Para no hacer tan árida la investigación decidí beber de varias fuentes: los libros por supuesto pero no solo los ensayos y documentales, sino también algo de novela histórica para edulcorar un poco el tema que aunque en la práctica los ensayos e investigaciones también resultaron deliciosas. El viaje a Tepatitlan de Morelos resulto por demás enriquecedor, pues además de encontrar información basta mientras iba leyendo a Jean Mayer, también fui recopilando información; en el museo de la ciudad encontré algunos datos interesantes:

- La confirmación de que Victoriano había nacido en la zona rural donde yo había pasado mis primeros años de vida: El Rincón de Chávez Municipio de San Miguel el Alto Jalisco, en la hacienda denominada “El Pirul”

- Lo precario y rudimentario que había sido el armamento de los combatientes, calibres:
.22 .25. .32 .38 .44 .45 .30-30 máuser entre otros.

- Algunos compañeros de armas de Victoriano que a la postre tendrían una intervención difusa en su misteriosa muerte como fue el caso del Padre Vega y de Navarrete o de su amigo a toda prueba el general Miguel Hernández.

- En aquél museo descubrí una curiosidad grata; un dibujante: Martin Ramírez, denominado el Van Gogh mexicano quien en sus dibujos plasmaba motivos principalmente de “Cristeros” túneles y trenes, me atrapó una de sus imágenes a lápiz de un cristero rústicamente dibujado. pareciera una imagen realizada por un niño pero con una originalidad por demás evidente.

- El arma que supuestamente le abrían quitado a Victoriano antes de encarcelarlo y presente en la pequeña colección de objetos del museo.

- En una de las librerías religiosas de la ciudad encontré: “Entre las patas de los caballos” de un autor desconocido quien escribió sus memorias en la gesta revolucionaria; De Val.


Durante los viajes para hacer la investigación había estado leyendo el compendio de Jean Mayer pero también traía un libro que aparentemente tocaba el tema; una novela histórica llamada: “El collar roto” de Valviere nuevamente la contradicción, una novela histórica mexicana escrita por un extranjero que describía las “vicisitudes” para escribirla instalado en el paradisiaco Huatulco Oaxaca se amotino en la biblioteca municipal, y durante un año se dedico a realizar lo que a la postre resultaría ser un libro ameno y salpicado de algo de historia.

Disfrute de la novela y viaje en el tiempo a la coyuntura entre 1800 y 1900 con las primeras insurrecciones de los indios yaquis contra el entonces sistema cuasi imperialista de Porfirio Díaz ahí la imaginación del escritor me dibujo al pequeño Álvaro Obregón suigeneris indio mexicano de rasgos anglos.