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Calles de tierra
Empezare contando esta historia trayendo a mi memoria los gratos recuerdos de la única época en la que fui feliz, mi infancia, tal vez fuere por que no tenia una suficiente madurez mental como para darme cuenta lo que sucedía alrededor de mí, en medio de una dictadura militar mi único problema era si papá se negaba a comprar un algodón de azúcar y en vez de eso compraba un paquete de pochoclos, me enfurecía que hiciera eso, sin embargo mis dos hermanos mayores vitoreaban la decisión, David tenia tres años mas que yo y Lucia me llevaba 1, pese a la cercanía de edad los gustos míos nunca coincidían con los de ellos, asunto que siempre terminaba en una compensación de parte de mi padre con una vuelta extra en la calesita de la esquina.
Un paseo a la tarde era lo que más nos divertía a mis hermanos y a mí, en él ultimo recorrido caminábamos por la plazita hasta que papá decía “Chicos el sol esta por irse a dormir no seamos malas visitas y vayámonos nosotros también”
Todo terminaba al anochecer, el paseo, concluía el día y por sobre todas las cosas el humor de papá que por alguna extraña razón se ponía muy nervioso y quisquilloso sobre todo al atravesar las típicas calles de tierra que marcaban esta época, estas eran extrañamente largas, recuerdo lo trabajoso que resultaba transitarlas a pie, especialmente los días de lluvia además en las veredas tampoco era muy seguro pasar debido a que estas eran mas que nada una prolongación de la calle, algunas con un pastito la mayoría de las veces largo, otras poseían unos discontinuos ladrillos como para que uno pueda pisar algo mas que tierra, las mas paquetas tenían baldosas, pero eran solo unas pocas, cuando pasábamos por Seguí en la casa del alemán Recken había una hermosa vereda con baldosas azules, pero gracias a la maldita costumbre de su madre que la baldeaba obsesivamente cada 2 horas yo que con mis alpargatas blancas pasaba todos los días me pegaba porrazos cada dos por tres.
Llegando a casa, precisamente en la esquina(Aunque recorrer una cuadra de estas equivalía a 3 o 4 de los demás pueblos) nos recibían 2 enormes perros doberman que pese a su apariencia eran muy amigables y además les temían a los caballos.
Atípico como casi todo en este pueblo. Para dar un ejemplo mas, junto a mi casa vivía Rubencito un chico de mi misma edad, tenia el pelo castaño y la tez blanca, de apellido Fortunatto hijo de padres italianos su familia era de clase media baja sin embargo al ser el único hijo le trataban de dar todos los gustos, todo eso no resulta raro lo se.
Pero en la época en que los potreros abundaban por doquier, la ultima moda recién llegada del extranjero eran los videoclubes tierra prometida para todos los chicos del barrio junto con la revista de Patoruzu que se agotaba mientras caía la tarde del Lunes, y por si fuera poco Batman hacia furor en las teles argentinas.
Pese a todo “el Rubén” era un chico muy depresivo.
Yo, siendo su mejor amigo rara vez lo veía esbozar una sonrisa. Todos los Miércoles y viernes íbamos juntos a catecismo, donde enseñaba el padre Hugo y su sacristán Nicolás ambos exiliados de la gran y poderosa Rusia, la madre Rusia decían ellos con acento chistoso.
Una vez les dijo “¿Por qué si la gran madre Rusia es tan omnipotente dejo que a sus hijos se los tratara tan mal?”
-Rubencito verras... - empezó a decir Nicolás cuando fue interrumpido por un encolerizado Rubén.
-¡Por que siempre dejan que se nos maltrate!
Grito.
-¿Quiénes Rubén? Tranquilo muchacho
- ¡Las madres! ¿Es que acaso son todas iguales?
Ninguno de nosotros entendió lo que dijo, y no lo comprenderíamos hasta esa misma tarde.
Como de costumbre acompañe a Rubén hasta su casa, bah acompañe es un decir ya que su casa estaba junto a la mía, pero siempre solía quedarme una media hora tomando leche con chocolate, cuando llegábamos sus padres nunca estaban.
Sin embargo ese día todo fue diferente.
Caminando esas interminables calles, siempre teníamos tiempo de conversar largo y tendido, me llamo mucho la atención que Rubén no halla pronunciado casi palabra alguna, llegando a la Gral. San Martín nos topamos con un individuo alto, rubio de pelo largo. Yo conocía a casi todo el pueblo, y más aun a la gente del barrio.
De este tipo sabia que se llamaba Juan, y que manejaba el camión que le traía la mercadería a doña lucia la del almacén, también sabia que hace poquito se había mudado a una casita prefabricada cerca del barrio, no creí que Rubén lo conociera, siempre encerrado en sí mismo, sin embargo cuando Juan se le acerco le guiño el ojo, le palmeo cariñosamente la espalda y siguió caminando, eso podía haber resultado menos raro si Rubén no hubiese temblado de la epiléptica forma en que lo hizo.
Pues si bien algunos lo consideraban anti social o antipático, no le tenia miedo a la gente sino mas bien la enfrentaba, ya faltando un par de cuadras se descompuso y empezó a vomitar, yo en mi juvenil edad pensé como era común, que algo le había caído mal, pero años mas tarde me daría cuenta que lo hacia por miedo, estaba aterrorizado y eso se notaba en su pálido rostro.
- Solamente faltan un par de cuadras Rubén dale aguanta!.
Le dije intentando animarlo
El se me acerco y casi susurrándome me dijo algo con una elocuencia que no era propia de un niño de 9 años.
- No puedo evitarlo mi cuerpo se debilita cuando se acercan las 5, Hernán, a esa hora en mi casa suceden cosas terribles, no quiero que vengas hoy, no quiero que veas mi sufrimiento, llevo bastante pesar cargando con mi vida y no quiero arrastrar a alguien mas conmigo.
Me quede confundido, aturdido...
- Pero...
- Por favor tampoco intentes espiar, ninguna persona sana de mente como vos podría soportar verlo
- Rubén...
- Adiós

Consternado, me quede paralizado sin saber que hacer, rememoraba sus palabras en mi mente decenas de veces y cada vez tenían menos sentido, mierda! Cómo quisiera ayudarlo, como quisiera ser grande como papá, a el nunca le pasan estas cosas! Pensé.
Luego reflexionando me dije a mí mismo que debía ir a buscar ayuda, ayuda de un adulto. Y por arte y obra de los hados del destino un coche toco bocina detrás de mí.
- Que haces en el medio de la calle? Vamos para el pueblo ¿te llevamos?
- No gracias voy para casa
Al volante iba Nicolás acompañado como de costumbre del padre Hugo que observo irse a Rubencito pero sin embargo no dijo nada.
-Bueno vamos, dale te alcanzamos hasta ahí, mira esta empezando a gotear.
En efecto había comenzado a llover, la lluvia siempre a sido una bendición para estos áridos caminos, sin embargo después de una hora cuando se empezaba a formar barro, caminar por allí resultaba aun mas dificultoso, con decir que el viejo Collman un gringo veterano de la guerra de Corea siempre decía que este lodazal podía retener a cualquier ejercito europeo o asiático, pero la Sra. Collman arruinaba sus anécdotas de guerra cuando lo llamaba para tomar el te de las 5.
En casa de seguro mama se paseaba inquieta por el angosto pasillo que unía la cocina con el living, mirando nerviosamente el reloj de pared, pero solamente llevaba retrasado unos minutos y si rubencito necesitaba ayuda ella iba a entender, aunque nunca hizo caso de mis excusas fueran valederas o no, pues al llegar tarde a casa todo era una lluvia de reproches, mama siempre tuvo un carácter fuerte que le fue difícil de ocultar en una época en que todos debían ser sumisos y protestar en silencio, pese a eso amaba con locura a sus tres hijos y aun cuando papá vivía fue siempre el sostén emocional de la familia, con papa tenían una relación muy especial ya que parecía ser ella la fuerte en cambio el era débil, enamorado eterno de la vida, los animales Y la literatura, imaginaron una vida juntos que fue tal cual ellos la concibieron en sus pensamientos, se amaron hasta él ultimo día que dios les permitió estar juntos en la tierra, y luego también.
Venido el caso de que tardara demasiado en volver del colegio papa era el encargado de salir a buscarme, en el camino lo vi caminar hasta el almacén de doña Lucia así que tenia unos minutos mas, pero debía actuar rápido.
-Muchachos tengo que decirles una cosa
- Mira, si es por lo de las limosnas ya sabemos que no fuiste vos, Pedrito Billar las tomo prestadas, pero como era para una buena causa lo perdonamos, le compro un cassette de Jorge Cafrune en la feria a la madre por el cumpleaños, pobrecito...
- No, no es eso
- Entonces el que estaba tomando el vino en el cáliz la otra mañana eras vos?
- No! Es otra cosa, déjame explicarte.
Explicado el hecho Nicolás tomo la batuta y le ordeno rápidamente al padre Hugo que pare en la casa de Rubencito, Nico entraría a la casa a aclarar bien las cosas mientras que el padre y yo enfrentaríamos con alguna excusa improvisada el acoso de mi madre.
Lo vimos entrar en la casa vecina, confiado, seguro, decidido a aclarar un problema que su mente le decía era insignificante, se dio vuelta hacia nosotros y dijo “2 de cada 6 niños rusos se escapan de sus casas por la severa educación de sus padres” “acuérdate de eso Hugo” volvió a gritar.
Sonreímos, por un instante me pareció que todo iba a ir bien, luego, un parpadeo y el buen Nicolás salía disparado a través del vidrio, pareció que al principio se levantaba, dio 4 pasos hacia nosotros y finalmente cayo muerto.
Hugo corrió hacia el, yo tarde un poco mas, estaba en shock, pero lo vi, era la primera vez que veía un cadáver, ¡dios le faltaba media cara!, y la sangre.....
....... La sangre, mierda, nunca había visto tanta sangre, de lo oídos, las fosas nasales, la boca y una gran herida en el pecho que parecía haber sido hecha por un rastrillo, le brotaba sangre por todos lados.
Luego la puerta se abrio abruptamente y el rubio como si se tratara de una mala película de terror salio caminando lentamente siempre sonriendo, faltaba la motosierra o la cara de Freddy Krueger para que salgamos corriendo. Pero no lo hicimos, lo enfrentamos.
Pude pararme aunque mis piernas me temblaban mucho, tome una piedra del piso y pensé en lo que me contó mamá infinidad de veces, esa historia que me llenaba de valentía, que me hacia enfrentar a mis peores pesadillas, la historia de David y el gigante Goliat, de cómo el pequeño David derribo a su monstruoso enemigo, todo esto era tan irreal que creía que con solamente decidirme iba a salvar el día, ya de por si levantar el brazo me resulto una hazaña, ambos me pesaban mucho, como en un sueño me movía en cámara lenta, dar un paso a esta altura era imposible, pero sin embargo pude hacerlo, apunte y le arroje una roca enorme que le pego de lleno en el medio de la boca rajándole el labio inferior, no se que paso después creo que me desmaye, no vi al rubio golpearme ni caer o quejarse por el golpe, solo me desvanecí después de arrojar la piedra.
Pasaron unos minutos eso creo y desperté, tengo un recuerdo muy fuerte de esos primeros segundos, recuerdo al padre Hugo y el rubio los dos sonreían, parecían dos amigos que se encontraban después de mucho tiempo, ambos estaban a dos centímetros uno del otro, el anciano Hugo sudaba, al rubio le caía sangre del labio, el cual estaba enormemente deformado, sentí alegría por que estaba así gracias a mi, yo lo había lastimado.
El padre Hugo por fin hablo.
- Perro irlandés no eres temido aquí y en tu tierra no quedan muchos como tu, ¿dime tienes miedo? ¿Tienes miedo que finalmente te mate y lleve tu piel como trofeo a la vieja Anglesey?
- El Dearg-due no morirá nunca, los poderosos nos han cazado y diezmado, vete de aquí y deja esta tierra salvaje como mi morada.
- ¡Esta tierra ha dejado de ser salvaje estúpido vampiro! Y yo he dejado de ser paciente, cuando tus amigos masacraron esa aldea eslava hace siglos jure vengarme tomar tus mismos votos si era necesario pero vengar a los asesinos de mi familia, con los siglos he cambiado, otras cosas atrajeron mi atención y perdí el interés por una venganza que fue aplacada con el pasar de los años, pero Nicolás....
eso ya fue demasiado, lo lamento pero no puedo tolerarlo, voy a hacer lo que los celtas deberían haber hecho hace ya mucho tiempo...
Dearg- due esta será tu tumba, sepulcro eterno para tu alma podrida, no te resistas muere con honor!!
Por mas que describa y analice detalle a detalle lo que paso a continuación nadie lo creería, nadie en su sano juicio por supuesto, basta con decir que mi mente nunca mas pudo pensar con absoluta racionalidad, después de ese día un murciélago seria una amenaza, un ruido extraño alertaría todos mis sentidos y una pesadilla seria un presagio...
... a pesar de todo voy a tratar de redactarlo tal como sucedió.
Después de la amenaza del padre el rubio gruño desafiante pero se alejo unos pasos, el padre Hugo primero miro hacia atrás y me vio, murmuro una palabra en ruso que siempre decía cuando estaba enojado y ante mi estupor sus penetrantes ojos azules se tornaron violeta, sus manos se ensancharon y los dedos se alargaron a limites monstruosos, luego de su cuello empezó a crecer un bulto que finalmente exploto dándole lugar a una viscosa sustancia de color amarillo que cubrió todo su cuerpo, creció también su mandíbula que se lleno de filosos dientes.
El rubio dio un enorme salto y subió a la terraza de la casa, intento escapar saltando luego al techo de la casa vecina pero el padre lo intercepto en el aire y el rubio cayo bajo el enorme peso del ahora gigantesco padre Hugo, escuche como se quebraban algunos huesos y el rubio gemía de dolor, inmediatamente después el padre alzo el dedo meñique de su mano derecha del cual pendía una uña larga, sucia pero mortalmente afilada con la cual araño su cuello hasta desangrarlo.
La pesadilla había terminado el padre Hugo le gano al malvado vampiro, pero, ¿era realmente ese monstruo ser quien daba misa todos los domingos?
No lo pensé en ese momento pero corrí a abrazarlo, ahí me di cuenta que mi pierna sangraba y me dolía mucho.
-Padre, padre ¿esta bien?
Me alejo con un gesto mientras el bulto en el cuello volvía a formarse y el volvía a la normalidad.
- Nicolás!, pobrecito no se merecía esto, paso por tantas cosas malas y terminar así...
... se merecía una vida mejor jaca en Argentina, una paz que nadie pudo darle...
-Padre, ¿que fue todo esto? Quiero que al menos me explique si hay mas como ese rubio, por que no se si se olvida yo vivo al lado...
Veni acércate mas te voy a contar de que trata todo, primero quédate tranquilo por que no quedan muchos de esa estirpe en el planeta, los pocos que hay habitan Irlanda y algunas islas vecinas, después déjame decirte que ni Rubencito ni tu familia escucho la pelea, los mantuve un trance hipnótico que durara hasta pasadas 2 horas mas, sino imagínate tendría que explicarle todo esto a mucha gente mas y lo que es peor no confiarían en un cura con un color de ojos tan raros ¿no?
Le agradecí al padre hacerme reír tanto, gracias a eso pude relajarme y seguir escuchando el resto de la explicación que resulto mas interesante aun.
- El Dearg-due es un vampiro que era temido terriblemente por los antiguos celtas, su nombre significa chupador de sangre roja o algo así, se creía en la antigüedad que la única forma de matarlo era apilar algunas rocas sobre quien se creía se había convertido en vampiro, así se le impedía la salida y moría de hambre, pero es una creencia muy estúpida ya que estos seres poseen una fuerza superiores al mas fuerte de los hombres, Se cuenta la historia de una hermosa mujer enterrada en Waterford, en una pequeña iglesia cerca de un árbol, que varias veces al año salía de su tumba y aprovechando su apariencia atraía sus victimas para llevarlas a su tumba, se supone que esta mujer fue la primer Dearg-due y aun sigue comiendo en el mismo lugar, pero es incomprobable.
- ¿Y usted? También es un dear no se cuanto...
- ¡¡Ja ja ja!! No claro que no, mi historia es mas complicada aun, hace algunos siglos una pequeña aldea eslava fue arrasada y masacrada por un grupo de estas bestias, había un hombre en esta aldea que era una especie de líder que fue el que organizo una tímida defensa ya que todos eran campesinos y vagabundos, tenían también un brujo, el sabia de la llegada de los temidos vampiros y además sabia que seria la muerte de todo el pueblo, pero no podía hacer nada para evitarlo, el líder viviría hasta el final pero mataría al verse solo y acorralado, su hijo fue decapitado por la malvada Leanhaum-Shee otra vampiresa de origen irlandés que a menudo se unía a las hordas de Dearg-due, así caería de a poco todo el pueblo.
Sin embargo cabía otra posibilidad, el brujo tenia el poder de convertir en una criatura inmortal a quien allá nacido un 7 de mayo a las 7 de la mañana, la criatura conocida como el Upyr azote de Siberia.
Había un hombre que cumplía esa simple característica y cerca del fin de la batalla fue llevado ante el brujo.
Este lo convirtió en un ser que no se convertiría con la luna llena o la lluvia, sino por voluntad propia, pero había un defecto, el Upyr no nacería ese mismo día sino después de 10 años así que debían esconderlo hasta entonces, unos rápidos jinetes partieron a toda velocidad a Moscú y entre ellos iba el futuro Upyr, Vladimir Serguéievich Maiakovski
- ¿Ese campesino eras vos?...
- Así es, y el brujo antes de que partiera me menciono algo mas, cuando hayan pasado 3 siglos y pierdas a tu ultimo gran amigo le contaras la historia de nuestra desdicha a alguien que se convertirá en el próximo Upyr, y así morir finalmente en paz con nuestro pueblo.
- No, no puede ser
- Si puede ser, disfruta próximos 10 años luego de eso ya nada será lo mismo, perdóname a mi tampoco se me permitió elegir, lo siento
Esa es la historia de mi primer aventura la cual no fue protagonizada por mi sino mas bien la he vivido como un espectador.
Llamara la atención que no mencione mi propio nombre en toda la narración es que solo soy Upyr ahora, deje mi verdadero nombre atrás junto con mi familia, mis amigos y mi humanidad...
¿FIN?





Texto agregado el 10-06-2004, y leído por 276 visitantes. (2 votos)


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