Nuevamente padezco de una cequia intelectual, la sociedad carcome mi razón como jugando, pero con lo poco que me queda, me doy cuenta que la mayoría de las personas reaccionan como una maquina: enfermas de hipnosis realizan todo lo que les piden. ¡Como ahora! los medios de comunicación les ordenan comprar, consumir, gastar y hacen parecer que lo material es lo predominante en las festividades próximas, dejando a un lado lo que nuestros antiguos predicaban para el bien común, haciendo hincapié en el núcleo familiar, en la convivencia sin propósito alguno mas que disfrutar del prójimo y contagiar la atmósfera de una inmensa buena vibra.
Me gustaría hacerles una pequeña invitación a resaltar los valores, a compartir y enseñar lo que realmente significa Navidad, y no en un sentido etimológico sino en el más valioso de los gestos. Los incito a regalar conciencia y predicar la buena onda: que seamos capaces algún día de abrazar sin prejuicios, de obsequiar valores y difundir el bien. Así, nuestros hijos crecerán en una sociedad menos injusta, mas sana y serán capaces de tomar decisiones por mismos, dejando a un lado lo básico de esta sociedad