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Veía, pero no miraba.
Sentía, pero no escuchaba.
Callaba, pero no estaba en silencio.
Así se encontraba hacía tiempo, entreverada.
Quería escalar ese pozo en el cuál se encontraba.
Pero cada vez que lo intentaba, se hundía más.
O en realidad se elevaba. No sabría decir.
No podía diferenciar.
Lo único que le funcionaba bien era el tacto.
Debió usarlo para saber dónde se encontraba.
En los extremos existían paredes. Viscosas, húmedas, frías.
Sus manos eran lo único que la guiaban, era en lo único que podía confiar.
Pero no conseguía pasar esas paredes.
Se preguntaba que sucedería si lo lograra.
Que encontraría del otro lado.
Y en esos pensamientos se quedaba hasta que alguna picadura le hinchaba el cerebro a punto de reventar.
Alergia, se decía, eso es lo que me pasa, en este pozo, los bichos pululan, tendré que acostumbrarme a lidiar con ellos.
Y se concentraba en su respiración, trataba de hacerla más apacible, poniendo sus manos sobre su pecho, intentaba creer que la controlaba, que sus latidos retomaban el ritmo olvidado. Por momentos creía lograrlo, y podía descansar por lo menos lo que tarda en salir el sol en el amanecer.
Claro que eso, no alcanzaba, mucho era el esfuerzo que realizaba a diario, por salir de ese pozo, su cuerpo estaba fatigado, y poco a poco comenzaba a transformarse en un ser que fue adaptándose a esas condiciones en las que se hallaba, pálido,mal oliente, con delirios permanentes.
De tanto sujetarse, a sus manos, les crecieron protuberancias, eran como unos cayos bifurcados, con uñas iguales a las de los perros. Cuando tocaba algo que no conocía, al principio, sentía gran curiosidad, claro que mezclado con miedo. Pero dentro de ese delirio en el cual se encontraba, en algún lugar remoto, estaba el instinto de supervivencia, imaginaba que ese objeto, quizá era lo que le faltaba para poder salir.Así que lo arrojaba contra las paredes con la fuerza que le quedaba, para ver si les pasaba algo, pero el objeto solo rebotaba. Este tampoco sirve, se decía. Y seguía, escavando, escalando, y controlando su respiración.


Texto agregado el 21-10-2009, y leído por 122 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
27-10-2009 buentexto pajaro_azul
27-10-2009 una idea hermética bien desarrollada sobre cómo es la vida de uno cuando se hace rutina infernal y lo que hay al otro lado si es que se lograra cruzar. En eso perseveramos, aunque sabemos que no saldremos quizás del pozo, nunca... quilapan
21-10-2009 Un buen texto. firpo
 
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