miraba a través de la ventana. un perro orinaba sobre la pared de una casa color amarillo, un señor alto miraba las piernas de una colegiala, un auto circulaba por la pista mientras sonaba a todo volumen su radio, las calles estaba llenas de polvo, un árbol estaba en la mitad de torres de cemento y concreto... en verdad, si lo medía, era una pesadilla... miré mis cuentos escritos en la web y me sentí ridículo... apagué las luces de mi cuarto, a la media noche, aún sonaba el movimiento de la calle... esperé a que todo muriera con mis sueños, en total oscuridad... al final de todo, llegó el silencio. abrí los ojos y empecé a soñar... me paré de la cama y sin nadie quien me viera, bailé y bailé... todo era silencio. del fondo de la oscuridad brotó un rostro conocido... ¿qué deseas?, le pregunté. quiero tu silencio, me dijo... me cogí los labios, unté mis dedos de baba y le extendí mis dedos hacia aquel rostro... la cara me lamió los dedos por más de cinco minutos... estaba fría su boca. dame mas, me dijo el rostro. me hinqué con el filo de una uña, la palma de mi mano y le extendí mi mano ensangrentada. el rostro abrió los ojos e hizo lo mismo... no bien terminaba de chuparme la palma de la mano cuando de otro rincón aparecieron otros rostros. eran de la misma persona pero en diferentes etapas de su vida... ¿quiénes son?, les pregunté. ellos se miraron uno a otro y luego empezaron a reír sin parar, hasta que de otro lugar algo sonó, como una voz, llamándoles... todos se miraron y sin esperar más, partieron hasta el fondo de todos los rincones de la oscuridad de mi cuarto... luego, todo silencio... hasta que la mañana se hizo plena... me levanté de la cama y con una bolsa de papel con dos huecos, salí a la calle, ocultando mi rostro tras la bolsa... es que, no deseaba que nadie me reconociera... todos me miraban, en silencio... con miedo y algo de locura...