DIVINA®
Ejemplar nº 14 trillones, 135.230 billones, 864.934 millones, 982.201
Precio: 1 gravitón y 50 hadrones*


TENDENCIAS
SÉ INFIEL A JEHOVÁ Y APÚNTATE AL CONFORT GASEOSO

Empieza el nuevo eón y ya estarás pensando en pedir una baja por depresión post-apocalipsis. Aunque no te ilusione volver a amar a todas las criaturas, míralo por el lado positivo. El nuevo advenimiento es la oportunidad perfecta para estar más omnipotente que nunca.

Destierra de una vez todos esos planetas ricos en elementos pesados. Con tanto níquel, hierro y atmósferas enrarecidas con azufre y amoníaco sólo obtendrás organismos extremófilos. Es cierto que no dan ningún problema, pero hablemos claro, amigas: qué sería de nuestra autoestima si no contáramos con criaturas conscientes que nos supliquen y alaben al primer cataclismo natural.

Considera imprescindible algunos complementos, como los grandes planetas de composición gaseosa. Su baja densidad los convierten en el apoyo ideal de cualquier sistema estelar ya que combinan estupendamente en cualquier órbita. Además, ¡no te compliques!, su sencillez molecular les hacen muy creables y serán tu mejor aliado en esos milenios en los que parece que no tienes tiempo para nada.

Los grandes patriarcas cósmicos no paran de sorprendernos. Si ya estás harta de separar las estrellas de neutrones de las gigantes blancas, prueba con los nuevos astros de catorce dimensiones. Podrás absorberlos juntos en los agujeros negros sin temor a que se produzcan colapsos espaciotemporales. Todas sabemos que el ruido residual de un Big-Bang es imposible de eliminar. Pero gracias a este truco, nunca más tendrás que molestarte en destruir otro universo por culpa de un accidente cuántico.

Recordarás que Jehová fue el patriarca más polémico en la pasada temporada por su apuesta extravagante a la par que innovadora. Ya son un clásico sus planetas, de barroca diversidad biológica y con moléculas de agua en tres estados de la materia. Todo un lujo al alcance de muy pocas inteligencias. Por desgracia, después de usarlos dos o tres eras, tendrás que acelerar su entropía. Aunque permiten un rápido progreso evolutivo, sobre su superficie tienden a proliferar incómodas criaturas que al cabo del tiempo pueden llegar a deteriorar los tejidos planetarios e incluso, a blasfemar.

Esperamos que estas recomendaciones te hagan más llevadera la vuelta a la génesis. De todos modos, recuerda que nada te hace más omnipotente que sentirte DIVINA®.

Mª Ar∂ w†µ . ßœåcía


*2 gravitones en supercuerdas exóticas.