Otra vez sentado en la misma esquina de mi cuarto
Parece que espero a alguien que venga a hacer el trabajo final
Ya las lauchas y los piojos de mi viejo perro han escapado
La compañía es un recuerdo empolvado en mi mente
Y el pobre perro ciego ya no reconoce mis pasos

He visto pasar delante de mí toda una vida
Siniestra y confusa acusando soledad
Y he sido vapuleado, ya no quiero salir más
Porque el mundo es hiriente y mi mirada
Molesta a la gente que me esquiva

Reconozco aquel sueño entre la ropa tirada en el cajón que simula un armario
Esta tan gastado el pobre que no puede ni levantarse
Y me mira con melancolía y cierto fastidio, como si quisiera levantarse
Me siento tan mal que no me queda mas que aplastarlo.