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Anatomia de una Psicosis.

Cuarto Caso: Denia y el Lago.

1. Retornando al pasado.

Toronto, Canada, las 07:00 A.M.

Denia todavia estaba en la cama, su dolor de cabeza era agudo, cada vez que abría los ojos, los tenía que cerrar de nuevo.
La noche anterior, estuvo en una de esas fiestas de negocios, donde firmó un buen contrato, al tiempo que el champagne iba bañando su mente.
El sol comenzaba a salir, su luz anaranjada iniciaba perezosamente su juego con el azul del cielo, mientras las luces artificiales iban apagándose progresivamente.
El nuevo día nacía.
Denia no tenía ninguna prisa, podía estar en la cama unas horas más.
Había conseguido que su jefe la diera unos días libres.
Denia cogió casi a ciegas sus pastillas y un vaso de agua.
Aquellas pastillas las tomaba cada día; hacían que Denia se sintiera mejor y despejara los fantasmas que alimentaban los miedos de su atroz pasado.
Denia pasó cerca de un año en tratamiento psiquiátrico a causa de los problemas de su niñez, de las cosas que pasaron durante esa etapa de su vida.
Cuando era tan sólo una niña, Denia iba con sus padres a un lugar precioso, un paraiso en medio de la naturaleza canadiense.
Al final de un hermoso bosque, se abría un espacio, donde había un lago y una casa grande de madera.
Denia amaba aquél lugar, la gustaba pescar con su padre en el lago y ayudar a su madre en las tareas de aquella casa de ensueño.
Durante años, la familia fué y disfrutó sus vacaciones allí.
Un verano que no pudieron ir, porque su padre no pudo coger sus vacaciones de verano, pasaron cosas muy desagradables en aquél lago.
El caso es que los días de verano que ellos no disfrutaron, lo hicieron unos amigos de sus padres.
Denia comenzó a pensar en ello, sabía que no debía, los médicos la dijeron que no recordara aquello nunca más, pero era dificil olvidarlo, dificil no volver al pasado de nuevo.
Trató de no pensar, se dió la vuelta y se tranquilizó, pero se fué quedando dormida poco a poco, el dolor de cabeza no ayudaba a relajarse, pero tenía tanto sueño, que no pudo más.
Entró en el trance y comenzó a recordar, a pasearse por su niñez, timidamente fué entrando en los registros, a los que no había accedido desde hacía tiempo, ahí estaban todavía, no se habían borrado, ni habían desaparecido, seguían ahí y Denia entró en ellos, volviéndo a vivir de nuevo, lo que creía que casi había olvidado ....
** Al principio todo estaba bien, los días pasaban y aquella familia difrutaba su tiempo en aquél maravilloso lugar de ocio y libertad.
Pero según fué pasando el tiempo, la casa grande parecía hacerse más pequeña y angustiosa.
El lago se tornaba oscuro y el cielo traía tormentas que nunca se habían originado cuando Denia y sus padres estuvieron allí.
Las tormentas cada vez eran más fuertes, la luz iba y venía, el lago ya no era aquél lugar maravilloso dónde pasar las vacaciones de verano.
La familia trató de recoger las cosas que pudieron y salir de aquella horrible pesadilla.
Pero no pudieron irse de allí. El coche no arrancaba. El coche en verdad, nunca más arrancaría su motor.
Cada vez se iba agravando más el ambiente, el viento huracanado se oía ir y venir, como si fuera un monstruo ululando en las alturas.
El lago no parecía el mismo, tenía algo .... anormal. Su aspecto era como un reflejo de oscuridad, cómo si algo malo se ocultara bajo sus aguas, sin dejarse ver, pero si notar.
Trataron de ponerse en contacto con alguien, pero el teléfono también empezó a dejar de funcionar.
Incluso el móvil perdía señal, cuando la cobertura en aquél lugar siempre había sido muy buena.
Aquella noche, la última noche en que se supo de la familia del lago, fué el mayor desastre desde que aquella tormenta comenzara a manisfestarse.
El polvo se levantaba formando remolinos, los árboles del bosque parecieran querer troncharse al empuje de aquél viento huracanado, el más fuerte que se registró nunca en aquella parte de la región.
El lago parecía no poder contener su agua, un agua que se encrestaba y que daba la sensación de querer salir de éste, queriendo ahogar la casa de madera con todo lo que hubiera dentro de la misma.
De todo aquello, sólo quedó una lago tranquilo, una casa grande un tanto mojada y un dia soleado al día siguiente.
El coche seguía en el garaje, las pertenecias de la familia, algunas en la entrada, otras en sus respectivos sitios.
Pero de ellos, nada, cómo si se los hubiera tragado la tormenta.
Se buscó en cada rincón de la vivienda. En cada hueco del bosque. Se dragó el lago, por si estuvieran en el fondo del mismo.
Nunca más se volvió a ver, ni a saber de aquella familia. La policia montada del Canada, hizo persquisas entre los habitantes del lugar, nadie supo dar una explicación clara y concisa, nadie excepto un hombre de avanzada edad.
Él si sabía lo que había pasado, pero su historia era sencillamente insostenible ante la policia.
Según aquél hombre, el lago se llevó a los habitantes de la casa fuera de la misma. Entonces la tormenta, en su ojo de huracán los arropó y se los tragó para siempre.
Indudablemente aquella historia no podía ser creida, sin embargo cincuenta años antes, cuando aquél hombre de avanzada edad, tan solo era un chaval, ocurrió lo mismo.
Tan sólo dijo: "Miren la casa, su madera está mojada. La tormenta fué seca. ¿ Cómo se mojaron las maderas de la vivienda ?, digánme. Investiguen en los archivos del ayuntamiento y de la policia local, alli encontrarán lo que ocurrió entonces y lo que ha ocurrido ahora también".
El caso se cerró, como se cierra un expediente X: sin una explicación lógica aparente, tan sólo con lo que se encontró en los archivos y con lo que contó aquel hombre.
Denia tenía tanto pánico, no por aquellos pobres amigos, sino porque en su lugar, ella hubiera desaparecido junto con sus padres, sin volver más" ...
Entró en un shock tan alucinante, que tuvo que ser ingresada en un hospital mental durante un largo año.
Sus padres se desesperaban por su hija. Aquello dejaría profundas secuelas en Denia para siempre.
Después de lo que sucedió, nuncá más volvieron ni ella ni sus padres allí.
La casa y el lago se cerraron ..." **
Hasta aquí, lo que Denia sabía que podía hacer ocurrido .... pero seguro que había más en aquel lago, en aquella casa de madera, en aquél sendero que cruzaba el bosque.

***
Lo que nadie sabía, es que el hombre de avanzada edad, recorria el camino hasta la alambrada y decía al lago: "Tú sabes como llevarte a la gente, tú traes la tormenta para que se los lleve.
Yó lo sé, Yó te he visto atraer las nubes y el viento hasta aquí, interferir en la vida de los hombres, en sus comunicaciones en este lugar. Cada cincuenta años haces lo mismo, maldito seas".
Y escupiendo al suelo, volvía sobre sus pasos por el camino del bosque, el único sendero que llegaba hasta la casa y el lago.

***

2. El viaje a Soul Lake.

Despertó de su sueño mojada, empapada en un sudor profundo.
Fué directamente a la ducha y se sumergió bajo el agua caliente, durante un buen rato estuvo bajo aquél chorro de vapor, la venía bien estar despejada y tranquilizarse sobre todo.
Denia, debía de volver al lugar, dónde un día comenzó algo, que convirtió su vida en una constante y sombria mirada.
Tenía que hacer aquél viaje de nuevo.
Era la única manera de enfrentarse a su miedo, de curarse para siempre ó morir en el intento de ello.
Denia, tenía ganas de volver a recordar todo lo bonito y hermoso de aquellos días buenos del verano, de aquella parte de su niñez, que como un caramelo saboreaba con nostalgia, del intenso cariño de sus padres, de aquellas experiencias maravillosas que siempre la acompañaron.
El viaje duraría al menos cinco horas. Cinco horas al volante hasta llegar a Soul Lake.
Pero antes de ir allí, necesitaba las llaves para abrir la verja que llevaba tantos años cerrada.
Las llaves las tenía el abogado de la familia.
Sus padres pusieron Soul Lake a su nombre cuando la compraron. Por lo tanto, tanto la casa como el lago la pertenecían por completo.
Denia una vez se secó, llamó por teléfono al abogado.
"Hola Martin, soy Denia"
"Hola Denia, ¿ cómo te encuentras ?
"Bien Martin, gracias. Martin tengo que pedirte las llaves de Soul Lake. ¿ Las tienes tú todavia, verdad ?
"¿ Las llaves de Soul Lake ?, pero Denia, ¿ tú sabes lo que estás diciendo ?. ¿ Es que no te acuerdas ya, del año que pasastes en el hospital, por culpa de aquél lugar ?"
"Martin, necesito volver allí, si no quieres darme las llaves lo entenderé, iré de todas formas y romperé la cerradura. Total nadie puede decir nada, si es la propia dueña la que lo hace, ¿ no ?".
"Espera Denia ... bien, pasate por mi despacho, te daré las llaves. Ya eres mayor de edad para saber lo que haces. La propiedad es tuya".
"Si, Martin, la propiedad es mia, por eso quiero volver allí. Gracias por entenderme Martin".
"No es que te entienda, ni tampoco apruebo que vuelvas allí. ¿ Pero que puedo hacer ?, si me lo pides, tengo que darte lo que es tuyo".
"Asi es Martin, nos vemos en una hora en tu despacho".
"Bien Denia, hasta dentro de una hora".
Trás una hora, Denia había hecho el equipaje, había llenado el deposito de gasolina y se encontraba en el despacho de Martin.
Martin abrió la puerta y Denia pasó.
"¿ Quieres tomar algo ?".
"No gracias Martin, tengo que conducir cinco horas, ¿ puedes darme las llaves, por favor ?".
"Claro, aquí están".
Denia recogió las llaves de manos de Martin.
Las llaves de Soul Lake, las llaves del infierno de su niñez, de su pesadilla durante años.
"Gracias, Martin".
"Ten cuidado, ¿ llevas mi teléfono, por si quieres algo ?".
"Si Martin, lo llevo".
Denia sacó su movil del bolso.
"Denia, ten mucho cuidado, en cuanto veas el menor indicio de sospecha, de alguna tormenta que empieze a acercarse, por favor, sal, huye de Soul Lake. Debo de estar loco, dándote esas llaves".
"No te preocupes, sabré cuidarme de mi misma. Has hecho lo que tenías que hacer, cuidarlas para este momento. Gracias Martin. Adiós.".
"Adiós Denia".
Denia salió del despacho, subió a su coche y arrancó rumbo a su destino, un destino que debía de arreglar lo que estaba mal en la mente de Denia ó hacerla desaparecer para siempre ....
Trás una hora de viaje, Denia paró en un bar de la carretera, allí almorzó, fumó algun cigarrillo y prosiguió su camino.
Aún quedaban una horas para llegar a Wood Stone, el pueblo dónde se encontraba Soul Lake.
Trás tres horas de conducción, Denia estaba cansada, paró de nuevo en un bar, tomó un café con unas deliciosas pastas de la región, respostó gasolina y continuó.
Quedaba una hora solamente para llegar al pueblo.
Al cabo de esa hora, el letrero de Wood Stone, aparecía ante el cristal del vehículo.
Ya estaba en el pueblo, pero todavía la quedaba un cuarto de hora hasta alcanzar la verja que cerraba Soul Lake.
Por fin, llegó ante la puerta que cerraba la propiedad.
Se podía ver el cartel con el nombre "Soul Lake. Propiedad Privada".
Denia, bajó del coche y abrió la verja con las llaves que Martin la dió.
La puerta chirrió cuando Denia la abrió de par en par para pasar el vehiculo hasta llegar a la casa de madera.
Allí estaba, cómo estaba el lago, hermoso y brillante bajo los rayos del sol que daban de lleno sobre las aguas del mismo.
Denia abrió la puerta del garaje, la madera necesitaba cuidados desde luego, estaba agrietada por el tiempo.
Una vez dejó el coche en el garaje, se acercó al lago. Parecía tan tranquilo, Denia se relajó ante la visión de éste.
Cogió la maleta del coche y se dirigió a la entrada de la casa.
La puerta se abrió con alguna resistencia.
Lógicamente estaba cómo debía de estar.
Todo lo que la rodeaba estaba un tanto viejo y descuidado.
Denia arreglaría los desperfectos ocasionados por la erosión del tiempo.
Denia se acostó temprano, estaba cansada del viaje.
Al día siguiente bajaría al pueblo y hablaría con el sheriff sobre el lago y lo que pasó hace unos años allí.

3. El expediente X de Wood Stone.

Se levantó al amanecer, tomó sus habituales pastillas, se duchó, vistió y cogiendo el coche puso rumbo al pueblo.
Antes de ir a la oficina del sheriff, pasó por la tienda de maderas.
"Buenos dias" dijo el encargado, al ver a Denia apoyada en el mostrador de su establecimiento.
"Hola, soy la propietaria de Soul Lake. Necesitaría que arreglara algunas cosas de la propiedad, que por el paso del tiempo han quedado erosionadas".
"¿ La propietaria de Soul Lake ?" preguntó con ojos saltones el hombre.
"Si la misma, ¿ puede encargarse del tema ó busco a otra persona ?".
"Bueno, entiéndalo, hace mucho tiempo que no veía a los dueños de Soul Lake. Por favor, digame que debo de arreglar exactamente en su propiedad".
"Bien, para empezar necesito que repare las maderas de la puerta del garaje y de la entrada de la casa."
"Perfecto, lo apunto para ir, ¿ cuando la viene mejor que me pase ?".
"A lo más tardar mañana, no estaré mucho tiempo por aquí, he venido tan sólo unos días."
"De acuerdo, mañana por la mañana iré.".
"Muy bien, hasta mañana entonces".
"Hasta mañana.".
Denia salió de la tienda, paró en un café y desayunó.
Después se acercó a la oficina del sheriff.
Entrando por la puerta, vió a éste y a un hombre de avanzada de edad hablando con el mismo.
Denia esperó a que el hombre acabara de hablar.
Entonces se acercó y dijo:
"Buenos dias. Soy la dueña de Soul Lake".
"¿ La dueña de Soul Lake?. Dios mio, hace tanto que no se oía hablar de ese lugar en el pueblo. Usted es entonces Denia Ralston,verdad?, hija de John y Sue Ralston".
"Si, me lo imagino. Asi es soy Denia Ralston, dueña de Soul Lake.
El hombre de avanzada edad, que estaba escuchando, mientras se servía el café que el sheriff le había ofrecido gererosamente, se dió la vuelta y dijo: "No debió volver señorita, el lago sigue esperando victimas que llevarse ....".
El sheriff miró al hombre y le contestó: "Arnold, deja de molestar a la señorita, bebéte tu café y dejame hablar con ella, ¿ quieres, por favor ?. "
Y dirigiéndose a la joven , la dijo: "Acompañeme a mi despacho, por favor. Estaremos más tranquilos allí."
El sheriff se disculpó ante la actitud del hombre, pero Denia le devolvió la mirada. El hombre de avanzada edad, no apartó su vista de los ojos de Denia, hasta que ésta los bajó.
Sabía que aquél hombre conocía algunos pormenores sobre el asunto que la ocupaba.
"Bien y ahora, cuénteme que la tráe hasta mi oficina",
"Quisiera ver el expediente X del caso dónde desapareció esa familia, que en sus días, ocuparon mi casa durante unas vacaciones de verano, si es posible."
"¿ El expediente X ?, señorita, eso no es posible. Ese expediente lo tiene el FBI.".
" ¿ El FBI ?, pero estamos en Canada, ¿ Cómo es posible que lo tenga el FBI ?-"
"El gobierno canadiense, habló con el norteamericano y bien el FBI, tuvo autorización para hacerse cargo del expediente y del caso en sí."
"¿ Y sabe, si consiguieron descubrir algo ?, quiero decir, ¿ alguna pista de lo que pasó aquella noche en Soul Lake ?.
"No, pero yo me quedé una copia antes de darles el expediente.", "Siendo la dueña de Soul Lake, se lo enseñaré, pero no diga nada, por favor, nadie debe saber que yó poseo esta copia, ¿ entendido ?."
"Si sheriff, comprendo."
Denia estuvo ojeando las fotografías de su propiedad, papeles antiguos que fueron adjuntados al caso y la declaración que el hombre de avanzada edad, hizo.
" ¿ Y esto es todo ?." Preguntó con cierta desilusión.
"Asi es, eso es todo".
"Sigo con las mismas dudas que en mi niñez sheriff, vine a Soul Lake para buscar respuestas, pero veo que no hay respuestas, sigo en el mismo punto que cuando llegué."
"Lo siento, no se más del tema. ¿ Si puedo ayudarla en algo más ?."
"No gracias. No nada más sheriff. Adios y gracias."
"Adiós".
Cuando salió, todavía estaba el hombre de avanzada edad allí.
Denia tuvo ganas de preguntarle, de saber que es lo que aquél hombre conocía del caso.
En su declaración, comentaba cosas, cómo que el lago traía la tormenta y hacía que ésta se llevara a la gente.
La pregunta era, "¿ Por qué el lago necesitaba que la tormenta se llevara a la gente ?."
Eso es lo que Denia no llegaba a entender ...

4. El Lago responde a Denia.

Denia, volvió de nuevo a Soul Lake.
Pasó el resto de la mañana, recorriendo la casa y comprobando los desperfectos que podrían haberse originado durante esos años, en los cuales estuvo cerrada.
Una vez, hubo comprobado todo, sacó una hamaca, una mesa y una refrescante jarra de limonada y se sentó relajándo su mirada frente al lago.
Se sentía agusto allí, en verdad, añoraba aquél lugar, su sitio perdido en un pequeño pueblo y en medio de aquél frondoso y dulce bosque.
Comenzó a recordar viejos tiempos, tiempos dónde Denia era una de las niñas más felices del mundo junto a sus padres, sin problemas, sin preocupaciones de ningún tipo.
De pronto, algo cortó sus recuerdos, el hombre de avanzada edad, se acercaba por el sendero directamente hacia el porche de la casa.
Denia se puso en pie, el hombre se acercó a ésta y la comenzó a decir:
"Señorita, debe de salir de aquí de inmediato, salga de Soul Lake cuando antes, no debe permanecer más tiempo en este lugar".
"Hola, ¿ por que debo de salir con tanta prisa ?, no he visto que el lago de señales de acercar ninguna tormenta hasta aquí ".
"No lo ha hecho todavia, pero no tardará en empezar".
"Pero, el lago lo hace cada cincuenta años, todavía no ha pasado ese tiempo, ¿por qué ahora ?.
"Porque usted está aquí, usted, la verdadera dueña de Soul Lake, ¿ no se da cuenta todavía ?.
"No le entiendo, Yó soy la propietaria, si es verdad, pero ¿ qué tiene eso que ver con el lago y la tormenta ... ?, perdone mi torpeza, pero sigo sin comprender nada".
"Bien, se lo explicaré. La noche que desapareció esa familia del lago, él mismo pensó que se llevaba a sus dueños, ellos no eran sus dueños, ahora usted esta aquí de nuevo, su verdadera propietaria ha vuelto. Cuando la dije en la oficina del sheriff que no debía de haber venido aquí, él me hizo callar, maldito, si me hubiera dejado continuar, posiblemente usted hubiera cerrado esto y se hubiera ido por dónde vino. Creáme, no debe seguir aquí".
"¿ Quiere decir, que es a mí a quién el lago quiere llevarse ?, Dios no".
"Si eso es, ahora lo ha entendido, no sólo a usted, también a sus padres. El se lleva a las familias por completo. Ellos no deben venir nunca tampoco".
"Pero, es mi propiedad, ellos la compraron para mí hace años, es mia".
"Sólo sé una cosa, el lago no quiere tener dueños, vendásela ó dónela al gobierno, es lo mejor que puede hacer. No se quede aquí ni un minuto más, ó morirá".
"Nooo, es mia, no se la daré a nadie, es mi lago y mi casa ...".
"Morirá aquí, si sigue en ésta, su propiedad, terminará cómo todos los que la compraron en su día, acabará por desaparecer en la tormenta".
"Me quedaré aquí esta noche, si veo que el lago comienza haciendo de las suyas, me iré, se lo prometo, me iré. Quédese conmigo aquí hoy, si lo desea".
"¿ Pero usted está bien ?, la acabo de decir que morirá si se queda, ¿ encima me está pidiendo que Yó me quede también ?".
"Por favor, me hará un poco de compañia y me ayudará si pasa algo. No entiende que debo de estar aquí ó nunca me podré curar de esto".
"¿ Curarse de qué ?, ¿ qué es lo que la pasa en verdad ?, ¿Por qué debe de estar aquí ?, ahora soy Yó el que no entiendo, perdone".
"Estuve un año en un hospital psiquiátrico por culpa de Soul Lake y lo que pasó con aquella familia, ahora usted me dice que es a mí a quién quiere llevarse, junto a mis padres".
"Lo siento, no sabía eso, esta bien nos quedaremos, pero si algo ocurre, desde luego no pienso estar aquí para seguir viendo su final, creáme, me iré".
"Bien, me parece un trato lógico, no puedo obligarle a quedarse hasta el final ..., gracias. ¿ Le apetece un poco de limonada ? ".
Si gracias, me vendrá bien, mojará mi garganta seca y tranquilizará mi espiritu si he de permanecer aquí lo que queda de tarde-noche".
"Espere le sacaré una hamaca, para que pueda sentarse".
"Muy amable, gracias".
"Mis padres no saben que estoy aquí, asi que a ellos, es dificil que pueda llevárselos la tormenta".
"Quién sabe, puede que alguna persona les haya dicho que usted está aquí".
"Nadie excepto el abogado lo sabe, ¿ pudiera ser que él les avisara de mi "loca aventura, abriendo de nuevo Soul Lake ?" .
"Pudiera ser ..."
El hombre observó el lago durante un rato, parecía tan tranquilo. De pronto recordó algo.
"¿ Metió la mano en el lago alguna vez, en la orilla opuesta de dónde estamos ahora ?".
"¿ En la orilla opuesta de dónde estamos ?, no le entiendo, Yó he metido la mano en el lago muchas veces, no recuerdo ahora por que lado, se que lo he hecho por varios sitios. ¿ a qué viene esa pregunta ahora ?".
"Si la introduce en aquél extremo lejano, notará una corriente muy extraña, Yó lo hice una vez, cuando estaban ustedes aquí, su padre me permitió un momento para hacerlo".
" ¿ Quiere que vayamos hasta allí y lo probemos ?, ¿ Es eso lo que quiere darme a entender ?".
"Si, creo que debería sentirlo usted y darse cuenta de la corriente del lago en aquél extremo. Ese extremo es el que se empieza a encrestar, desde ahí comienza todo en verdad."
"Bien en ese caso, acerquémonos a la otra parte de la orilla".
Mientras que ambos comenzaban a recorrer la distancia que mediaba entre una orilla y otra del mismo ...
Digame una cosa, ¿Cómo sabe tanto acerca de este lago ?, Ya se que ha vivido toda su vida en este pueblo. Pero usted es la persona que más sabe acerca del mismo".
"Yó observo, miro, controlo todo acerca de éste, desde la primera véz que tuve constancia de lo que este lago era capaz de hacer, fué casi una obsesión para mí, quise estudiar todo sobre el mismo".
"Bueno, eso es lógico, tal véz, si mi pasado hubiera sido de otra manera, es muy posible que hubiera hecho cómo usted". Le dijo, sonriendo.
Cuando llegaron a la orilla, el hombre invitó a Denia a que introdujera su mano en el lago.
Denia la introdujo, empezando a notar una sensación extraña y desagradable, como si su mano fuera subcionada hacia lo más profundo de aquel lado.
Denia sacó la mano rapidámente, se la miró y comprobó que su piel se había arrugado un poco en ésta, eso sólo hubiera pasado, si la hubiera tenido mucho tiempo bajo el agua, pero sólo fueron unos momentos, imposible que se arrugara su piel en ese tiempo.
"Cómo explica esto ?, enseñando su mano extendida al hombre.
"La corriente que ha experimentado hace un momento, es capaz de arrugar y corromper cualquier cosa en un tiempo minimo. Creáme si la digo, que lo que pueda haber ahí abajo, es realmente muy dañino, como no se lo podría usted imaginar nunca".
"¿ Y que podemos hacer al respecto ?".
"Nada, rezar y salir de aquí en cuanto tengamos una ocasión lícita para ello, lo que se cierne bajo las aguas de este lago, no lo puede controlar el ser humano, está fuera de nuestro alcanze por completo".
"Si el FBI, estudió esto con detalle, cuando se hicieron cargo del expediente y del caso, deberían haber traído un equipo de expertos a este lugar. ¿ No cree usted ?".
"Asi es, pero no lo hicieron, esto esta lejos para ellos, en otro pais, no sé por qué diantres nuestro gobierno tuvo la genial idea de dárles el caso a ellos".
"Volvámos hacia la casa, este lado me está poniendo los nervios a flor de piel".
"Si, esa fué la misma impresión que Yó tuve, después de pasar un tiempo de haber introducido la mano en el lago ...". Dijo el hombre mientras empezaba a andar hacía el otro extremo de la propiedad. Denia se le quedó mirando con cara de circunstancia ...

---

Pasaron las horas, comentando temas del pueblo, cosas acerca de los habitantes, naturaleza y sobre la vida de ambos.
Cuando comenzó a caer la noche, pensaron en ir recogiendo las pertenencias e ir arrancando el vehículo.
Cuanto más avanzaba la oscuridad ambiental, más era el miedo y el terror que Denia iba sintiendo en su interior.
El lago parecía tranquilo aparentemente, pero bajo sus aguas se empezaba a remover el espiritu de la corriente, el lago tenía ganas de comer, su apetito empezaba a despertarse de su letargo.
El hombre escurriño al mismo con su mirada.
"Hmm, el lago se está empezando a poner nervioso, sino se levanta el viento en un rato, milagro será".
"No he visto que el lago hiciera la más minima intención de levantarlo. ¿ Lo podría hacer ahora, de pronto ?".
"En verdad, no lo sé, pero pienso que se está empezando a remover en lo más profundo de sí mismo. Deberiamos de ir pensando seriamente en irnos de aquí, antes de que sea más tarde".
"Bien, iré cerrando la casa ...".
Denia desapareció en el interior, el hombre se quedó sólo, tratando de dislumbrar lo que haría el lago durante ese tiempo, mientras que ella apareciera de nuevo".
De pronto, se empezó a notar una ligera brisa que venía directamente desde la orilla extrema a dónde éste se encontraba.
El lago se empezó poco a poco a tornar en aguas oscuras, que se iban extendiendo a lo largo de todo el perímetro del mismo.
"Dese prisa, el lago está empezando a ponerse oscuro y la brisa comienza a levantarse también".
Denia, estaba en la parte de abajo de la casa, casi acabando de cerrar las últimas ventanas de ésta.
Salió y cerró la puerta, se dirigió al garaje y entrando en el coche, arrancó el mismo, el hombre se sentó en el asiento de al lado.
Introdujo marcha atrás y una vez que el vehículo estuvo fuera del garaje, Denia se bajó del mismo y cerró la puerta.
Cada vez se notaba más la fuerza del viento, Denia miró horrizada hacia el lago, estaba tan oscuro que realmente parecía una charca de petróleo, más que las aguas de lo que deberia de ser un apacible y tranquilo lago.
El hombre metió prisa a Denia, para que pusiera rumbo fuera de allí, ésta reaccionando se metió en el coche de nuevo y torciendo el volante, lo puso rumbo al sendero del bosque.
Mientras iba conduciendo por el mismo, Denia no paraba de mirar por los espejos retrovisores al lago, el horror que sentía era increible, aquél lugar estaba maldito en verdad, pensaba para sus adentros que era la dueña de un infierno de agua, de un diablo que envolvía a las personas atrózmente, un sitio que era una aunténtica trampa mortal para el ser humano.
De pronto, el coche se caló. Denia trató de arrancarlo de nuevo, pero el coche no arrancaba. Ambos se empezaron a mirar, volvieron la cabeza y vieron que había unas nubes sobre ellos.
"¿ De dónde han salido esas nubes ?", preguntó Denia histérica.
El hombre balbuceaba algo ininteligible, miraba hacia atrás, con los ojos saltones, no entendía nada realmente ¿ de dónde habían salido aquellas nubes ?. No estaban allí, hace apenas dos minutos.
Denia salió del coche, y vió que el lago se empezaba a encrestar.
"Se está encrestando, debemos correr bosque a través".
El hombre salió del coche y ambos empezaron una desenfrenada carrera, tán rápido cómo sus fuerzas les daban para ello.
Denia al ser más joven, sacaba al hombre bastante terreno, pero se paraba y le esperaba, se le veía agotado, sin fuerzas casi para seguir, miraba una y otra vez hacia atrás.
Las nubes se iban acumulando y el viento se iba notando más fuerte.
"No podremos escapar, no hay suficiente distancia todavia, el agua nos alzancará".
"Vamos, haga un esfuerzo, hemos de salir de su radio de acción".
"No puedo más, avance usted y salvese, yó no soy más que un viejo hombre, usted tiene toda una vida por delante".
"Nooo, usted vendrá conmigo, vamos por favor, sólo unos metros más y estaremos salvados".
El hombre hizo un imposible y consiguió llegar a donde se encontraba Denia.
"Aquí ya no nos podrá alcanzar, pienso".
"Estamos seguros aquí, si. Esto es demasiado terreno que cubrir por el agua y la fuerza del lago".
Poco a poco fueron saliendo del bosque, apoyándose en la luz de una linterna de bolsillo que Denia llevaba en el bolso.
El viento iba quedando atrás.
"Un momento". Dijo el hombre.
"¿Qué pasa ahora ?". Contestó Denia alumbrando al hombre con la linterna.
"A usted no se la puede llevar sola, el lago se está preparando solamente, la tormenta no es lo suficientemente fuerte para encrestar el agua y hacerla salir hacía la casa. ¿ No lo ve ?, no puede llevársela sin sus padres. Sólo fué un ejercicio, hace tiempo que el lago está tranquilo, demasiado tiempo, no nos hará nada".
"¿ Cómo puede estár tan seguro de eso ?".
"Porque no hay tormenta en verdad, no hay rayos, ni truenos, sólo un viento que no es ni siquiera la mitad de fuerte que cuando se llevó aquella noche a esa familia que estaba en su casa".
"Tiene razón, pero ¿ por qué se paró el coche entónces ?."
"Porque es el efecto de la acción de lo que habita bajo las aguas del lago, cuando aquello empieza a generar su poder, el teléfono, el móvil. el coche, todo lo que puede ser magnético, eléctrico ó mecánico se paraliza siempre".
"Bien, en ese caso esperaremos aquí, hasta que veamos que el viento a cesado, cogeremos el coche y nos iremos, pensaré lo que dijo sobre vender la propiedad ó dársela al gobierno. Creó que ya no tendré más pesadillas sobre este lugar, ahora entiendo todo".
"Me alegra que se haya recuperado de eso".
Cuando todo acabó, volvieron al coche, Denia dejó al hombre de avanzada edad en su domicilio y puso rumbo a Toronto.
Hablaria con alguien para deshacerse de aquél lugar. Un espacio al que Denia no volvería jamás en su vida. A partir de ahora Denia tendría otro semblante de paz y luz, ya no tendría que tomar sus pastillas a diario. Por fin, encontraría la libertad en su mente.

Escrito por Carlos Them.

© Copyright Carlos Them 2006. Todos los Derechos Reservados. All Rights Reserved.

Texto agregado el 19-08-2009, y leído por 125 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
20-08-2009 Me pareció un relato original, interesante. Algunos detalles de redacción y ortografía que se podrían resolver fácilmente pero la historia es buena y se logra el clima de suspenso. 5* el-tabano
 
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