Soñador

Me despierto. Veo hacia mi alrededor imágenes confusas de un espectro de colores desgastados entre grises... A veces asepiados por el paso de los años, a veces cenicientos del paso de las calamidades, pero en sí gastados, vencidos.
Curioso el vivir tanto entre la oscuridad y las sombras, no? Las sombras de nuestro pasado que nos impulsan a pensamientos oscuros en un completo sin sentido.
Al fin y al cabo, qué se gana? Por qué nos permitimos arrastrarnos entre esos vestigios del mundo y de nosotros, sin cambiar nada? Muchos dirían... La esencia inicial de los colores sigue allí, intacta, en el fondo. Pero ¿Alguien puede sentirla?¿Verla siquiera? Se sabe que ese marrón cobrizo oscuro esconde en su interior un rojo brillante. Está asumido. No necesariamente se cree en ello, pero sí se asume.
Si tan sólo ...
No. Es muy tonto, muy complicado, ¿Qué pensarían los demás? ¿Qué problemas traería consigo? A veces olvido reprimir estas falsas ilusiones ridículas. Volveré a dejarme absorber por las sábanas y el vacío aterrador de la luz apagada y la persiana baja.
Si tan sólo...
Mejor cerrar los ojos y acabar con esto.