El texto que usted tiene en frente, debajo, arriba, (según la posición en que ocupe su PC [no confundir con Partido Comunista]) trata de estupideces sin necesariamente poseer un hilo conductor entre ellas…un hilo que las conduzca, que las maneje, que las gobierne semipoeticamente y que se yo. Este texto trata de brazos pinchados y dolores de estómago mientras escucho punk rock, mientras pienso en personas que podría asesinar, en mujeres clandestinas, en afonías que se guardaron porque era necesario callar a veces…mientras pienso en lo estúpido que he sido tanto tiempo y en lo imbécil que seré mucho tiempo más.


Aunque podría escribir también sobre el consumismo de la navidad del cual me hago completamente partícipe y esos clichés redundantes que salen de la boca de la gente que igualmente son activamente consumistas. Podría escribir también que hay niños que no reciben regalo y ponerme a llorar un rato, incluyendo en mi llanto a los mendigos que pasan hambre y frío, como los pollitos, y que sin embargo, muchas veces son más felices que los que creen que ‘’guatita llena, corazón contento’’..

Podría escribir aquí tantas cosas que no voy a solucionar nunca, como el hambre en el mundo o la globalización, inmortalidades cangrejísticas o la curvatura del tenedor, pero sería algo irresponsable e inconsecuente mientras casi ni recuerdo lo que hice anoche cuando gritaba revolución, entre canciones Polleras que van en mi corazón, pero ahí se quedan, estancadas, tratando de fluir al ritmo del alcohol.

Podría escribir los versos más tristes esta noche, pero el que quiso escribirlos no fue capaz de hacerme derramar una lagrima con su tristeza absurda, mientras la estupidez de Polhammer me conmueve, no por lo bueno, si no por esa estupidez mágica que lo caracteriza, mientras las rimas de Tzara no son rimas y nunca quisieron serlo, mientras los versos de Bécquer pueden parecer aburridos sin dejar de ser perfectos.

Podría escribir lo que quisieran que escriba en este preciso momento, dado a mi unidad con el cosmos y su magia esencial de carácter profundo, escribir que mi iluminismo poético no es más que mi ego y un capricho rotundo. Pero la verdad es que no soy tan magnánimo ni tan ostentoso metafóricamente, si más bien algo ilimitado y algo anárquico personalmente. Risueño, enrabiado, contento, depresivo, bohemio, intransigente, rockero…punk.

¿Y escribir sobre el punk?...como si fuera un escritor de fanzines de esos que limitan y ordenan el movimiento, los que le dan la carga ‘’intelectual’’ de mentira, porque un fanzine nunca ha sido intelectualidad, y los que los compran habitualmente no leen más que vivencias ajenas y luego compiten por saber ante otros el significado de un cordón de color, de una púa, de un remache… como si la estética tuviera un fin más allá de la estética, como si hiciéramos arte al vestirnos socialmente extraños, como si debiésemos pretender vestirnos de una forma para su significación más que para la transgresión misma y el efecto de mancha burda en el paisaje urbano y sus desfiles de modas.

Sin embargo, mi ánimo postrado en su camilla hospitalaria, muros blancos y flores amarillas a su costado izquierdo (para recrear mentalmente la situación), me impide escribir y describir escenas con magia en este momento…en este momento en que los unicornios duermen, en que las sirenas callan, en este momento sin magia innata, sin inspiración, en este momento póstumo espiritualmente________________vienen de pronto a platicarme con alfileres sangrientos. Yo vomito, yo vomito, yo odio, yo vomito. OJOS ROJOS SIMULTANEAMENTE AL VOMITO Y LAGRIMAS SEDIENTAS DE GRITOS CAEN EN MI POLERA NEGRA YA CASI PLOMA, yo odio…y no hablo.

Este texto prometió cosas que no cumplió y ahora se jode sólo y se termina solo, sin afán mío de acabarlo sin más que un castigo para las letras que pudieron emanar espontáneamente sin influencia dadaísta ni estupidez literaria. Este texto no supo tomar forma y ahora se suicida, ahora se acaba, ahora se muere, ahora se apaga.


El texto que usted tiene en frente pudo tratar de estupideces incoherentes…. Este texto pudo tratar también de brazos pinchados y dolores de estómago mientras se escucha punk rock, mientras pienso en personas que podría asesinar, en mujeres clandestinas, en afonías que se guardaron porque era necesario callar a veces…mientras pienso en lo estúpido que he sido tanto tiempo y en lo imbécil que seré mucho tiempo más…