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Dame infancia

- Mamá, Mamá, ¿Puedo salir a jugar?

Mi madre miró el calendario, luego el reloj y luego la puerta de casa. Respiró profundamente y comenzó a cavilar con la vista puesta fijamente en las cenefas de la cocina. Pasados unos segundos eternos para mis siete años exhaló una respuesta que parecía arrancada a mordiscos a su voluntad:

- Vale, pero solo veinte minutos, si te quedas frente al portal y si te portas bien.

En un primer momento no supe si era un si o un no, ya que sus palabras decían una cosa y su gesto otra. Por mi reacción mi madre se dio cuenta de lo complicado de su argumento y apostilló:

- Si, pero un rato y en el portal. ¡Y pórtate bien! – dijo esto último alzando la voz

Mi rostro se iluminó de satisfacción ante el “SI”, el resto era la típica jerga de madre que forma parte de esas cosas que una madre añade para no dar su consentimiento incondicional. Sin esperar para recibir mas condiciones salí disparado hacia la calle, no sabía cuanto tiempo podían ser 20 minutos y no era cuestión de desaprovecharlo, supuse que ya me llamaría cuando hubieran pasado. Las madres saben mucho del tiempo y lo controlan de maravilla.

Estuve jugando a tope con mis amigos del barrio, carreras entre árboles, un poco de futbol con una bolsa de basura, algunas zancadillas y otras cosas que las madres llaman “hacer el bruto”. Todo acabó cuando mi madre apareció en el portal con la cara puesta de regañar. Me miró de arriba abajo un par de veces mientras que se iba trasfigurando hasta romper a gritar:

- ¡Julio Alberto! ¡Ven pa’cá! – tomando aire para seguir - ¡¿Qué te he dicho?! ¡¿Qué te he dicho?! ¡¿Qué…. te… he… dicho?! – subiendo el tono y su enfado con cada arreón verbal

Miré a los lados y estaba solo ante el peligro. Ni rastro de mis amigos. Me miré las rodillas peladas y con un poco de sangre. Observé detenidamente el desaliño de mi jersey arremangado y de mi camisa manchada a trozos y comprendí que me había metido en un lío. Lentamente levanté la vista y atiné a decirle con un hilillo de voz:

- ¿Ya han pasado los 20 minutos?

Texto agregado el 24-03-2010, y leído por 265 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
28-08-2014 Muy bueno!!!! me hizo retroceder en el tiempo Carmen-Valdes
29-06-2014 Me encantó la forma de narrar un episodio, un instante en la vida de un niño. Mis felicitaciones. elpinero
17-02-2011 Qué hermoso texto Alejandro! me encantan esos recuerdos de la niñez, tan sanos y tan lindos, son verdaderos tesoros. Un beso y mis estrellitas jugando a "las visitas". Magda gmmagdalena
21-09-2010 Hurgar en el baúl de los recuerdos es siempre interesante. Buen texto 5* pitrimitri
24-03-2010 Muy bueno!!! Mis ***** josesur
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