El día estaba igual que hoy, pero hace casi dos años, medio nublado. En ese tiempo trabajaba en Melipilla (para variar buscándome pegas lejos de la U). Me desayune con la mala noticia, mi Tata estaba muy mal en el hospital, mi tata que había visto hace tres días atrás y se veía bien, contento, bueno pa' la talla, como siempre fue su tónica.
Creo que ha sido una de las mañanas más largas de mi vida, trabaje muy deprimido, sin ánimos, solo quería volver a Santiago y estar con mi familia.
Finalmente llegue a la Instalación de faenas y llame a mi mamá, cuando respondió llorando no fue necesario decir nada, lo supe todo y me cayó como un balde de agua fría, el Tata, el joyero que fabricaba cadenas de sueños con sus manos, nos había dejado...
Me llevaron a la terminal, no hable en todo el camino.
Creo que en bus iba alguien de la farándula criolla, me pareció ver, pero solo me resigne a callar y llorar todo el camino a casa, esa casa que ya no fue la misma.