Algunos cantos para ti
diez años arruinados
algunas pasiones romanticas
siempre he sido un hombre que conserva un fondo novelesco
el rey en todo momento
y todo no lo es todo o casi todo
hubo discusiones
yo di mi opinion
mi voz
pobre de mi
¿sabes señora?
soy enemigo de la templanza y la sobriedad
procuro olvidar siempre
leer a los grandes en algun cafe de esmirna
hay que ser severo
la severidad colgando de tu cuello como un collar de cuentas preciosas
la justicia es la madre de puercos rastreros mercaderes con sus turbantes que fuman a escondidas
hay ocasiones en que la memoria pesa gravemente sobre mi
si
eso es muy justo
la concordia que llora acechando y llevandose todo sin sol
languidecen de poder
que esta noche no pase yo frente al nilo cubierto de lotos
en fin
hay que terminar con los rojos
los buitres blancos de garras metalicas estan aqui para eso
nos conformaremos con arrastrarnos por el suelo eternamente
no temas nada señora
versos que delinian musicalmente al presidente queriendo seguir esa estatua de gautier
doy pasos un tanto circunflejos agazapado en la mañana que te devuelvo sin embargo a ti
es tan cierto como que soy un hombre que se retuerce en un acceso de terror
el perro que vuelve ausente de norteamerica
esto pasara pronto
¿no estas de acuerdo conmigo?
rechazas venir a verme
habia estado deseoso
no hay un solo miembro de mi cuerpo que no transpire tu nombre
somos inseparables en efecto
¿lo dudas señora?
en lo que a mi respecta poseo un sentido de la belleza poetica
tan seguro estoy de mi pasion intelectual como del ansia de dominio del presidente
no me cuesta trabajo quererte
es una cuestion quimica mas que nada
estoy aqui sumergido en deliciosas y delirantes locuras
arruinado en cierta forma
todo por un puñado de rameras
el rebaño se sumerge en una horrible muerte desplegada en diarios y noticieros
me gustan las buenas costumbres
versos sobre las golondrinas que me castiguen sin miramientos
necesito salir de aqui
escapar de la hija de la justicia
del ambar de sus rosarios
la memoria me juega estas pasadas
sobre el obelisco de la plaza buscando a la marqueza de granito en mi solitario destierro
quiero tan solo volver al infierno de las profundidades ardientes de tu cuerpo
a las esfinges a los ibis rosados
te adoro
vivo como un cocodrilo en semejante abstinencia verde y humoso
sueño con todo aquello
no temas querida señora
tengo para ti un marmol moteado de besos mi amada marqueza
no tengas miedo
te prometo la sala de porfido del louvre
quiero volver a tus manos señora
¿temes a mis palabras pequeña?
tengo aqui a los espejos diciendome que soy un mounstro terrible
en mi casa siempre es de noche.