Shaina.

1a. Un año después.

"No vamos a bautizar a nuestra hija en la vida. Siempre tiene fiebre cuando llega este momento. No se que es lo que pasa con élla, la aterra la iglesia y todo lo que tenga que ver con ese lugar. Ayer se cayó al suelo el crucifijo que tiene en su habitación. No es la primera vez que ocurre, no se que pasa con mi hija en verdad, Alicia ...", confesó la madre adoptiva de Shaina a una amiga, mientras tomaban un café en un lugar centrico de la ciudad.
"¿ Oiste lo del hospital dónde Shaina nació ?, fué una noticia horrible. Todo el edificio se quemó, murió gente allí, ¿ sabes ?. Cada vez que élla ha estado ó está en un lugar social pasa algo raro ...", dijo Alicia, acabando su taza de café.
"Empezará este año en la guarderia, esperemos que no suceda nada raro alli ... Dios mio ...", dijo Eva casi llorando.
"Eh, no pasará nada, estate tranquila y date un respiro, te veo muy estresada, Eva. Tengo que irme ahora, te llamaré, quiero que estés bien, ¿ lo estarás, por favor? ". Respondió Alicia.
"Lo intentaré Alicia, lo intentaré", dijo Eva, con lágrimas en los ojos.

1b. En la guarderia.

"Buenos días", dijo Eva saludando a la profesora que se encargaría de Shaina y de su grupo durante el año escolar.
"Buenos días, ¿ ésta es Shaina?, bien Shaina pasa y conoce a los que serán tus amigos durante este año", dijo la profesora, mientras Eva y Shaina entraban en la clase.
Shaina se quedó mirando hacía los pequeños pupitres.
Seleccionó cuidadosamente con quién la gustaría estar sentada ese largo año.
La madre de Shaina se despidió de élla con un dulce beso y de la profesora, saliendo con la mirada hacía atrás, cómo sino quisiera en verdad dejar a su hija en aquél lugar.
Shaina, miró de lleno a uno de los niños.
Era un niño un poco tímido, pero eso no era un problema para élla.
Ninguna persona, era un problema para Shaina "la espabilada", cómo solían llamarla los amigos de sus padres, cada vez que la veían y se reían con sus movimientos y sus palabras.
El niño, se tapó la cara con sus manos, Shaina le quitó las manos de la cara e hizo un no con la cabeza.
Comenzó a jugar con él, cómo si le conociera de toda la vida, era un niño muy guapo y a Shaina le había caído simpático.
La profesora les sacó una serie de juegos, Shaina abrió uno de ellos y le pareció que ya lo conocía de siempre, invitó a aquél niño a jugar con élla y sobre todo a estar a su lado.
Otro de los niños llegó y se apoderó de la caja con la estaban jugando Shaina y su nuevo amigo.
Shaina, le miró y empezó a tirarle pelotas de papel.
El otro niño la miró, Shaina no apartó sus ojos de él para nada, después de un largo vistazo de uno al otro, el niño se acercó con la caja y se la devolvió a Shaina.
Ésta torció un poco la boca, cogió la caja y siguió jugando con su amigo, sin perder de vista a aquél primero.
Shaina no quería problemas el primer día, sabía que sus padres, en especial su madre estaba un poco sensibilizada con ella.
Pensó con tan solo un año, que ese tiempo escolar iba a ser dificil para élla, a aquél niño lo tenía entre ceja y ceja y en verdad, que si no es por su madre, lo hubiera dejado ciego ó sordo ó cualquier otra cosa que le hubiera apetecido, porque sabía en su más intimo ser, que lo podía hacer sin mucho esfuerzo.
El año escolar pasó y los restantes, Shaina no hizo nada que avergozara a sus padres, hasta que llegó al instituto.
Allí la gente no era igual que esos mocosos del colegio, eran más brutos, más ligeras de cascos y a Shaina no la iba a intimidar nadie allí ...

Escrito por Carlos Them

© Copyright Carlos Them 2008. Todos los Derechos Reservados. All Rights Reserved.