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CAPITULO V
(El futuro de la humanidad)


Si queremos describir, con un solo vocablo, y en términos generales, la disposición de animo de la gente, en el día de hoy, sin duda el que mas ajustadamente lo haría es el vocablo “temor”. ¿Por qué el temor es la carga mas difundida, mas pesada y mas agobiante que soporta la humanidad en estos días de “iluminado” progreso tecnológico y descansado automatismo? Porque la gente percibe que el tiempo se acorta rápidamente, y que la era de las oportunidades puede llegar a su fin en cualquier momento. La manecilla del segundero en el reloj que apunta al día del juicio universal, pareciera girar velozmente en su ultima vuelta hacia la campanada de las doce en punto.

Absolutamente ningún habitante de este mundo puede ser censurado por manifestar actitudes pesimistas. Las noticias nos agobian diariamente con anuncios de una rápida expansión de nuevos depósitos abarrotados de modernas armas capaces de transformar al mundo en tierra inhabitable en un solo golpe final. Bombas de neutrones, armas espaciales de rayos láser, armas bioquímicas, armas radioactivas, aviones no detectables por el radar, y que combaten en la oscuridad con la luz infrarroja, y la grave crisis económica mundial llenan los espacios radiales y televisivos al tiempo que el espectador común se muerde las uñas hasta lastimarse y demarrarse en la desesperación de su impotencia. Un famoso científico afirmo que es concebible que la explosión de un solo artefacto podría destruir la tierra completamente.

Esta claro que debemos plantearnos la pregunta: ¿Es posible imaginar que alguien sea lo suficientemente entupido para empezar una confrontación atómica sin restricciones? Para responder a ese interrogante debemos echar una mirada retrospectiva hacia la historia. Poco antes de morir se le pregunto a Albert Speers lo siguiente: -Si Hitler hubiera poseído un arsenal atómico hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, ¿lo hubiera utilizado?

Speer, el ministro de abastecimiento de Hitler, no necesito mas que breve instantes para responder. Si –contesto-, Hitler habría hecho detonar la bomba.

Esto, unido al hecho histórico de que Truman dio su aprobación para el aniquilamiento de Hiroshima y Nagasaki, nos lleva irremediablemente a la conclusión de que la guerra atómica es “concebible” bajo las presiones y las urgencias de una guerra total.

Debemos añadir a lo anterior que muchísimas naciones del Medio Oriente –gobernadas por dictadores, monarcas o políticos inestables- ya tienen, o pronto tendrán, capacidad atómica. Poco nos consuela el hecho de que el estallido de una bomba atómica “en USA”, sin duda alguna, comprometería rápidamente a las superpotencias, y nos veríamos envueltos en la tercera Guerra Mundial. La destrucción israelí de la planta atómica de Irak y el subsiguiente bombardeo de Beirut, en el Líbano, en el pasado reciente y la actual crisis con el país palestino árabe nos hablan a las claras de lo extremadamente peligrosa y explosiva que es la situación en el Medio Oriente.

No debemos olvidar que la probabilidad de un aniquilamiento nuclear, bacteriológico o químico no es la única amenaza de juicio universal que pende sobre nuestras cabezas. Los sociólogos nos dicen que el mundo se ve en apuro para alimentar a los 6000 millones de personas que habitan ahora la superficie terrestre. ¿Y en cuanto al futuro? Imagíneselo usted mismo.

Bueno, no nos preocupemos por ello. Otro científicos nos dicen que se agota el combustible y se insinúa una nueva era glacial; pero, de ser cierto lo que piensan otros científicos, el incremento de anhídrido carbónico en la atmósfera puede llegar a provocar un efecto de “invernáculo” y hacer que terminemos cocinados como un guisado de cangrejos.

¿Y eso es todo? ¿Y que decir de los ecólogos que predicen que en pocos años mas no habremos de terminar “con bombos y platillos sino con plañideros gimoteos” cuando sucumbamos por la acumulada suma de la contaminación ambiental y de los residuos atómicos? Se deleitan estos científicos en describir apesadumbradamente la existencia de inmensas acumulaciones de desechos y basura que flotan a miles de kilómetros por encima del mar y la denominada “lluvia ácida” que afecta la vegetación en las selvas y aleja a medio continente de sus fuentes.

¿Cuál es el futuro del planeta tierra? ¿Qué habrá de ocurrir? ¿Seremos destruidos en esa nube en forma de hongo, de la guerra atómica? ¿No seria hermoso saber que habrá de ocurrir?


LO QUE OCURRIRÁ ES ESTO:

Por cierto que hay un amplísimo espectro de desagradables alternativas abiertas a cuantos quieran meditar sobre la eventual muerte (extinción) de la humanidad.

Pero por mas que lo intenten, los científicos no podrán exhibir una razonable evaluación de lo que espera a la humanidad en tanto no recurran a la fundamental disciplina científica, es decir la Biblia.

¿La Biblia? ¿En esta era de ilustración y esclarecimiento científico? Pongamos las cosas en su correcta perspectiva. Podemos definir a la ciencia en una brevísima frase: “una búsqueda de la verdad”. A la par que esta definición supone la verdadera ciencia –no alguna pervertida y distorsionada farsa disfrazada de ciencia en el día de hoy- hay un solo lugar para encontrar la verdadera orientación necesaria para el mundo y sus habitantes, y ese lugar existe ¡entre las dos tapas de la Palabra de Dios!

En primer lugar, la Biblia nos dice que Dios hizo la tierra. Nos lo dice en Jeremías 51:15: “El es el que hizo la tierra con su poder, el que afirmo el mundo con su sabiduría, y extendió los cielos con su inteligencia.”

Anteriormente, en el primer capitulo del Génesis, nos dice que “en el principio creo Dios los cielos y la tierra.”

Dios es el constructor, el promotor y, en ultima instancia, el dueño de este planeta. Ya lo dijo David en el primer versículo del Salmo veinticuatro: “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en el habitan.”

De modo que sabemos que la tierra pertenece al Señor y que el no hizo la tierra solamente para permitirle a Satanás que la destruya. Ya sabemos que Satanás es el autor de pestilencias, de “eras glaciales” y aun del sugerido aumento de los rayos solares al grado de carbonizar al mundo.

San Juan 10:10 señala los contradictorios motivos de Satanás y de Jesucristo: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir …” Nuestro Señor y Salvador, por el contrario, nos promete que “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.

De modo, pues, que todos los problemas que vemos en este mundo son causados por Satanás, en tanto que ninguno de ellos es provocado por Dios. Y Dios todavía planifica para este planeta. Esos planes los ha bosquejado claramente en su Palabra.


EL ARREBATAMIENTO

Estoy seguro que estamos delante de un acontecimiento impresionante, donde el pueblo de Dios debe alejarse totalmente del pecado, y todo lo que huela a pecado, y debe taparse la nariz delante de la desobediencia que hiede por doquier, y debe buscar la aroma agradable de salvación que proviene de Jesús, y al que se este hundiendo en el pecado que no tema y mire a la roca inconmovible y se agarre bien fuerte de ella y haga el esfuerzo de salir de ese fango sucio y asqueroso del pecado y se afirme cada vez mas en esa roca que es Cristo Jesús, Señor nuestro.

Cuando se habla del arrebatamiento de la iglesia, así como de las señales del fin y de la gran tribulación, hay que obligatoriamente referirse a Mateo 24, porque el Señor Jesús hizo un gran resumen de todo esto, en este capitulo profético del libro de Mateo, que lo encontramos en el nuevo testamento.

Vamos a indicar y a dividir los periodos que en Mateo 24 se encuentran:

1ro. Los versos 1 y 2: Predicción de Jesús.

“Jesús salio del templo y, mientras caminaba, se le acercaron sus discípulos y le mostraron los edificios del templo.
Pero el les dijo:
-¿Ven todo esto? Les aseguro que no quedara piedra sobre piedra, pues todo será derribado”.

-Cuando salieron del templo, los seguidores de Jesús se maravillaron de su grandeza (comp. Lc.21:5,6) Jesús predijo lo que podía ser inconcebible en aquel tiempo: el templo seria pronto destruido.

2do. Verso 3: Las preguntas de los discípulos.

“Mas tarde estaba Jesús sentado en el monte de los olivos, cuando llegaron los discípulos y le preguntaron en privado:
-¿Cuándo sucederá eso, y cual será la señal de tu venida y del fin del mundo?”.

-Durante su conversación surgieron dos preguntas referentes a la venida de Jesús y el fin de los tiempos.

Pregunta 1. Cuando descansaban en la ladera del monte, los discípulos preguntaron de forma natural cuando ocurriría tal catástrofe. “Dinos, ¿Cuándo serán estas cosas? (v.3).

Pregunta 2. “¿Qué señal habrá de tu venida, del fin del siglo?” (v.3).

Jesús quiere dejar claro que la destrucción del templo y el fin de los tiempos son dos acontecimientos separados. Debido a que los discípulos apenas podían imaginar que una cosa pudiera ocurrir sin la otra, consideraban que ambas eran una y la misma cosa.

En el año 70 d. de J.C., durante el sitio y caída de Jerusalén, el general romano Tito trato de salvar el templo. El dio ordenes de “azotar a cualquiera que desobedeciera, pero los soldados, impulsados por su odio a los judíos y la esperanza de encontrar riquezas en el templo, no pudieron ser refrenados.”

3ro. Del 4 al 14: Señales antes del arrebatamiento.

“-Tengan cuidado de que nadie los engañe –les advirtió Jesús-, Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañaran a muchos. Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantara nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos por todas partes. Todo esto será apenas el comienzo de los dolores.
Entonces los entregaran a ustedes para que los persigan y los maten, y los odiaran todas las naciones por causa de mi nombre. En aquel tiempo muchos se apartaran de la fe; unos a otros se traicionaran y se odiaran; y surgirá un gran numero de falsos profetas que engañaran a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriara, pero el se mantenga firme hasta el fin será salvo. Y este evangelio del reino se predicara en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.”

-Se refiere al tiempo de la iglesia de tribulación (no gran tribulación), donde el Señor le da señales del fin, y lo describe hasta el justo momento del arrebatamiento, pero hay que tomar en cuenta que estas señales se han dado al transcurrir del tiempo, (de los dos días, o los dos mil años), y se han dado una y otra vez, para que el pueblo de Dios se mantuviera firme en todo tiempo y en toda época, mientras nuestro Señor regresaba en un breve de tiempo, que eran dos días o dos mil años, no importa el termino, porque para el Señor es lo mismo.

¿Como confirmamos que son señales antes del fin?, buscando los versos 13 y 14 que dicen:

“Pero el que siga firme hasta el fin, será salvo. Y esta buena noticia del reino será anunciada en todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan; entonces vendrá el fin.”

Los creyente en nuestro Señor Jesús tenemos una misión especifica: ir por todo el mundo y anunciar a todos el mensaje de salvación (Marcos 16:15), pero esta misión tiene que realizarse antes del arrebatamiento de la iglesia y antes del fin, por lo que confirmamos que estos versos del 4 al 14 son señales dada hasta el justo momento antes del arrebatamiento de la iglesia.

4to. Verso 15: Una señal para los que se queden.

“Así que cuando vean en el lugar santo “el horrible sacrilegio”, de la que hablo el profeta Daniel (el que lee, que lo entienda)”

-Aquí el Señor describe un acontecimiento que se dará durante los próximos tres años y medio después del arrebatamiento, y será una señal para los que se quedaron y para el pueblo de Israel que aun no ha aceptado al enviado de Dios, nuestro Señor Jesucristo.

5to. Del 16 al 20: El perseguimiento de los cristianos.

“Los que estén en Judea huyan a las montañas. El que este en la azotea no baje a llevarse nada de su casa. Y el que este en el campo no regrese para buscar su capa. ¡Que terrible será en aquellos días para las que estén embarazadas o amamantando! Oren para que su huida no suceda en invierno ni en sábado”.

-Aquí vemos una clara desesperación de los pobladores de la tierra que vivirán en ese tiempo del inicio de la gran tribulación, y el perseguimiento de los cristianos que se quedaron en el arrebatamiento, para querer ponerle el sello de la bestia, (y que muy pronto será utilizado aquí en la tierra), y si analizamos bien los versos 19 y 20 nos daremos cuenta:

“¡Que terrible será en aquellos días para las que estén embarazadas o amamantando¡ Oren para que su huida no suceda en invierno ni en sábado.”

De una forma mas clara el Señor Jesús nos dice en estos dos versos que las personas que estén doctrinando y predicando su palabra en ese tiempo, serán fuertemente perseguidas; y luego en el verso 20, manda a orar para que no sea tarde su huida de la bestia que querrá sellarlos a como de lugar, y el Señor utiliza los términos para dar entender esto: invierno y sábado, ya que el invierno es de las estaciones la ultima y el sábado el ultimo día de la semana.

6to. Verso 21: La gran tribulación de lleno.

“Porque habrá una gran tribulación, como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás”.

-Vemos aquí la gran tribulación, breve periodo de terrible juicios, y que precederá inmediatamente a la gloriosa venida del Señor (el arrebatamiento de la iglesia) y coincidirá con el reinado del Anticristo. La expresión “gran tribulación” proviene de Ap. 7:14, pero las profecías hablan frecuentemente de la época de inusitada angustia por la que pasara el mundo al final de los tiempos (Dn. 12:1, Is. 26:20), el día terrible de Jehová (Is. 2:12, 17-19; 13:6, 9-13; Ez. 30:2-3; Jl. 1:15; 2:1-2, 11; Am. 5:18, 20; Sof. 1:14-18). Jesús, hablando no solo de los sufrimiento de Jerusalén en el año 70, sino especialmente en el tiempo que procederá a Su retorno, dijo “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá” (Mt. 24:21)

Daniel y el Señor Jesús relacionan el Anticristo y la abominación desoladora con la gran tribulación (Dn. 7:25; 9:27; 12:1, 7; Mt. 24:15, 21). El Apocalipsis precisa que el reinado de este personaje estará caracterizado por terribles persecuciones (13:7, 15-17) y por castigos de una terrible gravedad. La Gran Tribulación será, por una parte, “tiempo de angustia para Jacob” (Jer. 30:7); por otra, tribulación para la cristiandad apostata (Ap. 2:22) y sobre toda la tierra (Ap. 16, etc.). La gran tribulación provendrá de la ira de Dios contra una humanidad rebelde y apostata (Ef. 5:6; Ap. 6:15-17; 8:6-13; 9; 15; 16, etc.), y de la gran ira del diablo, arrojado del cielo, perseguidor de los testigos de Dios (Ap. 12:12-17) y enemigo y destructor de la humanidad. En su carácter de dragón, Satanás se hará adorar de los hombres (13:4) y, junto con la Bestia y el falso profeta, ejercerá dominio sobre toda la humanidad (13:7), dando muerte a los fieles testigos de Dios (13:7; cfr. 7:14). Ocho veces, y usando cuatro expresiones diferentes, Daniel (7:25; 9:27; 12:7) y Juan (Ap. 11:2. 3; 12:6, 14; 13:5) anuncian que este sobrio periodo durara tres años y medio. Dios no quedara sin testimonio; en medio de esta turbulencia se reservara un numero señalado de israelitas (7:3-8; cfr. Ez. 9:4-6) y salvara a través de ellos a una multitud que sufrirá el martirio por la fe (Ap. 7:9-14); suscitara además a dos testigos poderosos, con cuyo ministerio azotara a los habitantes de Jerusalén, donde el Señor fue crucificado (11:1-12).


7mo. Verso 22: Días acortados:

“Si no se acortaran esos días, nadie sobreviviría, pero por causa de los elegidos se acortaran”.

-Recuerden que en las primeras paginas de este material, habíamos dicho que considerábamos: que cuando el Señor le revelo a Pedro que un día es como mil años y mil años como un día su esencia era literario, independientemente de que Dios es soberano y no tiene principio ni fin. Explicamos esto ahora:

En Mateo 24:22 nos dice:

“Y si aquellos días no fuesen acortado, nadie seria salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.”

Aquí leemos que por causa de los escogidos aquellos días serán acortado, pero no es que los días de 24 horas serán rebajado a 12 horas, ni a 18 horas, ni nada por el estilo, sino que es una expresión donde se refiere que la condena será reducida, Ejemplo:

A un preso de cualquier cárcel del mundo que lo condenaron a 20 años de prisión, le acortan los días si su abogado logra reducir la condena a un año y ocho meses, que viene siendo 20 meses, o sea que el abogado del preso logro que la condena de 20 años, la convirtieran en una condena de 20 meses que son un año y ocho meses, y así fueron acortado los dias de prisión del preso. En Mateo 24:22 eso mismo fue lo que hizo el abogado de los escogido, que la condena que ellos tenían que pagar en la gran tribulación se la redujo de años a meses y lo vamos a confirmar en la revelación que Dios nos da en Apocalipsis 17:12:

“Los diez cuernos que has visto son diez reyes que todavía no han comenzado a reinar, pero que por una hora recibirán autoridad como reyes, junto con la bestia.”

Tanto en Mateo 24:22, como en Ap. 17:12, se refieren indudablemente a la misma época de la gran tribulación, con diferencia que en Mt. 24:22 Jesús nos revela que los escogidos tienen que pasar por la gran tribulación, mientras en Ap. 17:12 se refiere que junto a la bestia habrán diez reyes que por una hora recibirán autoridad.

Dijimos que el abogado de los escogidos le redujo la condena de años a meses y que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día; si aplicamos esto literalmente como digo que es, entonces diríamos que un día tiene 24 horas, pero un día del Señor son mil años, por lo tanto esa hora que dice en Ap. 17:12 donde los reyes recibirán autoridad, se refiere al tiempo exacto de la gran tribulación, ¿y como?, dividamos los mil años del Señor que significan un dia de 24 hora para encontrar la hora que la bestia tendrá autoridad en la tierra y eso nos dará: 1000/24=41.667

El resultado es 41.667 años, que es el tiempo que le correspondía a la bestia y los diez reyes tener autoridad en la tierra, pero el abogado de los escogidos logró reducir esos años en meses y en vez 41.667 años son 41.667 meses, que viene siento exactamente el tiempo de la gran tribulación de los tres años y medio, profetizado varias veces en la Biblia.

8vo. Del verso 23 al 28: Advertencia para los creyentes.

“Entonces, si alguien les dice a ustedes: “¡Miren, aquí esta el Cristo!” o “¡Allí esta!”, no lo crean. Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos. Fíjense que se lo he dicho a ustedes de antemano. Por eso, si le dicen: “¡Miren que esta en el desierto!”, no salgan; o: “¡Miren que esta en la casa!”, no lo crean. Porque así como el relámpago que sale del oriente se ve hasta en el occidente, así será la venida del Hijo del hombre. Donde este el cadáver, allí se reunirán los buitres”.

-Aquí el Señor nos da advertencias claras para que no nos dejemos engañar por los falsos profetas que vienen y se van, principalmente en los últimos días. Esta advertencia esta más aplicable para los creyentes que pasen la gran tribulación y en especial para el pueblo de Israel que al final va a reflexionar y tendrá que admitir su error de haber rechazado al Señor Jesucristo.

9no. Del verso 29 al 31: Señales de la segunda venida de Cristo.

“Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días,
“se oscurecerá el sol
Y no brillara más la luna;
Las estrellas caerán del cielo
Y los cuerpos celestes serán
Sacudidos”

La señal del Hijo del hombre aparecerá en el cielo, y se angustiaran todas las razas de la tierra. Verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Y al sonido de la gran trompeta mandara a sus ángeles, y reunirán de los cuatro vientos a los elegidos, de un extremo al otro del cielo”.

-Jesús advirtió a sus discípulos en contra de la creencia de que guerras, terremotos y hambrunas eran signos del fin. Pero les hablo de las señales que anunciarían su venida al final de los tiempos. Jesús retrato su retorno con la ilustración de un cataclismo cósmico. El universo no volverá a ser como ha sido. Su ilustración puede muy bien señalar la derrota de los poderes cósmicos y demoníacos asociados frecuentemente en el paganismo con el sol, la luna y las estrellas.


Volviendo un poquito atrás, es bueno decir, que nuestro Señor mismo dijo en Mateo 24:34-35:

“De cierto os digo, que no pasara esta generación hasta que todo esto acontezca.
El cielo y la tierra pasaran, pero mis palabras no pasaran”.

Daremos un ejemplo de lo que entendemos que quiere decir Mateo 24:3-14:

Como sabemos son señales antes del fin, y de la venida del Señor Jesús, señalando claramente el arrebatamiento de la iglesia, son señales para que el pueblo de Dios siempre estuviera preparado, buscando siempre lo que le hacia falta para la salvación, y rechazando de manera categórica todo lo que no le convenía para dicha salvación. Ejemplo:

Usted se gana un viaje para la ciudad de La Habana (Cuba), con todos los gastos pagados, pero el viaje no es el mismo día en que usted se lo gano, supongamos que le dan un plazo de dos días y al tercer día usted tiene que abordar el avión e irse a la ciudad ya mencionada. Pero en esos dos días, usted tiene que poner al día su pasaporte, que quizás esta vencido, tiene que comprar todo lo necesario para su estancia en la afamada ciudad, y luego cuando tenga todo listo entonces empaca y prepara su equipaje, y luego con su equipaje en la manos y todos sus documentos en orden, se monta en el avión y despega, esos dos días pueden ilustrar la preparación de Mateo 24, donde el pueblo de Dios, tenia que estar siempre preparado con su equipaje en la manos, pero en el tercer día representa el arrebatamiento de la iglesia de Óseas 6:1-2, 1ra de Tesalonicenses 4:16-17, en el momento justo que usted tiene el equipaje en las manos, para abordar el avión, abrocharse el cinturón y luego despegar con destino a la ciudad prometida. Me imagino que cuando usted este preparando su equipaje no echara las cosas que no le serán útil allá, así mismo debe ser el creyente en Cristo Jesús, que todo lo que no le haga falta para su salvación debe despojarse de ella, porque luego le puede ser estorbo en su preciosa salvación.

10mo. Del verso 32 al 35: La lección de la higuera.

“Aprendan de la higuera esta lección: Tan pronto como se ponen tiernas sus ramas y brotan sus hojas, ustedes saben que el verano esta cerca. Igualmente, cuando vean todas estas cosas, sepan que el tiempo esta cerca, a las puertas. Les aseguro que no pasara esta generación hasta que todas estas cosas sucedan. El cielo y la tierra pasaran, pero mis palabras jamás pasaran”.

-Jesús utilizo la higuera como ilustración de un signo que apunta a un acontecimiento próximo. El recordó a sus discípulos que la aparición de hojas en una higuera significa “que el verano esta cerca” (v.32). De forma similar, les dijo que la presencia de “estas cosas” significaría que su venida estaría cerca, “a las puertas” (v.33).

La higuera es usada por el Señor como emblema de Israel, y la maldición de la higuera estéril (Mr. 11:12-14) constituye una parábola: el pueblo no había respondido al llamamiento del Señor, que por ello anuncia su juicio. Este árbol tenia las hojas que vienen con los primeros frutos; aunque, como señala Marcos, “no era tiempo de higo” (del verano, la verdadera cosecha), hubiera debido tener al menos los higos verdes de la primavera. La presencia de las hojas sin el fruto es indicación de la profesión religiosa de Israel sin fruto, y constituye una solemne advertencia acerca del peligro del nominalismo religioso en general. Según la profecía, la higuera de Israel deberá reverdecer al final de los tiempos. Es en este sentido que muchos intérpretes entienden a Mateo 24:32-33

11ma. Del verso 36 al 44: Vigilad y estad preparados.

“Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre. La venida del Hijo del hombre será como en tiempos de Noe. Porque en los días antes del diluvio comían, bebían y se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noe entro en el arca; y no supieron nada de lo que sucedería hasta que llego el diluvio y se los llevo a todos. Así será en la venida del Hijo del hombre. Estarán dos hombres en el campo: uno será llevado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo una será llevada y la otra será dejada.
Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben que día vendrá su Señor. Pero entiendan esto: Si un dueño de casa supiera a que hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto para no dejarlo forzar la entrada. Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.

-Jesús dijo a sus discípulos que el día y la hora exactos de su segunda venida eran conocidos solo por Dios el Padre. Ni siquiera el, el Hijo de Dios, compartía el conocimiento del tiempo del fin. Ciertamente nadie, absolutamente nadie, sabe el día y ni la hora de la segunda venida del Señor, solo Dios el Padre. Pero si, el Señor nos dio señales claras para estar alerta y preparado y saber mas o menos cuando puede estar cerca el arrebatamiento de la iglesia, esperado por muchos cristianos y olvidada por la gran mayoría de la humanidad.

12ma. Del verso 45 al 51: Última advertencia.

“¿Quién es el siervo fiel y prudente a quien su señor ha dejado encargado de los sirvientes para darles la comida a su debido tiempo? Dichoso el siervo cuando su señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber. Les aseguro que lo pondrá a cargo de todos sus bienes. Pero ¿Qué tal si ese siervo malo se pone a pensar: “Mi señor se esta demorando”, y luego comienza a golpear a sus compañeros, y a comer y beber con los borrachos? El día en que el siervo menos lo espere y a la hora menos pensada el señor volverá. Lo castigara severamente y le impondrá la condena que reciben los hipócritas. Y habrá llanto y rechinar de dientes”.

-Jesús ilustro este punto sobre la preparación, con una parábola detallada, que tiene tres vertientes. Esta parábola contrasta a un siervo fiel con un siervo malo.

Aquí el Señor nos da una última y gran advertencia, poniendo un ejemplo valedero para la preservación de nuestra salvación.

Pueblo de Dios, prepara tus oídos y no te deje engañar del príncipe de la mentira, el príncipe de maldad, y de la horrible oscuridad, que es la serpiente antigua, el gobernador de este mundo pecaminoso, y su nombre es Satanás o el diablo, y el solo ofrece vanidades y muchas mentiras que

tienen apariencias de verdad, pero en el fondo solo son falsos placeres, que solo tienen un objetivo, alejarte de la presencia de Dios.

Prepara tu alma, ser, espíritu y cuerpo, y santifícalo por completo, afinando así mismo tus oídos, porque el sonar de la trompeta esta casi al oírse, y cuando eso suceda viviremos siempre con el Señor. Amen.


Texto agregado el 14-09-2009, y leído por 205 visitantes. (0 votos)


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