Desde aquella terraza veía una mancha roja circundante en aquel lago rojizo donde se reflejaba la imagen fortuita de la luna
Debo descender al lugar, verificar que ha sucedido, la oscura puñalada que siento venir es como la fuga precoz de un pensamiento aislado en el mar de mierda fluye en la perversa contextura que realza mi cerebro..... Habré sido yo esta vez?
tal vez no me reconozca a mi mismo luego de aquella intervención con el otorrinolaringólogo, mi rostro no es el mismo, se desfasa de la realidad alejada de lo que quise llegar a ser, mas sin embargo ahora dudo de mis actos y no estoy seguro de hacer lo que hago ni de haber realizado lo que concluyo como mío
Tantas veces he visto los andares de mi locura que al final me causo aquel accidente, y mi ego tan alto como el Everest se vino abajo en toneladas de abrazos que yo sabía eran solo antirreflejo de la hipocresía humana
Aquellas palmadas que me consolaban tan seguidas y rítmicas como los tambores de una odiosa tonada de reggaetón destrozándome los oídos, es allí cuando recuerdo donde estoy, el por qué veía aquel reflejo de la luna en la terraza, estoy en el hospital... el tono rojizo que reflejaba el agua no era más que mi propia sangre
Aquella sangre brotaba de mi pecho y rebotaba en el puñal que con la fuerza de un animal encajaba dentro de la caja que dios me dio como contenedor de alma, así es como termino con la agonía de una existencia imperfecta y afirmando la idea de que este dolor tan profundo solo podía cortarse de raíz entregándome a la demencia.