival, susceptible de abusos, desaparece como semejante y a nosotros nos arrastra hasta tolerar lo intolerable: la maldad misma, para terminar viviendo cotidianamente en medio de quizás la peor de las formas en que se concretiza la maldad: la injusticia social, ya que probablemente esta sea su expresión más masiva y crónica, la más pública y arrogante, y por ello terriblemente destructiva, porque genera la falsa subjetividad de que la maldad es “natural”, (fundamento último y explícto del capitalismo, y toda su patota de cómplices) porque clava en el espíritu la certeza de que no hay otro mundo posible, que esa es la única verdad, que lo único que queda es tener el valor de aceptarla, por que cualquier intento de construir una alternativa (como el Reino) está y estará destinado al fracaso, - lo que en el caso del pueblo judío está agravado por el antecedente histórico de la permanente exhortación de los profetas del Dios de la misericordia-. Jesús siempre lo advirtió, aún en medio de su torturante agonía, prevaleció su tristeza por la desgracia en que vivían sus verdugos, la exclamación " ... padre perdónalos porque no saben lo que hacen ..." habitualmente reducida al lirismo, nos ha sido presentada limitadamente, algo así como una expresión de amor excesivo, pero en realidad nos revela una tragedia mucho más profunda: que es verdad, que han dejado de ser ellos, que de algún modo terrible la "cultura", tejida en pos del abuso, les ha atrapado, aquí solo un amor de los grandes puede proveer la clase de recursos de entendimiento requeridos para llegar a ver esta verdad, el origen de esta súplica - muestra de la inmensidad de la ternura de Jesús por sus martirizadores - logra atravesar la repugnancia del pecado de sus propios asesinos y llega hasta reconocer y compadecerse de lo que queda o lo que alguna vez hubo de humano en ellos, - quizás solo en su niñez.

Porque bajo su propia visión estudiaban y estudiaban las escrituras, discurrían y reflexionaban, rigurosas exégesis, largos años hasta convertirse en “maestros de la ley”, mucho sabían de lo dicho por los profetas de Dios... sabían y sabían miles de citas, concatenaciones, sabían mucho, pero como habían torcido el espíritu de su palabras. sabían de Dios pero no conocían a Dios, por eso no fue casual que la elite religiosa se opusiera a Jesús, ya era tanto lo que no conocían a Dios que les fue imposible re-conocer al Dios que estaba en Jesús, su teología había adulterado el espíritu de las escrituras, al punto que des-conocieron a Jesús como presencia divina. (... hay de aquel para quien sea piedra de tropiezo...”), y bueno eso tampoco es muy diferente hoy, esa gente abunda.

Fue esa misma mirada la que les impidió a los poderosos del año 30 reconocer a Jesús como una presencia de Dios, bajo los ojos de los poderosos, Jesús solo es un problema, una verdadera desgracia, que viene a “desordenar” su “orden”, ante los problemas del alborotador Jesús, el líder del poder religioso dirá cosas como “... más vale que muera un solo hombre a que padezca una nación entera...”, porque su visión les ha arruinado su comunión con el Padre, les ha cerrado la puerta a aceptar la dimensión espiritual de Jesús, llevándoles a adulterar la verdad, realizando una reducción a lo político, para ellos Jesús es un peligroso escandaloso, al que le siguen las masas, que subvierte la autoridad de la iglesia, que pone en riesgo al precario “orden” imprescindible para el bien de “todos”. Es decir para el poder Jesús solo es un problema político.
Esa forma de la maldad se ha ido clonando en el tiempo, y se las ha arreglado para ser parte de nosotros, que toleramos contemplar la desgracia de nuestro prójimo como si lloviera, desentendiéndonos como si fuese un fatal destino en el cual nosotros no tenemos parte. (“todos somos responsables de todo” Dostoyevsky). Cuando alguien se levanta hablando de justicia, hablando de que si, que es posible que podamos vivir como hermanos, (que no es otra cosa que anunciar El Reino aquí en la tierra, “ id por la tierra y anunciar el evangelio”, “El Reino de Dios se ha acercado”, vida social e individual según los principios de amor de Dios), rápidamente se intenta desvirtuar sus motivaciones de justicia y amor, se le acusa de político, (de comunista en los últimos siglos), de populachero, de paternalista, se le acusa de ser un peligro, de ser subversivo, de desestabilizar este “orden” tan preciado para el “bien público”, se le acusa de charlatán peligroso, y cuanta descalificación en esa línea y otras también. Los que te amamos Padre no decimos que los movimientos populares sean exactamente Jesús, pero es imposible no reconocer que en esa ola, transitan a pie los leprosos, los enfermos, las viudas y los huérfanos - y todos los que no siendo pobres lo son de espíritu – (“…bienaventurados los pobres de espíritu…”), portando sus anhelos de justicia, y la esperanza de liberación a millares que han tenido una vida miserable por siglos, olvidados por todos, incluida la misma iglesia que demasiadas veces desde la mesa del poderoso la palabra que más resonaba para los pobres era “resignación”, pero los que te amamos Padre no hablamos de una exigencia de la perfección, hablamos desde una vida vivida en medio del pecado, seguros que si examinamos los movimientos populares los encontraremos lleno de imperfecciones, faltas graves, incluso pecados, y que lejos del ánimo de querer justificarlos, no buscamos eso, otros, en cambio, buscan las faltas de estos intentos muchas veces desesperados de rearmar la esperanza de la humanidad de vivir como hermanos, esa esperanza que no se resigna a vivir bajo las leyes de la Escuela de Chicago, el FMI, el BID u otros peores (¿pueden haber peores?), (si, si pueden, y hay) que espera algo más de la vida, que cree que el pan nuestro de cada día si alcanza para todos, que no es verdad que el plan de nuestro Padre haya sido darnos la vida para que la soportáramos, son los mismos los que corren felices a buscar nuestras miserias, nuestras faltas y crímenes, para inmediatamente publicarlos imprimirlos por miles en las portadas de sus diarios, estamparlos en los ojos de los televidentes, gritarlo por sus radios, extasiados de mostrar nuestro fracaso, colando el mosquito de los errores y tragándose el camello del destino que condena a los pobres a aceptar la vida como una desgracia eterna. Aunque el camino al hedor de la humanidad partió allá en el Edén cuando Adán y Eva le dieran la espalda a la palabra de Dios Padre iniciándose el reinado del inicuo, las formas concretas que va adoptando la perversión van variando, el sistema neoliberal - versión actualizada del capitalismo- posee un nivel de premeditación y alevosía muy superior a los sistemas primitivos, sus grandes arquitectos confiesan sin ningún pudor públicamente y por escrito que los fundamentos de este sistema económico son el egoísmo, el lujo, la vanidad, etc. y que sobre esas bajezas humanas construirán su reino, descalificando a cualquier otra alternativa de ingenua e irreal inevitablemente destinada al fracaso, es decir o eres un hombre que participa de la crueldad o eres un estúpido romanticón sentenciado a la ruina, es decir nos encontramos directamente en la construcción del anti-reino pero ya muchísimo más consiente, porque precisamente ponen su fe en los valores opuestos a lo valores que Dios propone a la humanidad, el amor, la solidaridad, la ternura, el desprendimiento material, el predominio de lo espiritual, por eso a nosotros nos nace anunciar tu adviento, que ya viene tu Reino, que ya está cerca, que la buena noticia para los pobres ha llegado, que el tiempo de la maldad terminó, que ya no podemos esperar más, que ahora si podemos construir tu Reino, que ya es el tiempo, que hace tanto que nos lo revelaste, que Tú mismo nos diste esta fe, que hay que contárselo a todos, que tengo que contarles que creyendo se puede, que líbranos de esos pensamientos, que no importa que seamos tan pocos, que el grano de mostaza es el más pequeño, pero después es un árbol enorme donde vendrán tantos hermanos a vivir con nosotros y cada uno irá ocupando una rama, que yo me tomo de tu adviento, porque no ser tu adviento es irme de tu lado, irme con ellos y no los soporto y Tú, Tú eres la vida misma. Por eso en esta natividad, en este día en que los mercaderes le han arrebatado hasta el recuerdo de esta esperanza a los pobres de la llegada de su Salvador, los que te amamos Padre nuestro, los que te amamos a ti Jesús el Cristo, gritamos con más fuerza que tu Reino, el hermoso sueño que has tenido para la humanidad, que tu Reino se ha acercado, que ya es hora.

Wall Street 2008…
(…date una vuelta en el aire)

calle del muro
fortaleza en ristre
confinas al mundo
a un gheto triste

…mas los vientos han cambiado

inerme arrastras tu vínculo
tus dólares… deslavados
tu napalm… cae en círculo
y tu jerga de malvados
queda en ridículo

muro de poderosos
muro de lamentos
nuestros ojos llorosos
vuelven a estar atentos

¡ah! …que hermoso es nuestro adviento


PD: no sea nuestra vana mente la que guíe nuestro caminar, sean sabio padre “tus pensamientos que son más altos que nuestros pensamientos”, los que inspiren la voluntad a cumplir, y cuando sean abiertos nuestros ojos y vean cumplida tu amorosa voluntad, todos juntos en la alegría de tu paz cantaremos testimonios de la ternura de tu amor y jugará nuestro espíritu en comunión con el tuyo amen,



y jugará nuestro espíritu en comunión con el tuyo amen.



Amen.






Texto agregado el 25-12-2010, y leído por 135 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
25-12-2010 Y una vez agradecido a los moderadores la puntual actualización de los nuevos textos, pasemos a tu profunda reflexión, que desde la humildad, canta como "el pájaro solitario", al Amor de los amores. Y que así sea, por los siglos de los siglos... Amén. maravillas
25-12-2010 . moebiux
 
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